Luego de un cierre de febrero para el olvido, marzo logró recuperar terreno. Los activos bajo administración se colocaron por encima de $30 billones, y los flujos hacia estrategias T+1 (fondos en pesos de corta duración) y CER se recuperaron. De hecho, entre ambas, recibieron más de $225.000 millones en las últimas semanas. ¿Qué pasó? Durante la segunda semana de marzo, y en cierta manera sorpresivamente, el BCRA decidió bajar la tasa de interés.
¿Cómo justificó su decisión el mercado? En que la coyuntura económica presenta señales visibles de reducción de la incertidumbre, destacando como argumentos la desaceleración de la inflación, la moderación de emisión monetaria en términos reales y la acumulación de reservas netas. A la vez que también se menciona la estabilidad de la brecha cambiaria -luego de que los dólares financieros cayeron un 13% en febrero-
Y en base a esta coyuntura, el Banco Central tomó tres medidas:
- La reducción de la tasa de política monetaria de una TNA del 100% TNA al 80% (en términos de Tasa Efectiva Anual -TEA-, la llevó de 171,5% a 122,4 por ciento);
- La prohibición de que los FCIs puedan colocar Pases Pasivos en el BCRA; y
- La desregulación de la tasa mínima de interés para las colocaciones de pesos a plazo fijo.
Esto impactó lógicamente en los FCI. Más aún si se considera que la industria se concentra en un 56% en inversiones Money Market o de “liquidez inmediata”. Una participación que, en realidad, ha sido creciente en los últimos años -en gran parte empujada por una coyuntura de fuerte emisión durante mucho tiempo-.
La baja decidida por el BCRA, se hizo sentir rápidamente en lo que ofrecen los T+0 hoy
Sin ir más lejos, la baja decidida por el BCRA, se hizo sentir rápidamente en lo que ofrecen los T+0 hoy. Así sus TNA pasaron del orden del 93% a fines de febrero principios de marzo, a niveles promedio de 70%/72% aproximadamente. Un movimiento que se reflejó sobre el retorno que pasó de niveles del 8% promedio mensual de los últimos meses, a la zona del 6%/6,5% -con devengamientos diarios en torno a 0,2%, contra el 0,25% anterior-.
Impacto que, con racionalidad, tiene relación con la composición de estos fondos. En concreto, estos se componen por cuentas remuneradas, plazos fijos y cauciones bursátiles en un 65%, 24% y 11%, respectivamente.
Ahora, si se analizan los flujos de los T+0 (rescate inmediato), estos se movieron a su propio ritmo. Algo último que en parte se explica porque aún el cepo mantiene encerrada gran parte de esa liquidez, que además hoy se concentra en corporativos y pymes en más de un 60%.
De hecho, si bien la tendencia es negativa, no puede hablarse de un fuerte impacto en términos de flujo (al menos, no como en su TNA). Y basta con mirar los números: pasaron de presentar suscripciones netas por $1 billón en enero, a salidas netas por $910.500 millones en febrero, y un rojo de unos $111.000 millones en marzo.
El efecto derrame
Ahora bien, no sólo los T+0, sufrieron el impacto de la baja de tasas. Otros segmentos puede decirse que se beneficiaron. Por ejemplo, los de Renta Fija T+1. Estos recuperaron gran parte del flujo, y en lo que va de marzo, lograron sumar en promedio unos $132.000 millones y concentraron la gran mayoría de suscripciones después del anuncio del recorte de tasas –aproximadamente unos $146.000 millones en las ruedas posteriores-. Un dato muy positivo, luego de un febrero que cerró con salidas netas por $126.000 millones, o un promedio de $6.600 millones diarios de rescates netos.
De igual modo, luego de la decisión, los CER sumaron flujos positivos por uno $79.500 millones y acumulan en el mes ingresos por más de $70.600 millones.
Entonces, ¿dónde buscar hoy rendimiento? Los Money Market (con lógica) seguirán siendo atractivos para los pesos transaccionales producto, básicamente, de su liquidez inmediata y bajo riesgo -incluso con tasas reales negativas, y expuestas a futuras decisiones de nuevas bajas de tasas (algo que se espera a medida que la economía se vaya estabilizando)-.
En post de obtener una mayor rentabilidad y estar dispuestos a asumir cierto mayor riesgo, la Renta Fija T+1 y las estrategias de cobertura contra la inflación podrían tener alguna repuesta positiva
Sin embargo, existen otras opciones ganando espacio. En este escenario, y en post de obtener una mayor rentabilidad y estar dispuestos a asumir cierto mayor riesgo, la Renta Fija T+1 y las estrategias de cobertura contra la inflación podrían tener alguna repuesta para el inversor.
Hoy, en cuanto a tasas, los primeros ofrecen Tires del orden de 120%/130%, -con máximos cercanos al 200%- y una duration de 80 días promedio.
En cambio, los fondos de cobertura mantienen un spread negativo sobre CER cercano al 30% y durations promedio de 300 días. En términos de volatilidad, los T+1 promedian un 7% (unos tres puntos más que los MM) y los CER cerca de 21%. Por último, en cuanto a rendimiento, los T+1 acumulan en marzo subas del 7,6% y los CER del 12,9 por ciento.
La autora es Analista de Fondos de Portfolio Personal Inversiones (PPI)