No hay ningún impuestazo en la provincia de Buenos Aires

Tras el llamado del legislador oficialista, José Luis Espert, a no pagar aumentos de impuestos bonaerenses, el titular de ARBA dio su respuesta oficial

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El titular de ARBA detalló
El titular de ARBA detalló los efectos de la Ley Impositiva 2024 en el distrito

La Constitución de la Provincia de Buenos Aires dispone que corresponde al Poder Legislativo establecer los impuestos y contribuciones necesarios para el normal funcionamiento del Estado. En consecuencia, como cada año, el 28/12/2023 la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires aprobó por amplia mayoría la Ley Impositiva 2024 (N°15.479), que es la norma que estableció las pautas de emisión de los impuestos patrimoniales: inmobiliario urbano, edificado y baldío; inmobiliario rural; automotores y embarcaciones. El Poder Legislativo establece las pautas y el Poder Ejecutivo las aplica.

En relación al impuesto inmobiliario rural, la Ley Impositiva estableció en su Artículo 10 una escala de topes (progresivos) para definir los incrementos a emitir este año en relación al año pasado. Según el valor de la base imponible sobre la que paga el impuesto cada propiedad, se definieron topes de: 140% (112.117 partidas; 37,28% del total), 180% (46432 partidas; 15,44%), 190% (60.874 partidas; 20,24%) y 200% (79.162 partidas; 26,32%), quedando por fuera de esos topes aquellas propiedades con una base imponible superior a $198.940.000 para el valor de las tierras.

En la Provincia de Buenos Aires existen 300.723 partidas rurales, y solo 2.138, un 0,71% del total, tienen una valuación superior a los $198.940.000 de base imponible, que guarda una relación con los precios de mercado de 1 a 20, en promedio. Es para ese reducido y exclusivo grupo de partidas, con un valor de mercado superior a los USD 3.000.000, que la ley impositiva estableció que no aplicaría ningún tope.

Como es de público conocimiento, en febrero se registró una inflación mensual de 13,2%, ubicándose la inflación interanual en +276,2%. La conclusión evidente, entonces, es que más del 99% de los propietarios rurales recibió este año incrementos por debajo de la inflación en su impuesto inmobiliario rural.

Por eso, al revés de lo que plantea el diputado José Luis Espert, y que apoya el presidente Milei, deberíamos decir, en rigor, que Kicillof está bajando el impuesto rural, no aumentándolo. Y, en igual sentido, lo que resulta evidente es que no hubo ningún impuestazo en la Provincia de Buenos Aires.

Además, si ponemos la cuestión en perspectiva, resulta que el impuesto inmobiliario rural, en promedio, viene bajando, en términos reales, durante la gestión de Kicillof: en 2023 fue un -18,5% menor que en 2019, último año de la gestión de Vidal. En base a la ley impositiva 2024, este año se ubicará en niveles similares (un -16,3% debajo de 2019).

También es importante resaltar que la reducción impositiva al campo se llevó a cabo de forma tal que la carga resultara mejor distribuida entre los propietarios, de un modo más acorde a la real capacidad contributiva de cada cual.

Hoy la mitad de las partidas de menor valuación pagan un -86,6% menos que en 2019, en términos reales. Para las partidas entre el 50% y el 90% de mayor valuación, la reducción en el impuesto, en términos reales, fue de -15,2%. Por último, el 10% de los propietarios de los campos de mayor valuación pagan, en promedio, un -10,6% menos que en 2019, siempre en términos reales.

Finalmente, pero no menos importante, cabe mencionar que durante 2023 un gran número de productores agropecuarios bonaerenses atravesaron una profunda crisis, ocasionada por la sequía, lo que motivó que el gobernador decretara la emergencia agropecuaria para las zonas afectadas, otorgando beneficios impositivos a 25.222 partidas rurales, por unos $4.200 millones.

Lo mismo ocurre con el impuesto inmobiliario urbano edificado. La ley estableció incrementos con una escala progresiva de topes, llegando el máximo a 200%, salvo para los tramos de mayor valuación fiscal. Más del 99,9% de las propiedades recibió un incremento por debajo de la inflación interanual.

Asimismo, comparando 2023 con 2019, en promedio, el impuesto inmobiliario urbano edificado se redujo en un -11%. La mitad de las propiedades de menor valuación pagó un -61,4% menos que en 2019. Aquellas entre el 50% y el 90% de mayor valuación pagaron un -23,8% menos. Y las 10% de mayor valuación pagaron un 2% más que en 2019. Se redujo la carga sobre el conjunto, pero distribuyendo mejor el peso según la capacidad contributiva de cada propietario.

No confundamos a la gente: no hubo, ni hay, ningún impuestazo en la Provincia de Buenos Aires.

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