El “Flat Tax” o la equidad tributaria soñada por Alberdi

Se trata de una transformación radical, simplificando el sistema y asegurando la supervivencia del sector productivo

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El sistema tributario argentino, obsoleto
El sistema tributario argentino, obsoleto y complejo, ha asfixiado a emprendedores con altas alícuotas y complejidades burocráticas absurdas (Télam)

La economía de Argentina se encuentra en un estado crítico, con un PBI en caída negativa durante más de una década, un empleo formal en niveles similares a los del 2010 y un nivel de pobreza que afecta a más del 50% de la población.

Este desastre económico se debe a una combinación de un sistema históricamente “estatista” y el daño causado por los populismos que afectan no sólo a Argentina sino a toda la región.

El sistema tributario argentino, obsoleto y complejo, ha asfixiado a emprendedores con altas alícuotas y complejidades burocráticas absurdas. La propuesta de adoptar un impuesto plano o “flat tax” busca una transformación radical, simplificando el sistema y asegurando la supervivencia del sector productivo.

En los albores de la República Argentina, Juan Bautista Alberdi decía: “Contad a todos los medios de ganar y de vivir que se conocen en nuestra sociedad y no dejéis uno sin impuestos. Que la contribución pese sobre todos igualmente y sobre cada uno según sus fuerzas: he ahí la igualdad del impuesto”.

La propuesta de adoptar un impuesto plano busca una transformación radical, simplificando el sistema y asegurando la supervivencia del sector productivo

Lo que Alberdi proponía era un sistema tributario equitativo, donde todos los ciudadanos contribuyeran al Estado según sus posibilidades económicas, sin importar su fuente de ingresos o estilo de vida. Entendía que todas las ocupaciones y formas de vida debían ser gravadas, pero de manera proporcional a la capacidad de pago de cada individuo, asegurando así un reparto justo de la carga impositiva.

Sorprendentemente, la visión de Alberdi se alinea con el concepto de impuesto plano formalizado por los economistas Robert E. Hall y Alvin Rabushka en el libro “The flat tax” de 1985, que compartía los principios de equidad y proporcionalidad visionados por Alberdi.

El sistema planteado por Hall y Rabushka propone un impuesto sobre la renta de tasa baja y única, gravando por igual a las diferentes modalidades productivas: trabajo, capital y consumo. Es decir, se grava por igual a todo tipo de contribuyente sin ningún tipo de exención y sin importar su ubicación geográfica.

El sistema planteado por Hall
El sistema planteado por Hall y Rabushka propone un impuesto sobre la renta de tasa baja y única, gravando por igual a las diferentes modalidades productivas: trabajo, capital y consumo

Este sistema sólo permite la exoneración a partir de cierto nivel de ingresos, igual para personas físicas como jurídicas; y por su sencillez elimina la doble tributación, la evasión y la elusión, los costos adicionales de profesionales y disminuye el tiempo invertido en el pago y declaración de tributos.

Imagine que hay un impuesto único del 15%. Si se gana $1000, pagaría $150. Si ganas $2.000, pagaría $300, y así sucesivamente. No hay escalas ni categorías complicadas, solo una tasa plana para todos y un nivel base de exención de fácil comprensión y liquidación. Se trata de un sistema tributario inteligente, eficiente, simple y por sobre todo justo.

Antecedentes

El Flat Tax ha sido implementado con éxito en Hong Kong, Estonia y Letonia, generando aumentos significativos en la recaudación y promoviendo el crecimiento económico de dichos países. En contraste, en la Argentina, debido a las lamentables políticas tributarias y un exceso de populismo y despilfarro de los recursos del Estado, no ha podido superar los 14 puntos de la recaudación respecto del PBI desde los años setenta.

El Flat Tax ha sido implementado con éxito en Hong Kong, Estonia y Letonia, generando aumentos significativos en la recaudación y promoviendo el crecimiento económico

Este sistema simplifica mucho las cosas. No hay que preocuparse por entender diferentes reglas o por encontrar formas de reducir, evadir o eludir lo impuestos. Es más fácil de calcular y de administrar tanto para los contribuyentes como para la autoridad de aplicación.

Para poder llevar adelante este cambio del sistema tributario, es necesario un acompañamiento de las Provincias con el Gobierno Nacional y la sociedad.

El Pacto del 25 de Mayo que propone el Presidente bien podría ser la oportunidad cúlmine para darle al país de un futuro de crecimiento económico y eliminación de la pobreza, a partir de un sistema impositivo ágil y transparente.

La autora es Abogada, Senior Research Fellow de la Fundación Internacional Bases

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