¿La Libertad, Avanza?

Éxito o fracaso del cambio, aspectos económicos y no económicos

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Javier Milei (REUTERS/Agustin Marcarian)
Javier Milei (REUTERS/Agustin Marcarian)

En Argentina, país devastado tras dos décadas de populismo que completó su período con un grado de empobrecimiento social inédito para un país que se encontraba entre los más ricos hace 100 años (Presidente Milei dixit), el gobierno anterior no apeló a ninguna opción de política económica que intentara al menos morigerar un rumbo tan decadente, resultado de su rigidez ideológica y la obsesión por defender a ultranza sus propios fracasos en el tiempo. De hecho, dejó que la última gestión pudiera titularse de “anarco-populismo” donde cada cual tomaba su decisión menos quienes se suponía que debían hacerlo.

De dónde venimos

Un aspecto llamativo del pensamiento político de la población de Argentina se refiere a la tendencia a prolongar más allá de la evidencia las causas del fracaso de las políticas implementadas por un gobierno.

Como ejemplo, y en el caso de indicadores clave como el incremento del nivel de pobreza, la inflación, el atraso cambiario, el endeudamiento y la caída de reservas del BCRA, la respuesta más frecuente para el pensamiento populista fue que de los diez y seis años de su gobierno (2003-2015 / 2020-2023) no hubo errores ó si los hubo el origen de los fracasos debe buscarse en los cuatro años de Macri (2015 / 2019). Es decir, que a pesar del transcurrir de los años la causa de los mayores desaciertos del populismo en casi dos décadas se concentraron a su juicio en los ocasionados por “la derecha”, los medios concentrados, y el FMI.

Las consecuencias de la mala praxis populista ha sido sistemáticamente negada a pesar de su obviedad y gravedad. Hechos tales como las evidencias de los casos de corrupción (considerados invento de los medios concentrados), nacionalización de YPF (USD 16.000 millones culpa de los buitres), pasividad y negativa para enfrentar al narcotráfico (el narco ya ganó), Memorandum de Entendimiento con Irán (CFK aportó un avance clave para la causa!?), errores de gestión frente a la pandemia (culpa de Pfizer), y la delirante política económica de Massa (plan platita) entre otros, no son reconocidos como reales sino como invenciones y acusaciones espurias para las cuales “no hay pruebas”.

Las consecuencias de la mala praxis populista ha sido sistemáticamente negada a pesar de su obviedad y gravedad

Frente a tan descomunal ausencia de aceptación de errores propios y de autocrítica debe tenerse en cuenta que la expresidenta mencionó y consideró como ofensiva para la dignidad de su gestión sólo un caso, el de los bolsos de López, un error del que ella no tenía conocimiento.

Cuando la negación logra tal preponderancia no sólo en estratos de bajo ingreso y nivel educativo, sino también en poblaciones de elevado poder adquisitivo y formación profesional, estamos frente a un fenómeno complejo de psicopatía social, que revela ausencia de raciocinio y negación de errores propios no sólo de la política económica sino de todas las medidas de gobierno.

Es pública la información acerca del monto inconcebible de recursos apropiados ilegalmente en concepto de comisiones y reconocimiento de coimas en cientos de obras realizadas parcialmente o no realizadas, mediante planes cobrados pero inconclusos de viviendas, cloacas, agua corrientes, gas, caminos, comunicación, hospitales, colegios, la gran mayoría gestionados por organizaciones sociales como fuentes de dinero para financiamiento de la política y enriquecimiento individual.

La ausencia de un cambio tendiente a evitar el caos social y económico que se aproximaba claramente desde 2022 y en 2023 no mostró sólo el fracaso originado en los defectos de un gobernante de reducida creatividad, racionalidad de gestión y capacidad decisoria, sino más bien la búsqueda del fracaso como objetivo mediante la actitud pasiva y observante de la VP, que en lugar de aportar algún cambio de rumbo que evitaran el creciente desmérito de su propia organización política, permaneció a la espera del desenlace de la crisis, y con ello dio como resultado el triunfo de La Libertad Avanza.

¿La Libertad, Avanza?

Cuáles son los riesgos económicos y no-económicos en la primera etapa del cambio?

No por negativismo sino por realismo, bajo las condiciones iniciales en las que asumió el Presidente Milei los riesgos de incumplimiento son muy superiores a las chances de éxito al menos para el primer año.

La gestión del primer trimestre acumula más aspectos negativos que logros positivos

La grave situación económico-financiera heredada, que cerró su última escena populista de marketing político con el “plan platita”, requerirá de un período prolongado, tal vez tan prolongado como el gubernamental de cuatro años para reconstruir la pérdida de capital y volver a la inversión productiva, si es posible reinventar la confianza local y externa.

“No hay plata” no es un dicho que afecta sólo al corto plazo, sino a uno y más años, dado que no se refiere sólo a los ingresos para los gastos corrientes de corto, sino también y quizás de mayor relevancia al capital para la inyección de fondos que dinamicen la producción en franco declive.

El mayor perjuicio de corto son los ingresos percibidos que se reducirán aún más en términos reales, en particular jubilaciones y pensiones, docencia, salud, servicios públicos y trabajadores fuera del sistema, mientras que para aquéllos que se desempeñan en relación laboral dependerá de las capacidades de negociación salarial en cada caso.

