El Pacto de Mayo

El mundo recibirá muy bien la convocatoria del presidente, pero esperara ver los resultados

El presidente realizó una convocatoria (Reuters/Agustin Marcarian)

El Presidente propuso en la inauguración de las Sesiones Ordinarias del Congreso de la Nación, otra tabula rasa. Un gran acuerdo nacional con Gobernadores y el Poder Legislativo a ser suscripto el 25 de Mayo en Córdoba. Hasta ahí, bienvenido.

Las “10 políticas de Estado” propuestas son, conceptualmente, principios fundamentales contenidos en nuestra Constitución Nacional.

Su convocatoria tiene una “precondición”: la aprobación de la Ley Ómnibus y el DNU 70/2023 en consideración actual por la Comisión Parlamentaria recientemente constituida.

Rechazó el consenso como aceptación de la “Decadencia del Pasado”, pero propuso un pacto que, finalmente, es lo mismo si se puede implementar.

Se reiteran agravios que contradicen la voluntad acuerdista, es su carácter y su marca registrada. Pero lo importante es ver si se puede tener la grandeza, en todos los actores, para superar las diferencias políticas e ideológicas y encontrar los denominadores comunes que nos permitan encarar un nuevo comienzo.

Hay que descartar un mero contrato de adhesión. Eso seria volver a la confrontación irreductible y la división entre leales y traidores.

El acuerdo, en la diversidad y respetando banderías políticas diversas, es un desafío al que, todavía, el Presidente no se ha mostrado permeable. Pero él mismo, y todas las fuerzas políticas están a tiempo de encarar y resolver exitosamente.

En el curso de los próximos 3 meses, veremos si la gesta propuesta sera cumplible.

En estos primeros 82 días, el gobierno a podido avanzar en la reducción del déficit fiscal y ha reducido la brecha cambiaria de tal forma de poder alcanzar, a la brevedad, la unificación cambiaria que no alivia el costo social del ajuste, pero abre las puertas a la consolidación de la apertura económica y el crecimiento de las inversiones.

No hay ninguna posibilidad de transitar un atajo, pero si podemos encontrar el camino del acuerdo podremos ver la luz al final del túnel y un número creciente de argentinos se sumaran al apoyo imprescindible para alcanzar la unidad nacional fundamental para retomar el camino del crecimiento y el bienestar.

El mundo recibirá muy bien este mensaje, pero esperara ver los resultados.