El Día Internacional de la Educación nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre el papel crucial que desempeña la educación desde los primeros años de vida. La primera infancia es un período fundamental en el desarrollo de todo ser humano, y es en este momento donde se sientan las bases para un futuro con más y mejores oportunidades.
Es imperativo que toda la comunidad educativa, incluyendo el ámbito gubernamental, el sector privado, las organizaciones y la sociedad en general, preste especial atención a la primera infancia. El apoyo y la inversión en programas educativos y sociales dirigidos a los niños en sus primeros años son fundamentales para garantizar un desarrollo integral y equitativo.
Los beneficios de trabajar en la primera infancia son innumerables. Los niños que reciben una atención adecuada durante esta etapa tienen más probabilidades de alcanzar un buen rendimiento académico, desarrollar habilidades socioemocionales sólidas y convertirse en adultos productivos y comprometidos con su comunidad.
Son innumerables los informes a nivel mundial que hablan sobre educación y puntualmente sobre primera infancia. Basta con ver informes de Unicef o el Banco Mundial, donde afirman que el 80% del cerebro del niño se desarrolla en los primeros 3 años de vida. O las pruebas ERCE de la OCDE, donde se ha demostrado que los estudiantes de 15 años que han cursado al menos un año de educación inicial obtienen mejores resultados que aquellos que no lo han hecho.
¿Qué sucede con la inversión en primera infancia? Apoyar el desarrollo de los niños pequeños no solo es una decisión ética acertada, sino también una estrategia inteligente desde el punto de vista económico, con beneficios tanto para los niños y sus familias, como para sus comunidades y la sociedad en su conjunto. Según James Heckman, ganador del Premio Nobel de Economía, cada dólar invertido en la primera infancia puede generar un retorno social de hasta 17 dólares en la vida adulta.
Es responsabilidad de todos velar por el bienestar y el desarrollo óptimo de los más pequeños. Los gobiernos deben destinar recursos suficientes para programas de educación temprana; las empresas pueden colaborar con iniciativas que beneficien a familias con niños pequeños; y las organizaciones no gubernamentales pueden aportar su experiencia y conocimientos para fortalecer los sistemas educativos.
Para promover y fortalecer la educación inicial lanzamos en el Municipio de San Isidro la campaña “El futuro es mejor en el Jardín”. Buscamos concientizar a las familias sobre la importancia de que sus hijos asistan al jardín.
En este Día Internacional de la Educación, hagamos un llamado a trabajar juntos por un futuro prometedor para todos los niños, comenzando desde su temprana edad. Si invertimos en la primera infancia estaremos construyendo un mundo más justo, equitativo y próspero para las generaciones que vienen.