Las condiciones no económicas, es decir la magnitud motivacional para “pasar el invierno” son igualmente complejas y es impredecible para cualquier modelo, aunque habría que probar la IA, sobre cuál sería el máximo tiempo socialmente aceptable.

La gestión del primer trimestre acumula más aspectos negativos que logros positivos, dado que a pesar del descenso de la inflación y cierta estabilidad cambiaria ofrecen una leve mejora, inestable, con respecto a diciembre 2023, y mirando hacia el futuro de corto plazo, diversas medidas en proceso de implementación impactarán reduciendo aún más el ingreso real de los individuos y las familias, y las expectativas empresariales.

Aspectos clave del modelo anarcolibertario como el libre mercado, la apertura comercial competitiva, la libertad individual y la urgente eliminación de la intervención del Estado requerirán de un tiempo prudencial para no acentuar la profundidad de la crisis heredada, teniendo en cuenta además la necesidad de evitar conflictos sociales y mantener el apoyo de quienes aportaron el 56% de los votos.

Conceptos libertarios y expectativas

La Libertad Avanza dio comienzo a un nuevo período que los argentinos y el mundo observan con atractivo como a todo lo nuevo, y con expectativas de cambio real y creíble, en un país acostumbrado a que el cambio posterior a la asunción del gobierno entrante esté con frecuencia basado en la mentira y la consecuente frustración de los votantes (“si hubiera dicho lo que iba a hacer no me hubieran votado”).

Se sabe que el modelo libertario y el marxista proponen dos enfoques opuestos como soluciones lógicas y racionales frente a la mala praxis y falta de eficiencia y eficacia de la sociedad capitalista.

En el límite del modelo libertario debería prescindirse del mismo, pues su accionar no garantiza sino que impide la libertad del individuo

En el primer caso se plantea la eliminación de toda acción del Estado que pueda afectar el desempeño del mercado libre y la soberanía del individuo.

Sostuvo el economista de la escuela austríaca Murray Rothbard que “en lugar de hablar de ‘soberanía del consumidor’ sería más preciso afirmar que en el mercado libre hay soberanía del individuo en cuanto a su persona y a sus propios bienes”, pues nadie es soberano respecto de los actos o intercambio de cualquier otro”, en particular del Estado. En el límite del modelo libertario debería prescindirse del mismo, pues su accionar no garantiza sino que impide la libertad del individuo.

Por el contrario en el concepto marxista (y en el keynesiano-comunista agregaría aunque erróneamente el Presidente), libertad y soberanía del individuo son incompatibles con la propiedad privada y el libre mercado, sea este de naturaleza competitiva ó monopólica, pues la producción es de propiedad estatal, y si no lo fuera en caso de ser privada y/ó mixta, el Estado populista ó comunista es quien finalmente toma las decisiones y ejerce el control de manera directa ó indirecta. En este modelo la soberanía no es de los individuos como tales, sino del “individuo socialmente considerado”.

La propuesta política “libertaria” ha logrado su éxito político y asumido el desafío de una prueba novedosa, consistente en incorporar racionalidad, acabar con la burocracia e ineficacia en la gestión del Estado, plagado de impericia crónica y de corrupción sistemática desde el núcleo del poder político, y sobre todo poner fin a la “casta” conformada por el poder político-sindical-prebendario.

Hemos ingresado en el nuevo universo libertario, el cual puede ser exitoso pero requerirá de un significativo período de gobierno conducente al bienestar y no a la confrontación, porque su inserción en este contexto que viene del pasado debe lograr alinear las medidas con la cruda realidad heredada.

El ser argentino, su realidad y su cultura se encuentran demasiado distante de la cultura austríaca de Hayek y Rothbard, y un proceso de aprendizaje y alineación de las ideas será imprescindible para evitar el fracaso.

Conclusión y sugerencia

Entre los diversos significados del concepto de “libertad” en las escuelas del pensamiento filosófico, económico y político John Stuart Mill postulaba que “la libertad es aquélla facultad del ser humano de llevar a cabo o no una determinada acción según su inteligencia o voluntad” pero aclaraba que “El hombre no dispone de una posibilidad absoluta de elegir… no es posible ejercer una supuesta libertad en perjuicio de otros”, ni aceptar que “el ejercicio de la libertad nos exime de la obligación de atender nuestras necesidades básicas”.

“Avanzar” consiste en prosperar respecto de un momento de partida, de tal modo que cuanto menos deseado y más negativo sea dicho momento, más complejo resultará dicho avance.

La probabilidad de éxito del gobierno del Presidente Milei dependerá del respeto a los derechos del individuo, evitando al menos dos aspectos clave:

  1. Que el ajuste económico y el déficit cero no implique un reducción exagerada del ingreso de jubilaciones y pensiones iniciado con el tan desacertado sistema de actualización implementado por el gobierno anterior-
  2. Que las decisiones de política relevantes para el largo plazo (como lo es la designación de miembros de la Corte) y la construcción de confianza no resulten contrariadas por el incumplimiento de las promesas de campaña de LLA, de lo cual ya hay varios ejemplos.

El autor es doctor en Economía de la UBA

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