¿Qué ideas son buenas para el país? ¿De dónde venimos?
Venimos de un Estado deficitario con alta inflación, producto de los últimos 70 años, con algunos oasis. Recordemos que en este último período la inflación subió a dos dígitos en agosto de 2023, luego de las elecciones PASO, tras el resultado que le dio el triunfo a Milei. Alcanzó un 12,4% en agosto y un 12,7% en septiembre. Esta situación fue acompañada por una devaluación, por la baja del Impuesto a las Ganancias votada por los diputados peronistas y libertarios el 20 de septiembre y por la propagación de temores debido al fomento de la idea de dolarizar.
Las respuestas de Milei ante cuestiones como la renovación de plazos fijos, promovieron aún más la incertidumbre, aludiendo a la idea de “explotar el Banco Central”, junto con una serie de mensajes dirigidos al mercado. La inflación mensual experimentó una disminución al 8,3% en octubre, volvió a aumentar en noviembre -alcanzando un 12,8%- y finalmente en diciembre llegó a un récord del 25,5%, facilitada por el aumento del dólar oficial.
Debemos evitar caer en el péndulo característico del peronismo, que oscila de un extremo a otro, sin promover el respeto a las instituciones de la República, un verdadero capitalismo y el sostenimiento de la Democracia.
¿El Gobierno hizo algo para revertir esto? No.
Primero se observa la continuidad de prácticas populistas, que además buscan permanentemente la creación de conflictos y enemigos para aumentar su popularidad. Ejemplo de ello fue cuando retiró del Congreso la primera ley de Bases, haciendo puestas en escena de enemigos, desinformando, ofreciendo pactos de unidad que en verdad son pactos de adhesión.
Estas formas ya las vivimos con el kirchnerismo. ¿Qué seguridad jurídica le dan a la inversión cuando se valen de estas prácticas? La misma pregunta podríamos hacernos sobre el DNU, o sobre el retraso en los pagos a organismos energéticos, o la entrega compulsiva de bonos, así como el incumplimiento ilegal de pago de fondos coparticipables a las provincias. Tarde o temprano el Estado deberá asumir las consecuencias.
¿Sin inversión cómo vamos a crecer? ¿Cómo hace el Gobierno para hacer proyecciones de inflación si no hay Presupuesto, Programa Monetario, Programa Fiscal o Política Cambiaria? ¿De dónde provendrá el crecimiento en una economía que se ha cerrado al mundo con el aumento de impuestos, principalmente el Impuesto País? ¿Experimentando una recesión masiva y llevando a cabo un ajuste de baja calidad sin un plan de estabilización ni incentivos para la producción y exportación? ¿En verdad hemos cambiado o seguimos con las mismas políticas de los últimos años?
Actualmente, el tipo de cambio de exportación en términos reales es 35% más bajo que el del 9 de diciembre de 2023. Además, se están subsidiando importaciones de alimentos y productos, mientras nuestros productores enfrentan una alta carga impositiva en comparación con sus competidores.
Se necesita una gestión más efectiva por parte del gobierno, que se centre en recortar gastos improductivos, como regímenes de promoción o privilegios, que han sido característicos del sistema creado por el peronismo y que nunca conducen al progreso, ya sea desde la izquierda o la derecha.
República, un capitalismo verdadero y democracia van de la mano. La democracia es diálogo, es intercambio de ideas, es argumentación, la comunicación es esencial para ello. Parafraseando a Alberdi: “Es un déspota aquel que cree que quien es opositor al gobierno es traidor a la patria”.
Es nuestro derecho y nuestra responsabilidad comprometernos en el debate público sobre las políticas a implementar. Este compromiso es fundamental para el funcionamiento de una democracia de calidad que fortalezca nuestro sistema. Nos preguntamos: ¿Qué tipo de sociedad deseamos construir? ¿Una sociedad sin diversidad, donde la violencia sea el medio para imponer ideas y el éxito financiero sea el único impulsor de la movilidad social? ¿O preferimos reformas que garanticen la seguridad jurídica, un modelo productivo exportador, un Banco Central independiente y una sociedad liberal que valore la diversidad, la innovación, la democracia y la república?
Una sociedad que tenga conocimiento, ciencia y producción, los cuales son los motores del cambio, y aspire a elevar al 60% de la población de la pobreza a la clase media, y que enriquezca a la clase media liberando sus potencialidades. Todo ello, basado en el diálogo plural como norma y el reconocimiento de la diversidad como garantía para que cada individuo pueda desarrollar su proyecto de vida.
Con el orden y la paz, el desarrollo está asegurado.