2025 queda muy lejos… y el 25 de Mayo también

El foco en las elecciones de medio término para ganar músculo legislativo luce o aparece como algo novedoso o que estaba oculto y que resulta en cierta medida sorprendente

El Presidente hizo una suerte de árbol de los escenarios más probables que se abren de ahora en más a partir de la oferta a gobernadores del viernes primero de marzo (AP)

La prédica del Presidente siempre ha sido que sólo piensa en hacer lo que hay que hacer y que si el precio de querer arreglar este país es el ostracismo, allí lo encontrarán con orgullo.

El vocero presidencial Manuel Adorni dio a conocer a través de las redes sociales un esquema de puño y letra del Presidente Javier Milei sobre su visión del Pacto de Mayo. Una suerte de árbol de los escenarios más probables que se abren de ahora en más a partir de la oferta presidencial del viernes primero de marzo.

Tal vez la idea de hacer público el garabateo presidencial haya respondido a mostrar lo pensado de la estrategia presidencial. Una suerte de jugada magistral de ajedrez en la que el jugador anticipa los próximos movimientos y en todos los casos obtiene el resultado buscado. En este caso: potenciar las perspectivas electorales del año próximo.

Si todo sale bien, se acepta la propuesta, se aprueban las leyes previas, se firma el Pacto del 25 Mayo, todo resulta “genial”, “mejora la economía” y “potencia el 2025″. Si todo sale mal, no se acepta la propuesta o no se aprueban las leyes o no se firma el pacto, el conflicto opera como divisoria de aguas y el “Principio de Separación o Revelación” “potencia el 2025″.

Para la reflexión

El pensamiento presidencial llama a la reflexión desde diversos ángulos:

1. Es probable que estemos frente a una toma de conciencia del Presidente (como lo señalaron algunos miembros de “la casta”) de que no es posible gobernar sin un partido nacional y sin potencia legislativa. Pero cabe preguntarse si esa conciencia política no podría nublar o relativizar la voluntad de avanzar con todas las medidas antipáticas que aún están pendientes. El ajuste fiscal y la mejoría del balance del BCRA son precarios y parciales y las correcciones de precios relativos apenas han arrancado. Se completarán esas correcciones o quedarán para más adelante y si es así, hay alguna chance de estabilizar exitosamente?

El ajuste fiscal y la mejoría del balance del BCRA son precarios y parciales y las correcciones de precios relativos apenas han arrancado

2. Lamentablemente para los deseos presidenciales, todavía falta muchísimo, en términos económicos para 2025. El Presidente parece reconocer que si todo sale bien en lo político, la macro mejora. Pero está pensando que con el programa tal como lo conocemos alcanza o ¿avizora para después de mayo un nuevo programa de estabilización? Más creíble y por ende más efectivo, formulado desde la plataforma de gobernabilidad que dará el cumplimiento de los prerrequisitos y la firma del Pacto de Mayo y basado en políticas no de emergencia capaces de ser sostenidas en el tiempo. Vale recordar que el ministro Luis Caputo había mencionado que el Paquete de Emergencia presentado el 10 diciembre sería reformulado una vez terminada la etapa de sinceramiento de precios relativos. ¿Se mantiene esa idea original, ahora postergada hasta fines de mayo, o no hay un nuevo programa más adelante?

El ministro Luis Caputo había mencionado que el Paquete de Emergencia presentado el 10 diciembre sería reformulado una vez terminada la etapa de sinceramiento de precios relativos. ¿Se mantiene esa idea (Reuters)

3. ¿Y si sale mal? ¿Cómo se administrará el conflicto? Se hará difícil llegar a las elecciones de medio término con chances de éxito, aun cuando logre su objetivo de dividir las aguas políticas, sin una desinflación más efectiva y con indicadores reales y sociales que en el mejor de los casos podrían ser similares a los actuales. Y sin gobernabilidad luce muy improbable que éste o cualquier otro programa económico logre estabilizar con costos sociales y políticos razonablemente tolerables para la mayoría de los votantes, incluso aquellos que hoy apoyan al Presidente.

4. No sólo falta mucho tiempo para 2025, falta mucho incluso para llegar al 25 de mayo. Sería preferible que el Presidente se concentre durante los próximos 80 y pico de días en mejorar y afianzar la estabilización, que en las ramificaciones del escenario político. La potencia del Pacto sería mucho mayor si para ese entonces el programa ha dejado de ser percibido como transitorio o poco sustentable, ya no por su falta de apoyo político sino por su propia consistencia y fortaleza técnica.

Sería preferible que el Presidente se concentre durante los próximos 80 y pico de días en mejorar y afianzar la estabilización, que en las ramificaciones del escenario político

5. La campaña comunicacional del Gobierno resalta los impresionantes logros obtenidos en materia fiscal y monetaria. Al mismo tiempo, el Presidente, consciente de la necesidad de que esos logros luzcan más permanentes y sustentables ha señalado en todas sus últimas intervenciones públicas que los mismos se deben más a la motosierra que a la licuadora (dado el carácter innegablemente cortoplacista de esta última). Pero, si el autobombo proviene del convencimiento (y no es resultado de una estrategia comunicacional), es probable que no se perciba la necesidad de trabajar para mejorar la calidad del ajuste fiscal y monetario. Además, como mencionara más arriba, la preocupación presidencial por el 2025 podría traducirse en una actitud mucho más conservadora a la hora de tomar decisiones antipáticas aún pendientes.

6. Relacionado con el punto anterior, el árbol de escenarios del Presidente no parece sopesar suficientemente el carácter eminentemente dinámico de la economía. Es como si se diera por supuesto que la macro de hoy será la misma que prevalecerá de aquí en más. Pero resultará difícil que las dinámicas que hoy vemos en materia cambiaria (recuperación de las reservas del BCRA y caída de la brecha), en materia financiera (incremento del precio de los activos financieros y caída de la prima de riesgo país) y en materia inflacionaria (la inflación núcleo volviendo al escalón del 10% mensual) se mantengan y se consoliden de no mediar correcciones al programa en marcha. Y ello es así tanto de aquí al, como después, del, 25 de mayo.

El árbol de escenarios del Presidente no parece sopesar suficientemente el carácter eminentemente dinámico de la economía. Es como si se diera por supuesto que la macro de hoy será la misma que prevalecerá de aquí en más

7. Resulta cuanto menos interesante preguntarse qué sucedería si la situación macro mostrase algunos síntomas de descomposición antes de la firma del Pacto de Mayo. ¿Los gobernadores que se expresaron a favor mantendrían su intención de firmarlo? Y la misma pregunta vale para la aprobación de las leyes que Javier Milei reclama como requisito previo a su firma.

En síntesis, la corrección de los desequilibrios macro está muy lejos de haberse perfeccionado y las dinámicas favorables que hoy rescata el Gobierno podrían darse vuelta incluso antes del 25 de mayo.

La corrección de los desequilibrios macro está muy lejos de haberse perfeccionado y las dinámicas favorables que hoy rescata el Gobierno podrían darse vuelta

El foco presidencial en potenciar las chances electorales de 2025, reveladas por su vocero, introduce un nuevo interrogante sobre cómo seguirá el programa y si el Gobierno seguirá priorizando la estabilización, incluso si ello significa tomar medidas tanto o más antipáticas que las que ya ha tomado.

El papel siempre soporta cualquier cosa y jugadas políticas que pueden lucir magistrales, pero a veces chocan con una realidad que se niega a complacerlas

El autor es director de Perspectiv@s Económicas, consultora