La sombra de Trump domina las cumbres globales

El ex presidente adelantó que buscará terminar con el conflicto en Ucrania si vuelve a ser electo. Por su parte, los líderes de la OTAN diseñan una estrategia para neutralizarlo

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El candidato republicano Donald Trump
El candidato republicano Donald Trump

Donald Trump reitera e insiste con sus críticas al gobierno ucraniano, cuando este intenta mantener y sumar apoyos ante la inminente ofensiva rusa del verano boreal.

El 16 de junio, día en el cual se estaba realizando la 50° Cumbre del G7 en Italia, y la Cumbre por la Paz en Ucrania en Suiza, el ex presidente estadounidense dijo en un acto realizado en Michigan, con sus simpatizantes afroamericanos: “Zelensky es el mejor vendedor de todos los tiempos. Cada vez que viene a Estados Unidos se va con sesenta mil millones de dólares, y cada vez que vuelve a casa dice que necesita sesenta mil millones. Es algo que nunca termina”. El candidato republicano se comprometió a resolver la cuestión como presidente electo, “incluso antes de asumir el cargo”. Sostuvo que Estados Unidos debería preocuparse por “su frontera con México, no por los otros países”, exaltando la actitud antiinmigración de los sectores populares.

También expresó que si hubiera estado en la Casa Blanca no habría habido ningún conflicto, ni en Ucrania ni en Gaza. Esta posición que explicitó y que fue aplaudida por sus votantes, aumenta la preocupación en el ámbito de la OTAN, que intenta crear condiciones que impidan a un eventual gobierno de Trump forzar una negociación que termine con la guerra entre Rusia y Ucrania.

Ello se hizo evidente en la Cumbre del G7 realizada en el sur de Italia, en la cual se resolvió destinar a la asistencia a Ucrania los tres mil millones de dólares que anualmente dejan como intereses los aproximadamente trescientos mil millones incautados a Rusia por los países de la OTAN. A través de una ingeniería financiera, los Estados Unidos y sus aliados buscan generar un préstamo de treinta mil millones sobre dichos intereses a lo largo de diez años.

El documento de esta Cumbre anticipó el lineamiento que llevarán a la próxima Cumbre de la OTAN, al decir que son necesarios límites a quienes ayudan a Rusia, como Irán, China, Corea del Norte y Venezuela.

Pero esta estrategia para neutralizar a Trump frente a la guerra de Ucrania tiene como punto de referencia central la Cumbre de Jefes de Gobierno de la OTAN que tendrá lugar en Washington del 9 al 11 de julio. En dicho encuentro se designará al nuevo Secretario General de la OTAN. El mandato del noruego Jens Stoltenberg finaliza el 1° de octubre. El elegido ha sido el ex primer ministro holandés Mark Rutte. El primer ministro húngaro, Viktor Orban, se había negado a avalar su designación, que necesita la unanimidad de los treinta y dos miembros de la alianza militar. Orban obtuvo garantías por escrito de que no se obligará a su país a participar en los nuevos planes para prestar apoyo a Kiev, ya sea con personal militar o fondos. El compromiso había sido asumido por el actual Secretario General de la alianza Jens Stoltenberg, pero el líder húngaro quería que lo asumiera también su sucesor, como lo hizo finalmente.

En una conferencia de prensa realizada el 19 de junio con el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, Stoltenberg dijo que “China no lo puede tener todo. No puede seguir teniendo una relación comercial normal con países europeos y al mismo tiempo alimentar la mayor guerra que hemos visto en Europa desde la Segunda Guerra Mundial”. Y agregó: “Vemos cuánto apoyo militar recibe Rusia de Corea del Norte, pero también de Irán, y cómo China está apuntalando su economía de guerra. Y esta es también una de las razones por las que en la Cumbre de la OTAN reforzaremos aún más nuestra asociación con nuestros socios de la región Asia-Pacífico: Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Japón”.

Joe Biden y Volodymyr Zelensky
Joe Biden y Volodymyr Zelensky

Un tema central en las acciones de la OTAN para neutralizar eventuales acciones de Trump para frenar la guerra es el del cumplimiento del acuerdo de destinar el 2% del PBI a defensa. Se trata de un compromiso asumido por los países de la OTAN diez años atrás, en la Cumbre que tuvo lugar en Gales. Entonces sólo cuatro países de los treinta que la integraban cumplían con dicha meta. Biden ha dicho que desde que él llegó al gobierno, la cantidad de países que cumplen el compromiso se duplicó.

Pero Stoltenberg, en una exposición que realizó el 17 de junio en el Wilson Center con sede en la capital estadounidense, calculó -sin precisión sobre la metodología- que actualmente veintitrés de los treinta y dos países de la OTAN están cumpliendo con dicho compromiso. Los que destinan mayor porcentaje de su PBI a defensa son Estados Unidos, Polonia, Grecia y el Reino Unido. El que menos destina es España: sólo el 1,28%. Después le siguen Luxemburgo y Eslovenia con 1,29%, y Bélgica que destina el 1,30%. Cabe señalar que Trump ha dicho varias veces que si gana retirará a los países que no cumplan con este requisito la garantía de seguridad del artículo 5° de la OTAN, que establece que todos sus integrantes apoyarán militarmente a cualquier miembro que sea agredido por otro ajeno a la alianza. Ello sería el final de la OTAN, cuyo objetivo central es la defensa común.

La Cumbre por la Paz en Ucrania, convocada por el presidente Zelensky, mostró resultados modestos o limitados. Tuvo lugar entre el 10 y el 14 de junio en Suiza. Concurrieron delegaciones de noventa y dos países, algo menos de los aproximadamente doscientos que son reconocidos como estados. Más de la mitad de las delegaciones estuvieron encabezadas por Jefes de Gobierno. Lo hicieron todos los del G7 (cuya Cumbre se realizó simultáneamente entre el 13 y el 15 de junio), con la excepción de Estados Unidos, lo que debilitó el encuentro (Biden asistió a una reunión en su país con celebridades de Hollywood para recaudar fondos de campaña).

Tanto los aliados de Rusia como otros países que intentan adoptar una posición neutral no concurrieron. Como era esperable, no asistió el presidente chino Xi Jinping. La argumentación de estos países fue que sin la presencia de Rusia no tenía sentido realizar una reunión por la paz, porque no podría arribar a ningún resultado concreto. La Cumbre emitió una declaración de apoyo a la pretensión ucraniana de recuperar todos sus territorios ocupados por Rusia desde 2014, incluyendo la península de Crimea.

Pero doce de los países presentes no la firmaron. Esta fue la posición que adoptaron Brasil y México -los dos países más poblados de América Latina-; India e Indonesia -el primer y tercer país con más habitantes de Asia-; tampoco lo hicieron las dos economías más importantes de las Monarquías del Golfo, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, ni Bahrein. De África no firmaron Sudáfrica y Libia, y de las ex repúblicas soviéticas, Armenia. Cabe señalar que Brasil, India y Sudáfrica integran el Grupo BRICS junto con Rusia y China.

En conclusión: Trump volvió a ratificar su decisión de terminar rápidamente con la guerra de Ucrania si es electo presidente, mientras que la OTAN busca crear una situación que se lo impida. Las decisiones que adopte la Cumbre de jefes de gobierno de la OTAN que se reunirá en Washington estarán dominadas por este conflicto.

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