El ajuste y el pensamiento de la Iglesia

¿Es inevitable recurrir a la privación de los bienes necesarios para la subsistencia a los menos pudientes, jubilados, pensionados y trabajadores para solucionar los desórdenes económicos del Estado y de la sociedad?

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Comedor comunitario
Comedor comunitario

(A la economía) “Tenemos que ponerle rostro humano, nuestros hermanos que más sufren tienen nombre y apellido, son hermanos, no podemos ser indiferentes. Los ajustes y todo lo que estamos viendo en este tiempo afecta a los más pobres y es duro”, dijo el Arzobispo de Buenos Aires Jorge García Cuerva, mayo 2024.

“Si a mí me persiguieron, también os perseguirán a vosotros”. (Juan 15:19).

La política de ajuste pesa sobre los más desfavorecidos

Al parecer en caso de peligrar la economía de una nación las políticas de ajuste son inevitables. Cuando los ajustes (medios) son inevitables y se realizan para lograr el bien común (fin) y las cargas se reparten gradualmente es evidente que estarían justificados. Excepto cuando la quita al trabajador le impida llevar la plata para pagar el pan de sus hijos. Cuando hablamos de aporte del trabajador entendemos lo que tiene que pagar por impuestos y/o lo que su salario pierde por el aumento de precios y/o por la desvalorización de la moneda, también el “lucro cesante” que deja de percibir por el cierre de la empresa y la falta de trabajo. En tal caso nunca menos cierto que el fin no justifica los medios. Por eso cabe preguntarse: ¿es inevitable recurrir a la privación de los bienes necesarios para la subsistencia a los menos pudientes, jubilados, pensionados y trabajadores para solucionar los desórdenes económicos del Estado y de la sociedad? ¿Es legítimo hacerlo cuando en su conjunto la crisis fue causada por los que más tienen? ¿No puede hacerse recaer el peso del ajuste sobre quienes tienen bienes que están por encima de aquellos necesarios para la subsistencia? Si es evitable privar de los bienes necesarios para la subsistencia a los que menos tienen, es inaceptable hacer recaer el ajuste sobre estos últimos.

Para la política económica del capitalismo liberal la variable de ajuste siempre fue el pueblo trabajador

Hacer que los ajustes lo paguen los pobres es una costumbre usada desde el siglo XIX por los ministros de economía formados en las doctrinas liberales, hoy llamada libertaria, desde hace mucho más de un siglo.

Por eso la actual política económica no tiene nada de nuevo bajo el sol, a tal punto está “normalizada” que de ello, ni siquiera se dan cuenta muchos de los que son sometidos al sacrificio. Incapaces de insubordinarse dicen: “siempre fue así!”.

Se explica, porque nuestros gobernantes propugnan y llevan a cabo una política dirigida a reformar el Estado -de uno gigante a uno mínimo -sin modificar esencialmente el marco de viejos privilegios y prácticas de larga data donde los más ricos sigan actuando como lo han hecho habitualmente.

Los privilegios de los sectores a los que esos economistas representan son permanentes y no deben ser tocados por los cambios sino al contrario. “¿Cómo habríamos de perjudicarnos si nuestros profesionales son los que regulan los privilegios?”

Así razonan y así lo hacían los privilegiados del reino francés antes de la guillotina.

“De camisa vieja a chaqueta nueva” (F. Vizcaíno Casas)

Como las políticas neoconservadoras son anacrónicas hoy toman el nombre de la libertad con un cariz populista y emplean las redes.

Pese a su pretendido combate a la “casta” (políticos radicales, peronistas y de izquierda o nacionalistas) los conservadores emplean métodos populistas pero no conciben al pueblo como sujeto, es decir, como unidad de la sociedad a través de proyectos comunes y sueños colectivos. Por el contrario, de-construyen las conquistas sociales y los derechos del “pueblo”, aborrecen la justicia social y manipulan al “pueblo” con una suerte de violencia popular actuada dejando la camisa “vieja” para vestirse con la “chaqueta nueva”.

