Los billetes son propaganda y comunican un mensaje político. No son papeles inertes e inocuos sino poderosas herramientas para la construcción de sentido. Se usan en cada rincón del planeta en la mayoría de los intercambios comerciales entre personas, empresas y Estados. Pese a la cotidianeidad de uso parecen pasar desapercibidos como elementos persuasivos. Muchos gobiernos, conscientes de esta característica propagandística echan mano a este recurso que les permitirá una llegada directa y masiva a la población de su país.

Las monedas y posteriormente los billetes no sólo sirvieron con fines económicos, sino que se usaron como símbolos de prestigio a través de los cuales el gobernante enaltecía su figura, la soberanía sobre un territorio y un mensaje que pretendía difundir. Mostraba y demostraba al pueblo quien era el amo de aquel lugar cuya imagen se transportaba a todas las zonas del reino. Los dirigentes de los diferentes sitios y en los distintos tiempos notaron que disponían de un instrumento de gran poder de influencia y manipulación.

Los podemos definir como afiches artísticos que difunden un contenido político bajo la específica decisión de un gobierno y que permanecen décadas en las manos y a la vista de la población.

Tradicionalmente se destacan varias:

1. Enaltecer un liderazgo de alguna persona relevante en la fundación patriótica (San Martín en el peso o Grant en el dólar estadounidense)
2. Glorificar un dirigente partidario (Eva Perón)
3. Difundir información cultura o turística (Fauna y Flora)
4. Destacar un momento histórico determinante (Batalla de Vuelta de Obligado)
5. Conceptualizar mensajes por medio de simbología (Puentes o puertas en el Euro)

También otras como:

1. Consolidar el sistema político (La democracia, el Congreso, etc.)
2. Divulgar principios o valores (La libertad, la igualdad, etc.)

El Euro contiene puentes, ventanas y puertas que simbolizan la búsqueda de la unidad o cohesión de los países de la Unión Europea, más allá de las diferencias nacionales, con sus valores artísticos, culturales, sociales y políticos.

El Dólar se mantiene sin cambios en cuanto a sus líderes presentes en sus billetes, desde su creación. Lo que implica una señal de solidez y contundencia.

El peso argentino tiene la particularidad de que exhibe con cierta claridad los procesos históricos vividos en el país. En base a las 4 series de billetes, se nota ciertas tendencias ideológicas (Fuente: Banco Central de la República Argentina):

1. Convertibles. Año 2000.
2. Nuevo diseño. Año 2002.
3. Tenemos Patria. Año 2013.
4. Fauna autóctona de la República Argentina. Año 2016.
5. Héroes y heroínas nacionales. Año 2022.

Mientras que la serie inicial se trata de una continuidad formal y con la tradición de homenajear a ciertos próceres, la segunda serie inicia sin perder la esencia, luego aparecen los que podemos denominar “sustituciones” o “reemplazos” que enumeramos a continuación

1. María Eva Duarte de Perón por Roca
2. Animales por próceres
3. Figuras de la salud por políticos.

Los tres casos fueron polémicos y cabe preguntamos el porqué, la razón por la cual se reemplaza una figura por otra y ensayamos algunas explicaciones:

La presidenta Cristina Fernández presentó el nuevo billete aludiendo a la “obra histórica que consagra a una mujer que marcó no solamente la vida de los argentinos, sino que marcó un hito en la historia mundial: Eva Perón”, también explicó que “tenemos que hacer honor al género”. El billete comenzó siendo conmemorativo y la presidenta solicitó que reemplace al de Julio Argentino Roca sugiriendo que querría evitar la discusión “No quiero entrar en ninguna polémica porque el otro billete de 100 es el de Roca… no quiero entrar en ninguna polémica” sin más.

El segundo de los grandes cambios, animales autóctonos por próceres, el presidente del Banco Central en los fundamentos (en momentos en el que el Ingeniero Mauricio Macri era presidente), aludía a “celebrar la vida”, “enfatizar el futuro más que el pasado”, “Pasar de la solemnidad a la alegría”, “reivindicar el federalismo”, “somos más que sólo hombres y mujeres” y “encontrarnos todos los argentinos”.

El peso argentino se incorpora a la famosa grieta entre políticos y la explicación en Twitter en ese sentido Federico Sturzenegger deja clara esta idea: “Una serie con temas de flora y fauna, implicaba una mayor toma de conciencia geográfica… y reforzaba el concepto de federalismo…” La actualización implica “tender una mirada al futuro y no al pasado” y Finalmente “había una intención de cortar con la grieta. Muchos países han ido por ese camino. El Euro, por ejemplo, sepulta siglos de conflicto describiendo la historia de la arquitectura con edificios inexistentes”

Incluso redobla la apuesta confrontando con unos de los personajes resaltados por el gobierno anterior: “Los billetes se habían vuelto cada vez más polémicos… el billete de 50 resaltaba a Antonio Rivero que había generado una revuelta en Malvinas, asesinando a sus empleadores, aunque en realidad porque les habían pagado sus sueldos con papel moneda y no con metálico. Es decir que ese billete llevaba la figura de alguien que se había revelado, curiosamente, contra… un billete. Un giro de realismo mágico, que me había valido un pedido de la Academia Nacional de Historia para retirar el billete de circulación”.

El tercero, en 2023 pero post pandemia de Covid-19, y bajo el título “Heroínas y héroes de la Patria”. Quinta serie. Año 2023, buscando que el mensaje sea con igualdad en el género y adicionalmente no concentrado en la política, sino que trascienda esas barreras.

Según los fundamentos “marcan el regreso de las personalidades históricas al papel moneda, recuperando así la memoria y el reconocimiento de heroínas y héroes nacionales que, en momentos decisivos y fundacionales, forjaron nuestro país”.

En el acto de presentación, el presidente Alberto Fernández sostuvo que la moneda es un “instrumento central para que recordemos quiénes hicieron la patria” en contraste con “Que un animal reemplace figuras de la talla de San Martín y Belgrano... Me parecía imposible…” para “Poner en valor nuestra historia” y cerró “Algunos quieren borrar la historia, quieren que no recordemos, quieren que olvidemos y nosotros creemos que tener presente nuestro pasado nos ayuda a construir un mejor futuro”.

Una vez más, Argentina demuestra en general una oscilación constante, lo que implica que no hay grandes acuerdos de las cuestiones más básicas, por eso, en cada decisión se pondrá en escena nuevamente aquello que no está resuelto en su origen.

En este caso en los billetes: partidismo, despolitización, coyuntura, por sobre acuerdos y consensos o valores nacionales supremos que en definitiva indicarían unidad nacional, respeto y consolidación de la historia.

En nuestro país, los constantes cambios en los billetes demuestran la inestabilidad, el descuerdo histórico, la falta de criterios sostenidos, reglas del juego difusas y falta un camino de largo plazo: ni más ni menos que un nuevo síntoma de lo que nos pasa.

El autor es psicólogo, consultor y analista político