En Argentina, una porción significativa de los alumnos de primaria completan el primer ciclo de su escolaridad -destinado primordialmente a su alfabetización inicial- sin estar completamente alfabetizados. Los últimos resultados del Estudio Regional Comparativo y Explicativo de la Organización de las Naciones para la Educación la Ciencia y la Cultura (ERCE-UNESCO) indican que en nuestro país el 46% de los alumnos de 3er grado no alcanza los niveles mínimos de lectura. Más aún, dentro del tercil más vulnerable, el 61,5% de los alumnos se ubica en el nivel más bajo de aprendizajes. A su vez, Argentina sólo tiene un 14,0% de los alumnos en el nivel más alto de Lectura mientras que el promedio de la región de alumnos en ese nivel es de 21%. En las pruebas nacionales Aprender 2016, 4 de cada 10 estudiantes de 3° grado se ubicaron en el nivel básico o menor de desempeño. Los últimos resultados disponibles para 6° grado (2023) mostraron que el 33,6% de los estudiantes en la Argentina se encuentran por debajo del nivel Satisfactorio en la prueba de Lengua.
A partir de este diagnóstico y junto a más de 190 organizaciones de todo el país, lanzamos en abril de 2023 la Campaña Nacional por la Educación para lograr que todos los chicos de Argentina entiendan lo que lean. Autoridades educativas, líderes políticos y dirigentes sociales así como directivos, docentes y otros actores de la sociedad, despliegan intervenciones y realizan esfuerzos cotidianos con el propósito de mejorar la alfabetización de los estudiantes de nuestro país. El propósito de la Campaña es reconocer y recuperar esos esfuerzos destacando la importancia de redoblarlos e invitar a las máximas autoridades de los ámbitos nacional y provinciales a formalizar su compromiso con este desafío.
En 2023, le solicitamos a los candidatos a Presidente adherir al “Compromiso por la Alfabetización” en el cual se comprometían a desarrollar un plan para priorizar las políticas de alfabetización, incluyendo el apoyo técnico a las provincias y la transferencia de recursos, además de la implementación periódica de Pruebas Aprender en 3er grado que evalúen la comprensión lectora. Javier Milei, Sergio Massa, Juan Schiaretti, Juan Grabois, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich sumaron su firma. Asimismo, le solicitamos a las provincias, a través de sus Gobernadores, la tarea de sostener, robustecer e impulsar acciones que prioricen la alfabetización inicial, invirtiendo los recursos adecuados en términos de financiamiento, materiales y libros, formación y otras variantes. A su vez, les pedimos asumir el compromiso de desarrollar o sostener evaluaciones locales que periódicamente permitan monitorear la evolución del desempeño en términos de alfabetización y comprensión lectora y difundir estos resultados pública y anualmente. Así, 17 gobernadores sumaron su firma: Jorge Macri (CABA); Raúl Jalil (Catamarca); Gustavo Valdés (Corrientes); Leandro Zdero (Chaco); Ignacio Torres (Chubut); Martín Llaryora (Córdoba); Rogelio Frigerio (Entre Ríos); Ricardo Quintela (La Rioja); Alfredo Cornejo (Mendoza); Hugo Passalacqua (Misiones); Rolando Figueroa (Neuquén); Alberto Weretilneck (Río Negro); Claudio Vidal (Santa Cruz); Marcelo Orrego (San Juan); Claudio Poggi (San Luis); Maximiliano Pullaro (Santa Fe); y Gustavo Melella (Tierra del Fuego).
En tiempos en donde parece cada vez más difícil ponerse de acuerdo y construir consensos, los ministros de educación lo lograron. En febrero de este año, a través del Consejo Federal, comenzaron la discusión del documento “Compromiso Federal por la Alfabetización-Política Nacional de Alfabetización” e iniciaron un proceso de construcción colectiva de lineamientos generales para fortalecer la centralidad de la lectura y la escritura en los aprendizajes. El documento, finalmente aprobado en mayo, consolidó un diagnóstico, definió ejes estructurales y le dio forma al Plan Nacional de Alfabetización. Asimismo, incorporó la presentación de 24 planes jurisdiccionales sobre alfabetización que ya se están implementando en todo el país. Todas las iniciativas provinciales presentan propuestas de formación docente, distribución de libros y materiales y mecanismos de monitoreo y evaluación de los aprendizajes.
El camino hacia este consenso unánime fue complejo. Las principales tensiones se organizaron en torno al financiamiento de las iniciativas y especialmente en relación a la inversión nacional. En marzo, la Nación comunicó la decisión de suspender la compra de libros para distribuir en las jurisdicciones, material fundamental para la implementación de las políticas de alfabetización, a la vez que las principales transferencias nacionales a las provincias fueron interrumpidas, incluida la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID). El Compromiso Federal, finalmente refrendado en la Resolución N°471/24 del CFE, debió entonces incorporar definiciones sobre el financiamiento. Así, la Nación se comprometió a financiar, a través de Convenios Bilaterales con las jurisdicciones,: a) la creación de la Unidad Nacional de Alfabetización; b) las distintas líneas de evaluación: implementación del operativo Aprender, fortalecimiento de los procesos de evaluación en el aula, junto a los equipos técnicos jurisdiccionales, y la ampliación de la nominalidad para un mejor seguimiento de las trayectorias; c) entrega de libros. d) formación docente; e) continuidad y ampliación del programa “Una Hora Más”.
El camino que sigue también es difícil. Toca ahora pasar a la acción, implementar. Desde la Campaña, estaremos atentos al cumplimiento de los compromisos asumidos. Creemos que es importante generar espacios que nos permitan unificar esfuerzos y mejorar las iniciativas que actualmente se despliegan en todo el territorio nacional para garantizar la lectura comprensiva como herramienta fundamental del derecho a la educación.
Sabemos, también, que la alfabetización es sólo uno de los grandes desafíos que tenemos por delante en materia educativa. Necesitamos revisar y promover nuevos acuerdos que nos permitan asegurar una educación pública y de calidad donde el aprendizaje esté garantizado para todos y todas; donde nuestros docentes sean valorados, formados y reconocidos por la función esencial que realizan para el desarrollo de nuestro país y donde cada familia argentina encuentre en la escuela un espacio de afirmación y ampliación de derechos. Trabajamos y seguiremos trabajando para que la educación sea una prioridad de gobierno todos los días.