¡Urgente! El país necesita un proyecto de Nación

Un Ejemplo: Tierra del Fuego. La idea debería ser superadora de cualquier ideología o interés particular. Consensuada, sería un proyecto de todos y para todos los argentinos y no para unos pocos y foráneos

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Si no hay conducción, liderazgo y un plan que ordene las acciones seguiremos estancados. REUTERS/Adriano Machado
Si no hay conducción, liderazgo y un plan que ordene las acciones seguiremos estancados. REUTERS/Adriano Machado

En artículos precedentes denominados “Un país sin pensamiento estratégico”, expresé la necesidad de definir un Proyecto de Nación, respondiéndonos al qué queremos para nuestro País y cómo lo hacemos, trabajando para lograr objetivos ambiciosos, sobresalientes, propuestas que eleven nuestra calidad de vida como sociedad. Limitarnos a vivir y definir nuestras aspiraciones en el corto plazo, nos ha hecho débiles ante el mundo, carentes de desarrollo industrial, faltos de proyectos en común, pobres económicamente, pobres de ideas.

En tiempos en que el Congreso de la Nación debate el DNU y el Proyecto de Ley “Bases…”, punto de partida para modificar una realidad decadente, es necesario crear las condiciones que ayuden al diseño de un futuro mejor.

Ahora bien, suponiendo que ordenemos el desorden, ¿sabremos para qué lo hicimos? Porque hasta la más liberal de las libertades no es plena sin un propósito. Tal vez en lo individual sea más fácil definir la libertad, pero cuando se trata de una Nación, del bien común de los argentinos, eso hay que establecerlo muy claramente, para no desviarse nuevamente del camino de progreso del país.

Esto no es cosa solo del Poder Ejecutivo de turno. Él, por tener la responsabilidad de gobernar el presente, debe priorizar atender la inmediatez, el día a día. Junto a los tres poderes de la República, es necesaria la participación de otras instituciones principales, para debatir y consensuar un Proyecto de Nación definido en Objetivos Estratégicos y Políticas de Estado para su concreción, con el propósito de asegurar que Argentina se transforme en una potencia mundial, como dice el Presidente de la Nación.

La Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur tiene una conformación geopolítica esencialmente marítima. Estamos hablando de una gran isla vinculada al vasto Atlántico Sur, que incluye sus islas y espacios marítimos comprendidos, el sector antártico pretendido por nuestro país y los pasos bioceánicos que conectan al Atlántico con el Pacífico.

Todo ello, requiere de una visión más comprometida hacia el mar, pensando en el usufructo de sus inmensos recursos naturales (petróleo, gas, ictícolas) a partir del desarrollo de industrias vinculadas. Pero también la protección de la vida humana y de la naturaleza, bajo un concepto responsable de preservación ambiental y de los intereses argentinos y el reclamo de aquellos cercenados, a través de una presencia creíble que garantice nuestros derechos y la necesaria comunicación hacia el mundo.

Argentina forma parte del camino más expedito y directo hacia la Antártida, al que me permito llamar “autopista marítima”, que conecta al mundo, sobre todo al occidental y poderoso con el continente blanco, y a la que podríamos aportar los servicios necesarios, debiendo ser Tierra del Fuego la última posta previa al cruce del Drake.

Península Mitre, Tierra del Fuego
Península Mitre, Tierra del Fuego

Nuestro país no puede seguir demorando asumir un rol que, en un futuro no lejano, será intensamente requerido por el Mundo. El Reino Unido, desde nuestras Malvinas, y Chile, desde Punta Arenas, hace tiempo que brindan apoyo logístico a despliegues antárticos internacionales y ya están desarrollando más capacidades buscando incrementar su protagonismo en la Región.

Hoy la Provincia de Tierra del Fuego, es una clara muestra de que no alcanza sólo con las iniciativas empresariales o de fundaciones o grupos altruistas bien intencionados. Existen propuestas de soluciones integrales para el progreso, de proyectos de puertos en Río Grande y Ushuaia, de creación de un Polo Logístico Antártico. Industrias tales como las del petróleo y gas (en tierra y offshore), la de la pesca, el turismo, la electrónica, etc., como así también la cuestionada promoción industrial, siguen esperando ser transformados hacia una estructura integral productiva eficiente.

Pero si no hay conducción, liderazgo y un Plan que ordene las acciones por parte del Gobierno Nacional y Provinciales, seguiremos estancados acumulando proyectos inconclusos y gastando dinero de manera poco clara e ineficiente.

Para que estas iniciativas respeten los intereses de la Nación y tengan el marco de seguridad que incentive su concreción, se requieren definiciones estratégicas del Estado Nacional que activen las políticas de estado necesarias, a las que la Provincia de Tierra del Fuego debería adherir y aportar: Por ejemplo, 1) Ser productores y exportadores de combustibles, adhiriendo al proyecto nacional de transformarnos en líderes energéticos mundiales; 2) Ser exportadores de gastronomía regional, buscando mercados selectivos, estimulando la industria pesquera y generando un valor agregado del producto para realzar la ganancia; 3) Intensificar la industria del turismo, desarrollando infraestructura y atrayendo el interés internacional a la Isla, vinculándola a la Antártida; 4) Transformarnos en líderes logísticos antárticos mundiales, apoyando toda iniciativa hacia el continente blanco; etc.

No cabe duda de que toda iniciativa de crecimiento requiere del indispensable desarrollo portuario ¿Hace falta explicar que una isla no puede basar su transporte primario en el modo terrestre, atravesando rutas y aduanas de otro país para llegar a destino?

El 90% del comercio mundial es marítimo ¿Qué interés puede ser tan superior para impedir desde hace décadas definir a la vía de comunicación marítima como la principal para el crecimiento de esta región?

En este punto, creo que la geografía de la isla ayuda notablemente a establecer los esfuerzos: Al sur del lago Fagnano, donde prevalece el monte austral y una exuberante belleza, considero el desarrollo basado en el turismo y la industria gastronómica. Al norte, la estepa fría patagónica es propicia para el desarrollo fundamentalmente de una industria basada en hidrocarburos, en la industria electrónica y, en un segundo plano, también el turismo.

Esto debería definir la naturaleza de los puertos a construirse:

- El de Ushuaia, que respete el ecosistema, evitando la contaminación panorámica, potenciando las industrias del turismo y la pesca, explotando la variedad de oportunidades que tiene, ganando todo el mercado internacional del turismo austral.

- El de Río Grande, orientado a fortalecer el desarrollo de la industria hidrocarburífera y el de la industria electrónica, entre otras, con capacidad de soportar buques portacontenedores. Al mismo tiempo, desde donde poder proteger nuestros recursos naturales, apoyar a nuestra industria pesquera y constituirse en vía de comunicación directa al continente, cambiando la matriz del transporte de carga, confirmándose en la opción primaria.

Ambos puertos, en sus rubros, con proyección a la Antártida, buscando decididamente ganar el mercado del sostén logístico antártico.

Este proyecto integral necesitará tiempo y continuidad, por lo que debería contar con una educación que desde temprana edad se constituya en garante de la formación de generaciones con conocimientos afines, así como una formación técnica y universitaria de profesionales, especialistas en todos los rubros relacionados con los objetivos definidos.

Creo que no es una utopía pensar a nuestro País orientado hacia un destino trascendente. Por eso, me permito pedirles:

A nuestros gobernantes, estén a la altura de los tiempos que vivimos, creando, consensuando y haciendo cumplir un Proyecto de Nación que nos incluya y nos potencie hacia el futuro. Implica un equipo de trabajo multidisciplinario de mediano y largo plazo, que actualice los intereses y objetivos estratégicos nacionales y conecte e integre los proyectos propuestos por las regiones.

A los fueguinos, ¡no pierdan más tiempo! Diseñen un proyecto integral, vinculando todas las propuestas, que contemple la economía, la industria, la infraestructura, la defensa, la educación, la problemática social y ecológica y lo propongan al Estado Nacional, para ser incluido como parte del Proyecto de Nación.

Al resto de los argentinos, repliquen el ejemplo fueguino en sus regiones. Imaginen, diseñen, integren y hagan!!, sumando el esfuerzo al proyecto de todos.

Todo ello, animándonos a pensar en grande.

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