A dos años de la creación del Grupo de Rammstein

Está integrado por los ministros de Defensa de la OTAN y sus aliados extra regionales. Comenzó a funcionar dos meses después de la invasión rusa a Ucrania

El secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin, y su contraparte ucraniano, Oleksii Reznikov, durante la reunión en la base de EEUU en Ramstein, Alemania (REUTERS/Kai Pfaffenbach)

La 21° reunión mensual del Grupo de Contacto de Rammstein, integrado por los ministros de Defensa de la OTAN y sus aliados extra regionales, tuvo lugar el 26 de abril en forma remota. Fue al cumplirse dos años del funcionamiento de este Grupo, creado a los dos meses de la invasión rusa a Ucrania. El tema central fue el apoyo militar en materia de equipamiento y armamento para Ucrania, el que llevaba seis meses de demora por la resistencia de legisladores de Trump en la Cámara de Representantes.

La reunión fue presidida, como sucede mensualmente, por el Secretario de Defensa de Estados Unidos, el general Lloyd Austin. Enfatizó el avance que había significado la decisión del Congreso norteamericano de otorgar asistencia militar a Ucrania por sesenta y un mil millones de dólares, tras la demora mencionada.

Para la OTAN y el gobierno ucraniano, esta dilación permitió a Rusia varios avances en el frente, que causó desmoralización en las fuerzas ucranianas. Esta decisión implicará la entrega en el corto plazo de material militar por seis mil millones de dólares, incluyendo en los primeros envíos misiles Patriots y más artillería y munición para ella. Austin manifestó que la ayuda prevista se entregará “lo antes posible”.

Entre los objetivos planteados está el de apoyar a Ucrania para que tenga una industria de defensa autosuficiente, con capacidades propias en defensa aérea, tecnología de la información y drones. Coincidiendo con los líderes europeos, el jefe del Pentágono aseguró que si Putin prevalece en Ucrania, “las consecuencias de seguridad serían globales”. Sostuvo a su vez que, en setecientos noventa y tres días de guerra, Ucrania ha mantenido a sus fuerzas militares frente a la agresión rusa.

En su presentación, Austin amplió detalles sobre los suministros militares a Ucrania. Los países del Grupo de Contacto de Rammstein le han proporcionado a Ucrania tres mil vehículos blindados, incluidos más de ochocientos tanques de batalla principales; decena de miles de misiles antitanque; durante el año en curso se entregará un escuadrón de aviones de combate F-16 -provenientes de Dinamarca, como los adquiridos por Argentina recientemente- junto con pilotos y personal de mantenimiento, entrenados en países del Grupo de Contacto, y se han comprometido setenta sistemas de defensa aérea de mediano y largo alcance, junto a miles de misiles. Austin alabó luego la decisión de la República Checa de enviar cientos de miles de proyectiles artillería obtenidos de diversos países del Grupo; el Reino Unido aprobó un paquete de ayuda militar de seiscientos veinte millones de dólares y Alemania donó otro sistema de misiles Patriot. El jefe del Pentágono confirmó que Estados Unidos enviará con carácter de urgencia munición para baterías HIMARS, que permite atacar posiciones rusas lejos del frente, munición de artillería avanzada de ciento cincuenta y cinco milímetros y sistemas de defensa aérea en vehículos blindados. Austin reiteró que la necesidad más perentoria para Ucrania es conseguir mejorar sus defensas antiaéreas para evitar que Rusia mantenga la hegemonía aérea.

Tanto el presidente ucraniano como el Secretario de la OTAN reconocieron los efectos negativos que había tenido la demora estadounidense. Volodimir Zelensky señaló que esta dilación había permitido a Rusia lograr avances en el frente. Por su parte, Jens Stoltenberg sostuvo que la amenaza de Rusia para Europa había aumentado. Ambos se mostraron optimistas en que Ucrania pueda recuperar la iniciativa si los nuevos envíos llegan a tiempo. Cabe señalar que se espera una nueva ofensiva rusa coincidiendo con el verano boreal, a partir del 21 de junio.

