Con la promulgación del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/23, el gobierno marca un antes y un después en la manera en que los argentinos interactúan con las obras sociales y las empresas de medicina prepaga. Este nuevo marco normativo, que verá la luz en el boletín oficial el próximo lunes, representa un paso significativo hacia la democratización de la elección de servicios de salud, poniendo fin a un sistema que durante mucho tiempo ha sido criticado por su rigidez y falta de transparencia.
La piedra angular de este DNU es la libertad de elección. Por primera vez, los beneficiarios tendrán el poder de elegir entre una obra social o una empresa de medicina prepaga sin restricciones, desde el momento en que inician una relación laboral. Esta medida elimina la obligación de permanecer un año con la obra social vinculada a su empleo actual, abriendo las puertas a una movilidad sin precedentes en el sector.
Más aún, el decreto facilita esta elección al permitir que se la ejerza una vez al año, en cualquier momento, liberando a los usuarios de las cadenas burocráticas que antes limitaban su capacidad de decisión. Además, la inclusión de las prepagas en la contribución al Fondo Solidario de Redistribución garantiza una competencia leal, donde todas las entidades contribuyen al sistema de salud de manera equitativa.
Sin embargo, este DNU va más allá de simplemente ofrecer libertad de elección. Apunta a erradicar las malas prácticas dentro del sistema, particularmente aquellas obras sociales que han funcionado más como “sellos de goma” en beneficio de intereses políticos, sin ofrecer servicios reales a sus afiliados. La transparencia y la competencia deberían erradicar estos actores ineficientes, especialmente aquellos que, a pesar de tener pocos afiliados y casi ninguna actividad, han recibido subsidios millonarios.
Este cambio normativo representa una oportunidad para mejorar la calidad del servicio de salud en Argentina, incentivando a las obras sociales y prepagas a ofrecer mejores prestaciones para atraer y retener a los beneficiarios. La competencia fomentada por este DNU promete un sistema más justo, eficiente y centrado en el bienestar del usuario, marcando el comienzo de una nueva era en la salud argentina. Este lunes no solo asistiremos a la publicación de un nuevo decreto, sino al amanecer de un sistema de salud revitalizado que coloca a los ciudadanos en el corazón de sus decisiones.