Una ciudad donde se viva cada día mejor

Todos podemos ser parte de la solución frente a los desafíos que presenta el cambio climático

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Lluvia en la ciudad de Buenos Aires
Lluvia en la ciudad de Buenos Aires

Con las tormentas de la última semana la Ciudad de Buenos Aires superó un récord que no se daba desde marzo de 1994. El martes 13 llovió más de lo que debería haber llovido a lo largo de todo el mes. En barrios como Villa Soldati, Mataderos y Parque Avellaneda cayeron más de 200 mm en 3 días, cuando el promedio mensual en esta época es de 120 mm.

Los temporales climáticos nos obligan a adoptar medidas frente a situaciones de emergencia que hace unos años eran impensadas y a contar con un plan de prevención, gestión y alerta temprana sostenible en el tiempo. Los desafíos que enfrentamos son realmente serios y como gobierno tenemos que ser resilientes y adaptarnos al cambio climático, que en gran medida es producto de las acciones humanas.

En los últimos 16 años la Ciudad de Buenos Aires ha invertido en un plan hidráulico muy importante con el fin de optimizar las cuencas del arroyo Maldonado, del Vega y del Cildañez que beneficiaron a cientos de miles de vecinos. Hoy la infraestructura de la ciudad está preparada para tolerar un umbral de tormentas de entre 50 y 80 milímetros por hora, más que lo establecido por el Servicio Meteorológico Nacional que marca para toda la provincia 70 milímetros en 12 horas.

Trabajamos en el mantenimiento de toda la red pluvial y hacemos obras de mejora para facilitar el escurrimiento del agua. Seguimos buscando lugares dónde sumar superficie verde absorbente y sostenemos la puesta en valor de plazas, parques y áreas ambientales. También tenemos un plan de reposición de ejemplares de arbolado y plantación de especies aptas para barrios que así lo requieran.

Todos, gobierno y ciudadanos, tenemos que comenzar a practicar conductas elementales que nos invitan a emprender un camino de cambio de hábitos: un dato local indica que el 50% de los desechos que arrastra la corriente de agua de lluvia son residuos plásticos tirados en las calles; por eso es fundamental respetar el horario entre las 19 y las 21 horas para sacar los residuos a los contenedores; evitar el uso del auto durante las fuertes lluvias; darle importancia a las alertas tempranas por tormentas; cambiar la forma en que compramos y consumimos para generar cada vez menos residuos y estacionar nuestros vehículos en lugares donde no se obstruyan las alcantarillas y bocas de tormenta.

Todos podemos ser parte de la solución frente a los desafíos que presenta el cambio climático y hacer de Buenos Aires una ciudad donde se viva cada día mejor.

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