Xi Jinping y Mao

El presidente chino participó de la celebración del 130 aniversario del nacimiento del histórico líder del Partido Comunista Chino

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Xi Jinping celebró el 130
Xi Jinping celebró el 130 aniversario del nacimiento de Mao Zedong. (Foto: Europa Press/Xie Huanchi)

El 26 de diciembre, el Comité Central del PC de China realizó un simposio para conmemorar el 130 aniversario del nacimiento de Mao Zedong, que contó con la presencia del Presidente Xi Jinping.

Mao nació en la ciudad de Shaoshan, convertida hoy en un lugar de peregrinaje para interiorizarse de los orígenes del líder que fundó la República Popular el 1 de octubre de 1949.

El discurso de Xi Jinping no escatimó elogios a la trayectoria de Mao, enfatizando que supo adaptar la teoría marxista a la realidad del país para asimilarlo al slogan de “socialismo con características chinas” reiterado por el primer mandatario para justificar sus políticas y que fuera incorporado a la Constitución durante el Congreso Nacional del Pueblo realizado en 2018.

El PCC sancionó durante su trayectoria tres resoluciones sobre la historia del partido. La primera, durante el Sexto Comité Central en 1945, consolidó el poder de Mao después de una profunda purga de tres años de los “desviacionistas”.

La segunda fue en ocasión del Décimo Primero en 1981. Este Comité Central inició sus sesiones en 1978, después del Golpe de Estado de 1976 que desalojó del poder a la Banda de los 4 encabezada por Jiang Qing, cuarta esposa de Mao. Durante los cuatro años de reuniones, se acordó abandonar la lucha de clases como contradicción principal y se convalidaron las reformas y la apertura de la economía. La Resolución del 27 de junio de 1981 constituye un importante documento, donde se describe el proceso histórico de China y del PC y se formula una crítica a las políticas del Salto Adelante y la Revolución Cultural impulsadas por Mao, cuyo número de víctimas se estima en varios millones. Ese documento señala que las tesis de la Circular de mayo 16 de 1966, en las cuales se basó Mao para iniciar la Revolución Cultural, eran inconsistentes con el “sistema de Mao”. “La historia ha probado que las principales tesis de Mao Zedong para iniciar la revolución no se ajustaban ni al marxismo, ni al leninismo ni a la realidad china. Ellas representaban una evaluación errónea total de las predominantes relaciones de clase y de la situación política en el Partido y el Estado”, se indica. La mencionada Resolución también hace referencias al enfrentamiento de Mao con Chou en-lai y Deng Xiaoping, sin referencias a su dudoso estado de salud.

La tercera Resolución, aprobada en el 19 CC del PCC el 17 de noviembre de 2021, está dedicada a destacar el papel del partido y glorificar el “pensamiento de Xi Jinping” desde que asumiera en marzo de 2013.

El Presidente Xi expresó en su discurso que Mao dedicó su vida a “la prosperidad nacional, al rejuvenecimiento y la felicidad del pueblo”. Pero al mismo tiempo, en su retórica sobre una teoría marxista flexible adaptada a la realidad, defendió como una continuidad de las políticas originarias del PC el avance de la modernización, el deber de profundizar las reformas y una mayor apertura en todos los ámbitos, “y remover las barreras institucionales que dificultan el progreso para continuar el desarrollo”. Nada pareciera incoherente en esta trayectoria que el PC inició en 1921 con una férrea creencia en la lucha de clases como motor de la historia hasta redefinir la contradicción principal como “las demandas del pueblo y las reales posibilidades de satisfacerlas”, para explicar los motivos del énfasis en la creciente participación del sector privado y las facilidades que se otorgan a las inversiones externas para apuntalar el crecimiento económico.

Los eventos para recordar el nacimiento de Mao Zedong se inscriben en la política oficial de fortalecer la imagen del líder como conductor e intérprete de la historia y, al mismo tiempo, como ya se hiciera durante los eventos del 100 aniversario de la creación del PC, reforzar en el imaginario popular la necesidad del partido único y rechazar definitivamente cualquier posibilidad de una apertura política.

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