Las redes sociales y la salud mental de los adolescentes

Es necesario ayudarlos a pensar cómo disfrutar de su tiempo libre de un modo más profundo: haciendo un uso saludable de la tecnología

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El uso de las pantallas tiene efectos nocivos, paralelos a los positivos, que son necesarios controlar (Imagen Ilustrativa Infobae)
El uso de las pantallas tiene efectos nocivos, paralelos a los positivos, que son necesarios controlar (Imagen Ilustrativa Infobae)

En un mundo cada vez más digitalizado, las redes sociales se han convertido en una parte integral de la vida cotidiana, especialmente para los jóvenes. Y a medida que estas plataformas han ganado popularidad, también han surgido preocupaciones sobre su impacto en la salud mental. Recientemente, la ciudad de Nueva York emitió una declaración oficial que advierte sobre los riesgos que representan las redes sociales para la juventud, lo que nos lleva a reflexionar sobre esta problemática desde diferentes ángulos.

Uno de los aspectos más preocupantes es el efecto que las redes sociales tienen en la construcción de la identidad de los adolescentes. La identidad es un proceso que se desarrolla fundamentalmente “hacia adentro”. A partir también de interacciones personales con nuestros vínculos cercanos y de las experiencias del mundo real. Pero, fundamentalmente, es un proceso introspectivo, en el que cada adolescente tiene que poder responder por sí mismo -con esa ayuda y acompañamiento de las personas que los quieren- qué piensa y quién quiere ser en las grandes dimensiones de la vida. Con la llegada de las redes sociales, este proceso ha experimentado un cambio significativo. Ahora, en gran medida, la autoestima y la autopercepción están influenciadas por la cantidad de “likes” y seguidores que reciben en plataformas como Instagram y TikTok. Pasa de ser un proceso interno para ser externo: no me defino yo, sino que “me definen”. Pasa de ser un proceso acompañado por quienes más nos quieren a ser un proceso impactado por “anónimos”. Pasa de ser un proceso donde el “factor tiempo” es clave para que se desarrolle armónicamente (y no exponernos a desarrollar una identidad prematura, en términos de Erikson) a ser un proceso arrebatado por la inmediatez. Este fenómeno tiene consecuencias para la salud mental de los adolescentes, ya que pueden sentir una presión abrumadora para mantener una imagen digital idealizada y definiciones radicales en ámbitos importantes de su existencia.

Además del impacto en la autoestima y la identidad, estudios recientes alertan que las redes sociales también han contribuido al aumento de problemas de ansiedad, depresión y ciberacoso entre los adolescentes. La constante exposición a contenido perjudicial y la presión para cumplir con los estándares de belleza y éxito impuestos por las redes sociales pueden tener efectos duraderos.

Ante esta situación, es fundamental que padres, madres y educadores estén alerta a los posibles riesgos asociados con el uso de las redes sociales por parte de los adolescentes. Un adolescente que invierte mucho tiempo en redes sociales es, como consideración inicial, un adolescente que tiene tiempo. Por tanto, una orientación central en este aspecto tiene que ver con ayudarlos a pensar cómo disfrutar de su tiempo libre de un modo más profundo: haciendo un uso saludable de la tecnología y fomentando actividades y relaciones significativas fuera del mundo digital. Esto puede incluir establecerse metas significativas y un plan para alcanzarlas, hacer deporte, pasar tiempo al aire libre, participar en actividades extracurriculares, involucrarse en actividades solidarias, incorporar el hábito de la lectura, etc.

Si bien las redes sociales pueden ofrecer beneficios significativos, también plantean desafíos importantes para la salud mental. Es crucial abordar esta temática de manera proactiva y trabajar juntos como comunidad para promover un uso más consciente y saludable de la tecnología. Un acompañamiento adecuado por parte de padres, madres, educadores y profesionales de la salud mental, ayudará a nuestros hijos a navegar el mundo digital de manera segura, saludable y responsable.

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