Cada tanto sucede. Sí, aunque nos cansemos de explicarlo y seamos claros con cada concepto, no hay forma. Cada determinado tiempo, se reinicia la campaña del miedo. Es algo que pasar en países con escasa seguridad jurídica, como Argentina, especialmente antes de una amnistía o regularización fiscal. ¡Dado que el pagador de impuestos no siente ninguna inclinación natural por acogerse a dichos regímenes, hay que asustarlo!
Generar dudas, confusiones, preguntas e incertidumbre. Ese es el objetivo de quienes lideran esas campañas del miedo. Y ojo que no nos referimos sólo a miembros de la clase política o a funcionarios de AFIP, sino también a algunos profesionales. Si logran que las personas actúen guiadas por ese miedo, habrán ganado. Pero como es sabido, el conocimiento es poder y, por eso, me esfuerzo siempre por brindarles información clara y precisa.
Si bien ya lo he hecho en varias ocasiones, creo que hoy vale la pena recordar -una vez más- qué se puede hacer para proteger los patrimonios.
Es importante saber que no necesariamente debe liquidarse una sociedad, fundación o trust por haber ingresado al blanqueo.
Más allá del blanqueo en sí mismo, lo realmente importante es estructurarse patrimonialmente, lo antes posible. Esto implica, entre otras cosas, pensar con claridad de qué forma se para uno frente al Estado argentino, desde el punto de vista de la estructura patrimonial. Es importante saber que no necesariamente debe liquidarse una sociedad, fundación o trust por haber ingresado al blanqueo.
Sé que muchos asesores domésticos les van a decir que es “más fácil” tener todo a título personal, pero muchas veces, una simple sociedad extranjera sirve para evitar el impuesto a la herencia vigente en los Estados Unidos, alcanzar un mayor nivel de privacidad y resolver cuestiones sucesorias de manera más eficiente. Por otro lado, una simple sociedad puede ser el primer escalón hacia una estructura fiduciaria más sofisticada que resuelva problemas más complejos y lleve por ende una mayor tranquilidad al propietario de los bienes de que se trate.
Por último, preguntas que todo argentino que pague impuestos debe hacerse antes de decidir acogerse a un nuevo blanqueo:
¿Cambió Argentina en materia de seguridad jurídica, voracidad fiscal y privacidad? ¿Hubo algún cambio relevante en el contexto internacional recientemente, como ocurrió por ejemplo con la inminente puesta en marcha del Common Reporting Standard allá por 2017? ¿Necesito fondos declarados para realizar una inversión puntual o para vivir más tranquilo desde el punto de vista contable?
Una simple sociedad puede ser el primer escalón hacia una estructura fiduciaria más sofisticada que resuelva problemas más complejos
Una vez tomada la decisión, se llega a la más relevante de todas las preguntas: ¿cómo estructuro mi patrimonio una vez que decidí exteriorizarlo o no exteriorizarlo frente a las autoridades tributarias?
Como les digo siempre: lo importante radica en estructurar el patrimonio de la mejor forma posible, cuanto antes. Esto siempre será positivo, independientemente de lo que suceda después. Por supuesto, si pueden hacerlo asesorados por un profesional en el área, mucho mejor.
Así que, ante una nueva campaña del miedo: tranquilidad, información y estructuración patrimonial.