Por su parte, el ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umerov, al terminar la reunión dijo: “Hoy se celebra el segundo aniversario”, refiriéndose a la creación del Grupo y agradeció a los cincuenta y cuatro países el apoyo recibido. Recordó que se habían constituido “ocho coaliciones” con objetivos específicos en los últimos meses para acelerar el trabajo para reforzar las capacidades ucranianas “en campos cruciales como la fuerza aérea, la defensa aérea, la artillería y la seguridad marítima”. Destacó que “esta unidad y esta solidaridad fueron posibles gracias a los esfuerzos activos del Secretario de Defensa de Estados Unidos” de hecho el líder del Grupo de Rammstein. Por su parte, el portavoz del ministerio de Defensa ucraniano, Dimitro Lazutkin, dijo que su país había recibido un total de ciento catorce mil millones de dólares desde la creación del Grupo dos años atrás.

Hacia adelante queda planteado un tema: la intención de la OTAN de tomar bajo su control al Grupo de Contacto de Rammstein. La representación de los treinta y dos países de la Alianza atlántica ante la organización ha sido asumida por los ministros de Relaciones Exteriores desde sus inicios, setenta y cinco años atrás. El grupo de Rammstein, por el contrario, está integrado por los ministros de Defensa y liderado por el Jefe del Pentágono, quien decide de por sí las incorporaciones. En los dos años transcurridos desde su creación ha ido ampliando su capacidad y tiene el rol decisivo en la reunión y distribución del armamento que se entrega a Ucrania.

En los hechos, la OTAN define las grandes orientaciones estratégicas, pero la conducción operativa del apoyo está en manos del Grupo de Contacto. La alianza ve con preocupación esta acumulación de poder militar fuera de la organización por parte de los ministros de Defensa. Además, hay veintidós países que se integran directamente al mismo, que son los países aliados de la OTAN extra-zona, ya sean socios globales o que sólo coinciden con ella en objetivos específicos.

Una vista general de la reunión entre los delegados de la OTAN y las autoridades de defensa de Ucrania presidida por Lloyd Austin en Ramstein (REUTERS/Kai Pfaffenbach)

Desde su creación, se han integrado al Grupo países claves ajenos a la alianza atlántica. Del Índico, se incorporaron dos aliados firmes de EE.UU., Australia y Nueva Zelanda. En Asia otros dos, Japón y Corea del Sur. También las tres ex repúblicas soviéticas que han iniciado el proceso de incorporación a la OTAN: Georgia, Moldavia y Ucrania. De Europa, Austria, Irlanda y Bosnia-Herzegovina, que ha iniciado el proceso para ser parte de la Alianza Atlántica, y Kosovo. De África están Túnez, Kenia y Liberia. En total son 52 países. Pero hay también otros que han cooperado militarmente con Ucrania sin integrar el Grupo y lo han hecho a través de él: Azerbaiyán. Camboya, Jordania, Israel, Marruecos, Pakistán, Sudán y Taiwán. De América Latina, sólo Colombia -es el único país de esta región que es “socio global” de la OTAN- participó de las primeras reuniones, pero fue suspendido tras el triunfo electoral del presidente Gustavo Petro en 2022.

Incorporarse al Grupo no requiere ninguna formalidad, sólo la aceptación por parte del Jefe del Pentágono. Es un mecanismo simple y directo frente a la categoría de socio global que tiene la alianza atlántica, y que requiere un proceso de por lo menos dos años.

El argumento de la burocracia de la alianza liderada por Stoltenberg -que deja su cargo el 1° de octubre y sería reemplazado por un holandés- propone poner al Grupo de Rammstein bajo los “auspicios” de la OTAN, una forma diplomática de establecer un control. El argumento no público es que de esa forma se limitarían los cambios drásticos que de hecho produciría un eventual gobierno estadounidense de Trump sobre el funcionamiento de la OTAN.

Cabe señalar que esta alianza militar ha planteado la posibilidad de centros regionales de instrucción militar para países afines en distintos lugares de África, Medio Oriente y Asia, para ampliar sus capacidades y tener posibilidad de actuar extra-zona.

En junio, en paralelo a la Cumbre del G7, se reunirán los Jefes de Gobierno de la OTAN. Será una reunión crucial. En la del año pasado se continuó caracterizando a Rusia como amenaza y a China como desafío. Esto comenzó a cambiar en los primeros días de 2024, cuando los líderes de la OTAN comenzaron a plantear que un triunfo ruso en Ucrania va a anticipar una invasión a Europa. Pero el 5 de abril, al cumplirse el 75° aniversario de la creación de la OTAN, Stoltenberg fijó un nuevo oponente: la cooperación en materia de equipamiento militar entre Rusia, China, Irán y Corea del Norte, un cambio de significación.