Cuando la deshumanización se acelera los cristianos debemos pasar a la acción

Dijo el Santo Padre en el 2017 del Encuentro de Movimientos populares en Modesto, California, 16.19 de febrero que “A los cristianos y a todas las personas de buena voluntad nos toca vivir y actuar en este momento.” Porque " si no son bien resueltas, pueden desencadenar procesos de deshumanización difíciles de revertir más adelante. Son los “signos de los tiempos” que debemos reconocer para actuar. Hemos perdido tiempo valioso sin prestarles suficiente atención, sin resolver estas realidades destructoras. …De la participación protagónica de los pueblos y en gran medida de ustedes, los movimientos populares, depende hacia dónde se dirige ese giro histórico, cómo se resuelve esta crisis que se agudiza.”

Desde luego que el camino no es el capitalismo salvaje, no es incorporando una política de privilegios para unos pocos, ni de entrega del patrimonio nacional o provincial, ni de codicia personal, ni del afán de lucro propio de los que adoran al becerro de oro.

Sin dejar de tener presente que en este mundo, en el que nadie puede tirar la primera piedra cuando todos somos pecadores, seremos tentados por el poder del capitalismo, la riqueza y el prestigio, ¡cuántas veces ha caído la pobre Iglesia (y nosotros mismos, agr. nuestro) en estas tentaciones! (O.Romero, Homilías 2, 271, 12/2/78).

Los católicos bautizados somos la Iglesia y ni los católicos de modo particular ni la Iglesia como cuerpo de Cristo necesita ocultar sus muchas deficiencias. Por eso mismo, si la Iglesia tiene la valentía de denunciar los pecados de este mundo, no es porque ella se crea impoluta, sino porque el que denuncia está también dispuesto a ser denunciado y tiene la obligación de convertirse y corregirse para Dios” (San Óscar Romero, Homilías 4, 71).

Un poco de historia de la pobreza en medio de la riqueza

En los últimos setenta años de nuestra historia reciente los males siempre han tenido que ser soportados por los trabajadores. La crisis mundial de 1930, fue soportada por los más pobres; peones de campo, chacareros o inmigrantes. Mientras los inmigrantes se multiplicaban alrededor de las ollas populares en las calles de Buenos Aires los hacendados cenaban en Londres o en París gracias a las rentas extraordinarias ganadas por las exportaciones del campo durante las décadas de 1880 a 1930. En esos 50 años rigieron políticas liberales y estructuras oligárquicas que fueron diseñadas para permitir que la riqueza generada en nuestro país llenara los bolsillos de una élite económica egoísta y ese capital en su mayor parte fuera a parar a los centros financieros europeos. Esa conducta además de inmoral abortó la industrialización y el desarrollo incipiente de los primeros años del siglo XX.

Golpe a los comedores escolares y/o barriales

Presuntos hechos irregulares o ilícitos se descubrieron en algunos comedores escolares o barriales los que fueron públicamente denunciados por el gobierno nacional. ¿Por qué hay comedores en los barrios pobres en un país tan rico? Ello nos remite a pensar ¿porqué hay barriadas tan pobres?.

La existencia de esos comedores se debe a la extrema pobreza derivada de la desocupación, en aumento en las últimas décadas y en los últimos gobiernos, pero los territorios de pobres nacieron mucho antes. La villa 31 nació en medio de la crisis del 1930, villa Palito nació con la expulsión de los pobres que conformaban la villa Las latas del Golf de Palermo en 1960 en esa década, se crearon desde los gobiernos liberales las villas San Petersburgo, Puerta de Hierro, Martin Fierro, Las Antenas en La Matanza y así podríamos citar innumerables casos en el conurbano bonaerense y los demás conurbanos del país.

