Desde que blockchain apareció en el radar en 2008, gracias al white paper de Satoshi Nakamoto, se convirtió en una tecnología de crecimiento prolífico. Si bien cada vez su adopción es más masiva, está lejos de encontrar su techo. Todo hace pensar que su revolución todavía cuenta con varias instancias a futuro. Es clave entender que la tecnología blockchain, en sus diferentes aplicaciones y casos de uso, como el caso de la Web3.0, son áreas de gran interés por el potencial transformador de diversos sectores.
Sin embargo, existen otros aspectos relevantes a analizar sobre blockchain y su avance durante este último tiempo, que hacen creer que su madurez sigue en ascenso.
En primera instancia, tenemos que hablar de las finanzas descentralizadas. Las criptomonedas y los contratos inteligentes, que son una parte fundamental de estas tecnologías, están transformando el sector financiero. Facilitan transacciones más rápidas, transparentes y seguras, y abren posibilidades para servicios financieros innovadores. Es un hecho que la aprobación de los ETF por parte de la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU generó un gran revuelo y sembró grandes expectativas acerca de cómo avanzará el mercado en el mediano plazo.
Las criptomonedas y los contratos inteligentes, que son una parte fundamental de estas tecnologías, están transformando el sector financiero
Hemos visto casos como los NFTs (tokens no fungibles), el surgimiento de DAOs (Organizaciones Autónomas Descentralizadas) y las aplicaciones descentralizadas (dApps). Es probable que sigan creciendo nuevos modelos de negocio continuando un marco de trabajo plausible, como se comentó en el punto anterior.
Lo mismo sucede con la tokenización, un concepto central en Web3.0 y blockchain, que permite la digitalización y el comercio de activos en formas novedosas. Esto podría impactar en la forma en que se valoran, intercambian y poseen bienes y servicios. Hay que tener en cuenta de que esto todavía se encuentra en una etapa evolutiva y que su aplicación significaría un salto cualitativo y conceptual en las transacciones. Con respecto a tokenomics, se espera que en 2024 tenga lugar el próximo halving de Bitcoin, hecho que ocurre cada aproximadamente 4 años, y consiste en reducir a la mitad la recompensa por minar, controlando la emisión de nuevas monedas, lo que puede influir en la oferta y demanda e impactar potencialmente en el precio de Bitcoin.
Por supuesto que uno de los desafíos más importantes de blockchain es su escalabilidad y el consumo de energía, especialmente con mecanismos de consenso como la Prueba de Trabajo (Proof of Work, PoW). No obstante, hay avances significativos en soluciones más eficientes, como la Prueba de Participación (Proof of Stake), adoptada por Ethereum2.0 previo a realizar “The Merge” a fines del año 2022.
La aprobación de los ETF por parte de la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU generó un gran revuelo y sembró grandes expectativas acerca de cómo avanzará el mercado en el mediano plazo
No se puede negar que igualmente existen desafíos legales y regulatorios significativos, especialmente en lo que respecta a la privacidad de los datos, la seguridad, y el cumplimiento normativo. Si bien es un debate polémico si debieran existir -o no- regulaciones para estas tecnologías descentralizadas, lo cierto es que en ciertas regiones las regulaciones están evolucionando rápidamente en pos de generar un marco de trabajo ordenado y acercar estas tecnologías a instituciones financieras tradicionales.
En resumen, Web3.0 y blockchain son áreas prometedoras y disruptivas con el potencial de cambiar muchas industrias y prácticas actuales. Sin embargo, todavía están en desarrollo y enfrentan desafíos significativos que deben abordarse para su adopción y éxito a largo plazo. No quedan dudas de que todos los esfuerzos que se realicen tendrán resultados de gran impacto, siempre y cuando se mantengan en el tiempo.
El autor es Head of Tech Direction at Startia en Ingenia