Navidad Argentina: jóvenes invitan a redescubrir su sentido profundo a través del arte folklórico

En el sentido más original, la fiesta es el efecto de saber que en la vida hay cosas muy buenas que merecen ser celebradas. Para Josef Pieper, la verdadera fiesta, más que un “olvidarse de la realidad”, es un contemplarla. Más que un escape o una evasión del algo que nos abruma, es un encuentro con una realidad que nos alegra, que nos llena de gozo. Se trata de frenar un instante nuestra vida cotidiana y de observar este acontecimiento, que forma parte de nuestra realidad personal y merece ser alegremente apreciado. La fiesta extiende la duración del suceso precioso, para que podamos gozarlo mejor, y en ese deleite descansa nuestro espíritu. Es un gozo en la contemplación de aquello que merece ser festejado.

La Navidad nos invita a “recordar”, a volver a pasar por el corazón, que Jesús no nos deja solos, que nos acompaña, que nos ofrece su presencia y su paz en medio de nuestras dificultades y dolores. Que Dios se ha hecho hombre y ha querido acampar, habitar, hacer morada y demorarse entre nosotros. El nacimiento en el pesebre de Belén nos recuerda aquello de San León Magno: “El Hijo de Dios se hace hombre para que el hombre se haga hijo de Dios”. Todo esto merece ser celebrado.

La fe cristiana no es algo abstracto, sino algo concreto, histórico y encarnado. En este sentido, así como, al decir de Tomás de Aquino, “la gracia supone la naturaleza”, analógicamente se podría afirmar, dice el papa Francisco, que “la gracia supone la cultura, y el don de Dios se encarna en la cultura de quien lo recibe”.

De allí que sobran los ejemplos de la historia de nuestros pueblos en los que la vida cristiana se ha hecho una con las costumbres y tradiciones americanas. Así podríamos mencionar los rasgos físicos y vestimentas nativas de la Virgen de Guadalupe. Las comunidades, poblados y ciudades que nacieron a la luz de las reducciones jesuitas, y la vida de fe expresada en la religiosidad popular.

Cuántas peregrinaciones surcan kilómetros y kilómetros de nuestras tierras, a través de la rumorosa esperanza que deja el caminar de millones de peregrinos en dirección hacia los cientos de santuarios ubicados en las distintas latitudes del continente. Una religiosidad popular que no solo anima peregrinaciones, sino que también condimenta la identidad de la “Scaloneta” en sus declaraciones, gestos, plegarias y tatuajes.

En nuestra patria, cultura y fe se han fusionado en numerosas expresiones artísticas. La pintura, la arquitectura, la literatura y la música se han armonizado en expresiones sagradas o profanas. Desde la sublime “Misa criolla” de Ariel Ramírez hasta la popular “Alma Blanca” de Meta Guacha. Incluso el protagonista del poema nacional argentino, El gaucho Martín Fierro, mantiene en su derrotero existencial una constante referencia a la fe.

Esta integración de fe y cultura encuentra su más exquisita expresión en los frutos de santidad. La Nación Argentina se ha visto Particularmente bendecida con la vida del beato Ceferino Namuncurá, nieto del cacique Calfucurá e hijo de Manuel Namuncurá, cuya historia es una síntesis de la audacia y el amor de la Congregación salesiana en nuestras tierras patagónicas. No podemos dejar de señalar la imagen del “cura gaucho”, san José Gabriel del Rosario Brochero; genuina expresión de la cultura criolla, que al tranco de su mulo Malacara supo ir abriendo caminos para gloria de Dios. Caminos que también recorrería su colaboradora y amiga, la beata Catalina de María Rodríguez. Incluso, la recientemente declarada santa, María Antonia de Paz y Figueroa, conocida como “Mama Antula”, integra intensa y armónicamente su genio femenino en la cultura e historia de la Iglesia en Argentina.

Jóvenes creyentes, orgullosos de sus raíces y tradiciones, pertenecientes al centro juvenil del movimiento Fasta en Palermo (Ruca del Plata), se propusieron la misión de anunciar el mensaje de la Navidad a través del arte folklórico argentino. Así nace “Navidad Pampa”, un camino de preparación con diferentes acciones, cuyo objetivo es celebrar una navidad bien nuestra.

Los jóvenes de Navidad Pampa, adentrados en la historia del folklore a través de la investigación, la lectura, el diálogo con especialistas y la visita a museos de arte, se lanzaron a este desafío de llevar un mensaje de paz, unidad, consuelo y esperanza a la sociedad argentina de hoy. Conformaron un taller de danza folklórica. Escribieron poemas y canciones. Grabaron temas musicales propios. Y se organizaron para llevar adelante este proyecto.

Las acciones previstas en este recorrido hacia la celebración de la Navidad incluyen intervenciones urbanas, una peña en La Tincho Fierro y, como culmen, un espectáculo artístico en la pista de salto del Regimiento de Granaderos a Caballo Gral. San Martín, la tarde del domingo 17 de diciembre. Dicho espectáculo consistirá en la narración del nacimiento de Jesús en Belén a través de la poesía, la danza, la música folklórica y la destreza ecuestre. Definirán la calidad artística de este espectáculo la música de Los Colorados, la danza del ballet Udaondo y la maestría de jinetes y caballos criollos, de la mano de Luis Bustos.

[Para participar y seguir cada una de las actividades, o conseguir las entradas gratuitas del espectáculo final, los invitamos a seguir la página de Instagram @navidadpampa ]