Argentina y sus recursos naturales

El país está ante oportunidades históricas para desarrollar un sector que está detenido desde hace décadas

FOTO DE ARCHIVO: Piletas usadas para extraer litio son retratadas en Salar del Rincón, en Salta, Argentina (Reuters)

En la reciente apertura de sesiones, el presidente Javier Milei presentó el Pacto de Mayo, un proyecto que enumera los 10 puntos principales para poder sentar los cimientos del crecimiento nacional. Uno de esos puntos es crucial hoy para la Argentina, y se refiere a la minería, indicando que es necesario “el compromiso de las provincias de avanzar en la explotación de los recursos naturales del país”.

¿Esto quiere decir contaminar napas, destruir glaciares, talar bosques naturales, matanza de animales en peligro de extinción con el objetivo de conseguir ingreso de divisas para el estado? No. Esto significa que el gobierno entiende que solo a través del esfuerzo y la explotación de todos nuestros recursos de manera regulada y con supervisión permanente, existe una oportunidad que no debemos dejar pasar. Los diferentes gobiernos de nuestro país han hecho un culto en las últimas décadas debatiendo temas más propios de un café literario que de una nación comprometida con su futuro. Sirve como ejemplo para ilustrar esto, el interminable debate en torno al lenguaje inclusivo durante los últimos años, para nombrar solo uno de los tantos temas que se abordaron desde un Estado que esta quebrado.

Pero a la hora de debatir cuestiones centrales que hacen al bienestar de la población y el crecimiento del país, se prefirió no hacerlo, en gran parte por ignorancia pero también por temor ya que se trataba de temas “políticamente incorrectos”. Mientras muchos países en el mundo progresaron desarrollando aquellas industrias en las que cada país era competitivo, nosotros nos negamos a dar la discusión sobre qué políticas de estado podrían sacarnos de una caída libre que lleva casi un siglo.

Un estado que prefirió acompañar el slogan “No a las papeleras”, antes de analizar si contaminaban o no, o por qué eligieron invertir en Uruguay y no en Argentina.

Y en esta línea se encuentra un debate que lleva años en el país. El desarrollo de la industria minera.

Con un contexto mundial que nos brinda una oportunidad única para impulsar el crecimiento económico y la generación de empleo a través de la explotación de nuestros recursos naturales. Con una demanda global creciente de minerales esenciales como el cobre, el litio o las denominadas “tierras raras” que son aquellos minerales que están directamente relacionados con la producción de las energías limpias. Argentina tiene aún la posibilidad de convertirse en un actor clave en el mercado internacional de la minería, pero debe abandonar su ignorancia y su permanente atajo para resolver sus finanzas, ya sea mediante emisión o endeudándose. Tiene que producir, suena obvio, pero no lo hace.

Nuestro país es hoy el cuarto productor mundial de litio y cuenta con proyectos de cobre en desarrollo que prometen aumentar significativamente la producción y las exportaciones. Sin embargo, el potencial minero de la Argentina sigue siendo desaprovechado en comparación con países vecinos como Chile o Perú, que han logrado un mayor desarrollo y usufructo de sus recursos mineros, pero en nuestro país se ha boicoteado de forma permanente el desarrollo de una actividad que podría haber cambiado la historia de Argentina hace varias décadas.

El recientemente electo gobierno nacional ha propuesto en diciembre de 2023 el proyecto denominado “Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, un plan para impulsar y desregular, entre otras áreas, una minería inclusiva y sostenible, buscando alinear a empresarios, al Estado y a la sociedad en un esfuerzo conjunto. Hoy hay muchos proyectos de inversión instalados y otros tantos se encuentran a la expectativa de qué hará nuestro país respecto, no solo al tema minería, sino también a la economía en su conjunto.

Argentina tiene la alarmante cifra de 57% de su población en la pobreza, siendo los niños más de 60%. No puede perder un minuto más debatiendo los temas de manera simple y reduccionista mediante axiomas tales como “Agua limpia es Vida”. Hablemos seriamente. Las cifras de pobreza deberían darle vergüenza a la clase política.

No obstante, el camino hacia una minería responsable y sostenible no está exento de desafíos. Es crucial que se implementen medidas para mitigar los impactos ambientales y garantizar que el desarrollo minero beneficie a toda la sociedad. Pero no hay alternativa, el desarrollo debe hacerse de manera urgente.

Si Argentina logra desarrollar su industria minera de manera intensiva y responsable, las exportaciones podrían alcanzar valores significativos, contribuyendo así al crecimiento económico y a la diversificación de la matriz productiva del país. La minería tiene el potencial de transformar la economía argentina, sobre todo en el interior del país, donde los niveles de pobreza e indigencia son alarmantes. Además, el efecto multiplicador en la economía y el empleo de esta industria es enorme.

Imitar a los vecinos

Si comparamos los casos de Argentina y Chile en lo que respecta a la explotación de cobre, vemos claramente un atraso gigantesco respecto al país vecino.

Mientras que Chile tiene una participación mundial promedio del 25% en este producto, Argentina se encuentra por debajo del 1%. Pero los estudios sobre este mineral indican que nuestro país perfectamente podría multiplicar por diez su producción si se dan las condiciones necesarias.

En lo que respecta al mercado del litio, donde Argentina tiene condiciones similares a las de Chile para la producción de este mineral, al día de hoy el país vecino representa el 24% de la producción mundial, mientras que Argentina (considerando que en los últimos años se ha desarrollado esta industria) hoy tiene un 4,5% en la participación mundial.

Si ponemos sobre la mesa además que el mundo se prepara para un cambio de paradigma en lo que respecta a los tipos de empleo en el futuro, la actividad minera requiere un uso de mano de obra intensiva en toda la cadena productiva. Encontramos que también puede ser una herramienta útil para paliar la eventual crisis de empleo que produzca la implementación de la inteligencia artificial en las sociedades.

Una buena señal

Hace poco más de un año se creó la Región Minera del Litio, conformada por las provincias de Salta, Catamarca y Jujuy, para trabajar de manera conjunta y fomentar la investigación, extracción, producción, industrialización y comercialización del litio, asegurando una gestión eficiente y sostenible de este recurso. Los gobiernos provinciales buscan de esta manera atraer inversiones, tanto nacionales como internacionales, para desarrollar la infraestructura necesaria para la producción de este mineral. Este acuerdo fue un paso muy importante para poder darle previsibilidad y seguridad jurídica a quienes inviertan, así como para controlar el cumplimiento de la sustentabilidad de las inversiones.

Estas provincias han entendido que el camino del desarrollo es por ese lado, y no mediante la rendición de pleitesías al gobierno nacional para recibir aportes que financien el empleo público. Es además una muestra de dignidad.

Finalmente, la minería es una actividad federal en Argentina, con más del 90% del empleo generado fuera del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), sumado a eso, ofrece salarios superiores respecto a otras industrias. Los minerales son un insumo fundamental para la transición a las energías limpias y para la digitalización de las sociedades. La oportunidad es hoy.

Por lo tanto, si se desarrolla la minería en Argentina con todo su potencial, el país podría experimentar un crecimiento económico significativo, mejorando así los indicadores sociales y contribuyendo a una economía macroeconómicamente sostenible.

* El autor es consultor estratégico de empresas.