Los algoritmos en las pasarelas de la moda

La Inteligencia Artificial emerge como un actor silencioso pero determinante, redefiniendo industrias como la moda, el entretenimiento y el mundo digital de los influencers

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La Inteligencia Artificial trajo una
La Inteligencia Artificial trajo una nueva forma de concebir el mundo de la moda (Foto: Reuters/Tyrone Siu)

El año 2023 ha marcado un hito en el mundo tecnológico, superando lo imaginable y yendo más allá de cualquier historia de ciencia ficción. La tecnología se ha consolidado como un aliado crucial, desempeñando un papel fundamental en la creación, distribución y personalización del contenido que consumimos a diario. En este panorama, la Inteligencia Artificial emerge como un actor silencioso pero determinante, redefiniendo industrias como la moda, el entretenimiento y el mundo digital de los influencers.

Una nueva forma de concebir el mundo de la moda la podemos encontrar en las primeras y segundas ediciones de la AI Fashion Week, celebradas en Nueva York y Milán, donde la inteligencia artificial brilló como una herramienta revolucionaria, redefiniendo tanto el diseño como la presentación mediante avatares. Esta tendencia, que integra la moda con la inteligencia artificial, ha empezado a dominar las pasarelas con simuladores de ambientes y diseños tridimensionales. Entre los ganadores de la primera edición del concurso AI Fashion Week, se destaca el diseñador José Sobral con su colección Futuristic Old Soul. Las creaciones de paatiff, fusionan el arte y la tecnología mediante materiales que impulsan el diseño sostenible y la vestimenta funcional.

En el panorama de las nuevas tendencias que combinan la moda con la tecnología Inteligente está a la vanguardia la diseñadora Anouk Wipprecht, que crea diseños con ingeniería y ciencia, integrando sensores en sus diseños que monitorean el espacio alrededor del usuario para registrar los niveles de estrés y crear vestimentas personalizadas y futuristas. Sin embargo, el avance de la IA también plantea preocupaciones sobre la posible pérdida de empleos humanos en esta industria, ya que algunas tareas pueden ser automatizadas.

Los software de IA generativa pueden reducir las tareas manuales que podrían llevar días a meras horas o incluso segundos. Esto genera temor por el posible reemplazo de los diseñadores humanos por inteligencia artificial, en tanto la industria debe abordar con cautela el desafío. Para captar el potencial de esta tecnología transformadora en el 2024, se requerirá que los actores de la moda miren más allá de la automatización y exploren su potencial para aumentar el trabajo de los creativos humanos.

Uno de los retos más importantes es la cuestión de los derechos de autor en los diseños generados por IA, un tema que aún está explorándose y que representa una zona gris en el ámbito legal y ético.

Indudablemente, las transformaciones en la industria del entretenimiento conllevarán una fusión entre la innovación tecnológica y la creatividad humana, abriendo así un abanico de nuevas posibilidades para el diseño y la personalización en el mundo de la moda. Según el informe The State of Fashion 2024, un 73% de los ejecutivos en el sector de la moda considera la inteligencia artificial generativa como una prioridad para sus empresas. No obstante, apenas un 5% cree tener la capacidad necesaria para explotar al máximo todo su potencial.

En este contexto, un ejemplo sobresaliente de la aplicación de la inteligencia artificial es Zalando, el gigante de la moda en línea, que ha implementado un asistente de compras basado en ChatGPT. Dicha herramienta proporciona una interacción personalizada con los clientes mediante un lenguaje natural, facilitando el descubrimiento de ofertas.

Es relevante mencionar que la adopción de tecnologías avanzadas en el comercio electrónico no es un fenómeno nuevo. Por ejemplo, Amazon ha implementado la función de prueba virtual o virtual try-on desde hace varios años, utilizando la realidad aumentada.

En un desarrollo paralelo, en 2023, la marca Revolve lanzó tres colecciones creadas con herramientas de inteligencia artificial. De forma similar, la firma española Desigual presentó una colección bajo demanda, diseñada mediante inteligencia artificial.

Aunque actualmente los modelos de inteligencia artificial y los avatares digitales se utilizan principalmente como un complemento a los modelos humanos, se observa una tendencia creciente hacia el aprovechamiento de las capacidades que la Inteligencia Artificial brinda para enriquecer la experiencia del consumidor. Estas tecnologías ofrecen una mejora significativa en la visualización de la indumentaria, adaptándose a una amplia variedad de tipos de cuerpos y entornos virtuales. Según el portavoz de Levi’s, “los modelos generados por IA pueden ser utilizados junto con modelos humanos para aumentar la diversidad de modelos disponibles por producto”.

En tanto, el debate actual se enfoca en los escaneos corporales, que permiten a las marcas crear réplicas digitales en 3D de cuerpos humanos, cuyos derechos son asignados a las empresas. Paralelamente, se profundiza en torno los derechos de imagen por el uso de metahumanos generados por IA. Aunque tradicionalmente el modelaje ha sido un campo enfocado en la perfección física, hoy se encuentra ante la inteligencia artificial generativa, que está creando nuevas realidades. Estas se han convertido en una prioridad para las empresas en 2024, debido a las ventajas económicas que ofrecen los modelos creados mediante inteligencia artificial.

Con la evolución de la moda, la IA ha dado un salto significativo en el mundo de los influencers. Alba Renai y Aitana López son ejemplos perfectos de esta nueva era de influencers virtuales generados por inteligencia artificial, que no solo promocionan productos o tendencias, sino que también interactúan con sus seguidores, creando una nueva dimensión en la experiencia del usuario.

Sin embargo, el impacto de la IA no es exclusivamente positivo. Guionistas y actores ven amenazados sus roles debido a la capacidad de la IA para duplicar rostros, crear voces humanas y generar textos para narrar historias, presentando así desafíos significativos en torno a los derechos y la industria del entretenimiento.

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