Las rigurosas pautas que Gabriel Attal, flamante premier de Francia, estableció en los 6 meses en los que fue ministro de Educación en 2023, comentadas en Infobae el pasado 3 de febrero, nos invitan a reflexionar sobre la realidad de nuestro sistema educativo. Basándonos en estadísticas robustas de pruebas recientes para tratar de ser lo más objetivos posible y en homenaje a la brevedad, limitaré este análisis a los resultados en el área de ciencias.
En la prueba censal APRENDER 2023 se evaluó a alumnos de 6° grado de escuelas primarias de todo el país. Los resultados muestran el deterioro en matemáticas: en 2021, el 45,2% de los estudiantes se ubicaba en el grupo de menor desempeño (Básico y Debajo del Básico), mientras que en 2023 el porcentaje llegó al 48,5%. Es incuestionable la influencia negativa que tuvieron los dos años de pandemia, pero si la cifra se compara con años previos el deterioro es aún mayor. En las pruebas APRENDER 2019, solo el 28,6% alcanzó los niveles de aprobación en matemáticas, el resto tuvo problemas para resolver los ejercicios e incluso el 42,8% se mostró por debajo del nivel básico, no alcanzó a incorporar los contenidos más elementales. Cuando se analizan los resultados de las pruebas APRENDER 2023 en base al nivel socioeconómico (NSE), el informe ejecutivo del Ministerio de Educación registra una leve mejora en el NSE Bajo cuando se lo compara con los otros dos NSE. Sin embargo, este sesgo puede resultar engañoso ya que se observa un deterioro en los tres niveles.
También en a nivel internacional se observa el deterioro. En las pruebas PISA 2022 compitieron estudiantes de 15 años de 81 países, incluidos 14 países de América Latina y el Caribe. El nivel promedio de la región fue bastante inferior al promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), tres de cada cuatro estudiantes no alcanzaron las competencias mínimas en matemáticas y el 57% no las demostró en ciencias. El nivel de Argentina se mantuvo estable comparado con las PISA 2018, ese año Argentina ocupó el puesto 65 en ciencia y 71 en matemáticas, entre 77 países; solo dos países latinoamericanos estuvieron por debajo. En las evaluaciones ERCE que UNESCO realiza a nivel latinoamericano, a diferencia de otras evaluaciones, se toman en cuenta los planes de estudio de cada país. De los 16 países que participaron en el último ERCE en 2019, la Argentina se ubicó en el anteúltimo lugar en América del Sur. Este resultado es muy preocupante, ya que nuestro país fue pionero en los comienzos del ERCE.
¿Cómo revertir esta decadencia? Se impone un cambio profundo, para obtener resultados distintos, y es imperioso mejorar la formación de los docentes, no sólo actualizar los contenidos sino también cambiar la metodología, para atraer la atención y el entusiasmo de los estudiantes que hacen uso intensivo de las nuevas tecnologìas. A comienzos de este milenio, se convocò a las Academias de Ciencia a reunirse en Tokio para discutir los grandes desafíos que plantea la sustentabilidad del planeta, la educación en Ciencias fue uno de los temas más relevantes y se propuso promover una pedagogía innovadora basada en la indagación (ECBI). Con ese propósito, la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales desde 2006, brinda talleres gratuitos para docentes de Biología, Física, Matemática y Química, con dicha pedagogía, que había comenzado pocos años antes la Academia de Ciencias de Francia. Año tras año, docentes del nivel secundario de distintos establecimientos del país han participado del Programa HaCE (Haciendo Ciencia en la Escuela), que incluye experimentos que pueden ser realizados por los alumnos en el aula, desde el nivel inicial.
Otro tema que comenta la nota antes citada es lo que en francés se llama surnotation, que podría traducirse como “supracalificación”: alguien, que no es el maestro, incentiva al alumno levantándole la nota. Esta práctica es también muy común en nuestra escuela: para evitar la repitencia, le hacen hacer un trabajito adicional y con eso lo aprueban. Al respecto, vale recordar que en 2022 un grupo de prestigiosos intelectuales argentinos alertó sobre lo que llamó “el vaciamiento educativo que compromete el porvenir de la patria”. Entre otras deficiencias se mencionó “una inaceptable presión a los docentes para que certifiquen aprendizajes no verificados”. Suele justificarse esta práctica engañosa alegando que se la utiliza para no discriminar a los alumnos provenientes de hogares más vulnerables… cuando el efecto es justamente el inverso. Al aprobar a alumnos que no han adquirido los saberes básicos, se los está condenando a un futuro sin las herramientas necesarias para su promoción social, el acceso al estudio y a un trabajo digno.
Recientemente, la comisión de Desarrollo Sustentable de Naciones Unidas en su 62ª sesión (12/2/24) definió a la educación como el “vehículo primario del desarrollo humano integral”. Al efecto, y para terminar con ejemplos alentadores, quiero mencionar brevemente que en 1991 fundamos en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA la Olimpíada Argentina de Química para alumnos del nivel medio de todo el país. La primera vez que Argentina compitió con un equipo (4 estudiantes) fue en la Olimpíada Internacional de Química (IChO), los 4 recibieron medallas (Beijing, China, 1995). Y el país siguió escalando logros… en la 30th IChO, (Melbourne, Australia), el equipo obtuvo dos medallas de plata y dos de oro; destacándose especialmente porque Argentina fue el único país que tuvo 2 estudiantes en las primeras 10 medallas de oro, entre los 56 que compitieron. Recuerdo que en el vuelo que nos llevaba a Beijing, se acercó uno de los estudiantes y me dijo: “Quiero agradecerle Norma, porque gracias a usted voy a conocer China”. Le contesté: “Nada que agradecer, fuiste seleccionado por estar entre los 4 mejores.” Me dijo entonces que era hijo de un encargado de edificio, y el SUTERH había hecho una “vaquita” para comprarle el traje…¡hermoso ejemplo de verdadera promoción social!, (tuvo luego una muy exitosa carrera) y son múltiples las gratificaciones de este tipo que hemos recogido con estas actividades…
Esto demuestra que tanto los docentes como los estudiantes argentinos pueden estar a la altura de los mejores del mundo si se les brinda una educación de calidad.
[La autora es miembro de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y presidente de la Comisión de Educación del organismo. Member of AETDEW]