¿Acaso los distintos ministros de economía en esos tiempos eran comunistas? Las barriadas pobres se extendieron durante las políticas económicas liberales E.S.Pérez, Krieger Vasena, Aleman, Martínez de Hoz, Cavallo y otros.

Un asistencialismo “provisorio para siempre” de los liberales y la corrupción de todos

Ante la pobreza extrema y el temor a la violencia social los estados se ven obligados a asistir a los pobres, y frente a cada ajuste y crisis, reinstalan una forma de asistencialismo “transitorio para siempre”. Como los pobres son millones siempre los fondos destinados desde las cajas PAN hasta el Plan Alimentario Nacional no pueden no ser multimillonarios.

El control y las auditorías les corresponde a las respectivas administraciones públicas y debieran ser estrictas salvo cuando los funcionarios actuantes quieran aprovechar la ola gigante para robar. Siempre hay denuncias e irregularidades, por no decir delitos penales. Siempre esas denuncias son utilizadas políticamente por el propio gobierno contra los precedentes, o por la oposición del gobierno de turno. Sobre los escándalos de las denuncias se montan campañas televisivas dirigidas a cumplir con los propósitos políticos hasta que la velocidad del tiempo se encarga de borrarlas. Si mal no recuerdo nunca hubo presos por esos delitos sociales. Y está muy bien denunciar e investigar la corrupción donde sea que se produzca, mucho más cuando es dinero destinado a paliar el hambre, está muy bien investigar la corrupción de arriba y de abajo, la de los ladrones que asaltaron al hombre en el camino de Jerusalén a Jericó (véase Lucas 10:25-37) despojándolo de todo lo que tenía, también la de quienes teniendo el poder político y del templo, ven al herido y miran para otro lado, omitiendo todo auxilio, y también la de quien lo ayudó a salir del trance, si en su acción solidaria hubiera algo -que no lo hubo en el relato del Evangelio sino al contrario, -digno de reproche.

¿Cuál es el peligro de este momento en la Argentina gobernada por el capitalismo liberal, iliberal o libertario?

Día a día se agudiza la crisis brutal que atraviesa el pueblo argentino, en especial los argentinos pobres. Creo que es momento de recordar lo que dijo el Santo Padre en ocasión del Encuentro de Movimientos populares en Modesto, California, del 16 -19 de febrero de 2017.

“No debemos quedar paralizados por el miedo, pero tampoco quedar aprisionados en el conflicto…En el idioma chino, que expresa la ancestral sabiduría de ese gran pueblo, la palabra crisis se compone de dos ideogramas: Wēi que representa el peligro y Jī que representa la oportunidad.” (Idem citado ut supra)

“El peligro es negar al prójimo y así, sin darnos cuenta, negar su humanidad, nuestra humanidad, negarnos a nosotros mismos, y negar el más importante de los mandamientos de Jesús. Esa es la deshumanización. Pero existe una oportunidad: que la luz del amor al prójimo ilumine la Tierra…” (Papa Francisco, lug. Cit, ut supra)

Los sistemas económicos de estilo elegante y del dios dinero

“Las heridas que provoca el sistema económico que tiene al centro al dios dinero y que en ocasiones actúa con la brutalidad de los ladrones de la parábola (del Buen Samaritano, ver Ev. Lucas 10:25-37), han sido criminalmente desatendidas… no se hace nada sistemático para sanar las heridas sociales ni enfrentar las estructuras que dejan a tantos hermanos tirados en el camino. Esta actitud hipócrita, tan distinta a la del samaritano, manifiesta la ausencia de una verdadera conversión y un verdadero compromiso con la humanidad.” (Papa Francisco, lug. Cit, ut supra). Los heridos están ahí, son una realidad. El desempleo es real, la violencia es real, la corrupción es real, la crisis de identidad es real, el vaciamiento de las democracias es real. La gangrena de un sistema no se puede maquillar eternamente porque tarde o temprano el hedor se siente…” (Papa Francisco, lug. Cit, ut supra).

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