Hacia una nueva sociedad digital más inclusiva

La IA es la base de una nueva era de conocimiento cuyos efectos modificarán la vida, los hábitos y las posibilidades de todos los ciudadanos

Guardar
Cómo se integrará la Inteligencia Artificial en la vida cotidiana (Imagen Ilustrativa Infobae)
Cómo se integrará la Inteligencia Artificial en la vida cotidiana (Imagen Ilustrativa Infobae)

En los últimos meses, sobre todo a partir de la popularización del ChatGPT, se ha abierto un intenso debate sobre los beneficios y riesgos de la Inteligencia Artificial. Estas argumentaciones oscilan entre quienes temen por una creciente deshumanización de las decisiones, muchas de las cuales pasarán a ser tomadas por máquinas y no por personas; y quienes atribuyen a la IA un significativo mejoramiento de nuestra calidad de vida producto del uso de información más objetiva, producida por algoritmos cada vez más sofisticados y exactos.

Mientras ese debate permanece, la única certeza que tenemos es que la IA es una tecnología disruptiva e inevitable que dominará un futuro en el que la inteligencia humana y la inteligencia de las máquinas trabajarán conjuntamente en los asuntos más diversos de nuestra vida social, económica y política.

En medio de este torrente de novedades es importante entender la profundidad y diversidad de esta nueva era, incluyendo en esta observación los efectos sobre los segmentos sociales que parecen más distantes y desprotegidos frente al avance tecnológico.

La IA será indispensable para que esta población pueda acceder, por ejemplo, a las siguientes prestaciones:

- Servicios digitalizados del sector público, tanto a nivel municipal, provincial y nacional.

- