El proyecto de “Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” (el Proyecto) contiene un capítulo de “Régimen de Transparencia Fiscal al Consumidor”. Pero, quizás por una omisión involuntaria, no se incluyeron las normas de transparencia fiscal al consumidor. El presidente Milei firmó un compromiso de impulsar dicha norma, pero hasta ahora el oficialismo no lo estaría honrando en lo sustancial, habiendo una oportunidad de oro para sancionar dicha norma.
El borrador del Proyecto que circuló semanas atrás incluía tres normas en ese capítulo: 1) modificación del artículo 39 de la ley de IVA, obligando a exponer el IVA a consumidores finales; 2) la incorporación de dos artículos a la Ley de Defensa al Consumidor para que los vendedores (salvo pymes) informen el valor aproximado de los tributos indirectos nacionales (además del IVA), provinciales y municipales que incidan en la formación de los precios; opcionalmente, también los impuestos directos; y 3) para prestaciones o servicios estatales, la exigencia que en lugar de “gratuito” se utilice el giro “libre acceso solventado con los tributos de los contribuyentes”. Las normas 1) y 3) se incluyeron en el Proyecto. La norma 2) no fue incluida, siendo justamente la sustancial.
¿Por qué estas normas? Las tres vienen siendo propuestas centrales de Lógica, según consta en nuestras redes (@paisconlogica), bajo el entendimiento que una de las principales causas de la tragedia fiscal argentina es la falta de cultura fiscal de toda nuestra sociedad, generada por un régimen que oculta sistemáticamente los impuestos a los ciudadanos. La forma directa está en el artículo 39 de la Ley de IVA con la vergonzosa prohibición de mostrar ese impuesto al consumidor, la cual cumple 50 años. La otra consiste en esconder impuestos indirectos detrás del “árbol” del vendedor, trasladables al ciudadano, a saber: Nación, además del IVA, con el impuesto al cheque e internos; las provincias con ingresos brutos; y las municipalidades con sus tasas. En su caso, otros como importación y PAIS. Sin que casi nadie lo sepa.
¿Consecuencias? La falta de conciencia y el no involucramiento de los argentinos en lo fiscal conlleva a que no exijamos a la clase política conducta en el gasto y en los impuestos, generándose la tragedia fiscal. Eso no pasa en cuestiones como consolidación de la democracia e igualdad de género porque allí sí nos involucramos, exigimos y nuestra tolerancia tiende a cero.
¿Cómo hacer para no sólo salir de la tragedia fiscal sino mantenernos a largo plazo? Acción número 1, haciendo consciente al ciudadano con el sistema más transparente de información fiscal para cada vez que consuma. Una herramienta con efecto inmediato desde su vigencia, con alcance a toda la población, con impacto en el bolsillo y con un costo de implementación bajo. El ticket, pero mucho más que el ticket.
¿Por qué exponer sólo el IVA no es suficiente? Porque se queda a menos de mitad de camino. Por ejemplo, en bebidas, el peso de los impuestos en el precio final es 48% (IARAF). Casi un producto para sí mismo y otro para el Estado. El IVA representa sólo un tercio de esa carga. Otro tercio son los demás impuestos indirectos ya mencionados y el tercio restante son los impuestos directos (ganancias y seguridad social). Estos dos últimos tercios son los más invisibles. El régimen debe impedir esconder no sólo el IVA sino también los otros tributos detrás del vendedor.
¿En algún país se aplicó un régimen de transparencia así? Sí, en Brasil, la ley 12.741 de 2012, sigue vigente. En “países normales” sólo se expone el IVA, por ser el único tributo al consumidor. Pero Brasil necesitaba frenar toda su ‘locura fiscal’, similar a la de Argentina. Así, exigió que los tickets contengan “información del valor aproximado correspondiente a la totalidad de los impuestos federales, estaduales y municipales, cuya incidencia influya en la formación de los respectivos precios de venta”. Es indistinto si aplican sobre vendedor o comprador. Se consideran hasta 8 impuestos indirectos, similares a los mencionados arriba para Argentina. Se los expone por total y subtotales por Nación, provincia y municipio. El sistema que venimos proponiendo desde Lógica (petición en Change.org, prensa, redes, etc.) es similar al brasileño, más la opción de sumar los impuestos directos (incluidos en la ley brasileña pero finalmente vetados).
¿Es muy difícil de calcular? No. De hecho, lo calculan desde hace años IARAF, ADEFA, Estudio Fargosi, CAME, etc para una veintena de distintos productos. La clave, como en Brasil, es no complicarse y que el cálculo sea “aproximado”. Porque la finalidad no es que el ciudadano se lleve un pago a cuenta de impuestos sino su concientización fiscal. No importa si la carga tributaria es 48% o un par de puntos más o menos. Lo relevante es que sepa que no es 0% ni 21%, sino hasta más del doble de eso.
¿Es difícil de implementar? Si Brasil lo implementó teniendo el sistema tributario -por muy lejos- más complejo del mundo (Banco Mundial), para Argentina debería ser mucho menos difícil. Al final, se trata de bajar datos de una tabla actualizada por sector y ubicación del local.
¿Qué beneficios tendría este régimen? Como en Brasil, múltiples: 1) al correr el velo de los tributos ocultos, 46 millones de argentinos pasarán a saber toda la verdad; se mostrará y sabrá cómo bajan (o suben) ante cada sanción; 2) al tomar conciencia, nos involucramos y exigimos racionalidad en los impuestos y en el gasto; también servicios acordes del Estado; 3) desde los políticos, saben que si crean impuestos, van al ticket, a los medios y al final resta en las urnas; viceversa con las bajas; 4) si la Nación comenzara a bajar impuestos pero provincias y municipios a subirlos, nada cambiaría para el ciudadano; con este sistema se disuaden subas e incentivan bajas subnacionales; 5) la discusión tributaria a nivel político y mediática vira 180%: no se la mira más sólo desde el empresario sino desde el ciudadano, etc.
¿Cuál es el compromiso firmado? Lógica propuso a los 5 candidatos presidenciales firmar un compromiso para impulsar “una norma de transparencia fiscal al consumidor que visibilice en el ticket o factura el IVA y otros tributos nacionales, provinciales y municipales que se aplican sobre el importe de compra”, previa explicación de la cuestión y el modelo brasileño. El presidente Milei lo firmó, también Bullrich y Schiaretti. Por ahora el oficialismo lo estaría honrando sólo en relación al IVA, como si fuéramos un ‘país normal’. Pero somos el más gravoso del mundo, por lo que resta cumplirlo en relación a todos los demás tributos.
¿Es el momento? Más allá del compromiso, es una oportunidad de oro que tiene el oficialismo para utilizar la bala de plata de concientizar fiscalmente a todos los argentinos, en forma inmediata. Las bajas tributarias podrán venir del oficialismo, sí. Pero exigidas y respaldadas por la gente. Por ello, es esperable que esta omisión quizás involuntaria se enmiende más pronto que tarde durante el trámite parlamentario.
Conclusión: en el marco del indudable cambio cultural que ha generado el presidente en la sociedad debería aprovecharse el momentum e impulsarse esta norma para generar cultura fiscal en el corto plazo. Y para que, más allá del signo político gobernante, nunca más la cuestión fiscal quede encerrada en el laberinto político, sino que pase a ser una cuestión ciudadana de los argentinos.