Si de cuidar el planeta se trata, el 22 de abril es una fecha clave del calendario que recuerda la responsabilidad compartida que tenemos como sociedad –tanto personas como compañías- de trabajar día a día para proteger los recursos naturales.
Podemos tomarla como un llamado a la acción, una advertencia de la importancia de pensar estrategias y llevar adelante acciones que impacten de manera positiva en el medio ambiente y de esta manera reforzar nuestro compromiso con la sustentabilidad.
Origen
El Día de la Tierra fue establecido por primera vez el 22 de abril de 1970, impulsado por el senador estadounidense, Gaylord Nelson, quien buscaba crear una conciencia pública sobre los problemas ambientales. Su iniciativa logró movilizar a millones de personas en los Estados Unidos, marcando el inicio de un movimiento ambiental global. Desde entonces, cada 22 de abril se ha convertido en una celebración mundial, reconocida por las Naciones Unidas en 2009, que reúne a comunidades, organizaciones y gobiernos en la defensa del ambiente.
Un llamado a la acción
Esta fecha clave es un momento para celebrar los avances logrados en materia ambiental, pero también, para reconocer los desafíos pendientes y comprometerse con acciones concretas para superarlos.
Específicamente desde las compañías es mucho lo que se puede aportar para conservar la biodiversidad, promover el uso de energías limpias y renovables y luchar contra la contaminación y el cambio climático.
Tomar acciones concretas implica involucrarse y unirse a una comunidad global preocupada por un mundo más verde y justo para todos. Algunas de ellas pueden ser:
Actuar con ética y transparencia en la gestión empresarial. Respeto por los derechos humanos, estrategia del negocio a largo plazo, ética y transparencia en la gestión empresarial, competencia justa.
Colaborar con socios estratégicos para potenciar las oportunidades de negocio. Promoción de la responsabilidad social en la cadena de suministro, evaluación y desarrollo de proveedores, lucha contra el trabajo infantil.
Desarrollar a las personas en sus dimensiones humana y económica. Gestión del personal temporario, salud y seguridad ocupacional, diversidad e igualdad de oportunidades, atracción, desarrollo y retención del talento, conciliación del trabajo y la vida personal.
Interpretar las necesidades de nuestros clientes y lograr satisfacerlas con integridad. Fomento de hábitos de vida saludables, seguridad alimentaria, atención al cliente.
Utilizar consciente y responsablemente los recursos naturales. Uso eficiente del agua, agricultura sustentable, gestión de residuos, manejo sustentable del suelo, gestión de efluentes, protección de la biodiversidad, cambio climático y conservación del ecosistema Eficiencia energética
Promover el bienestar y el desarrollo social de las comunidades. Educación, desarrollo, salud.
Cada acción cuenta y todos tenemos un papel que jugar en la protección de nuestro único y valioso planeta.
El autor es CEO de San Miguel Global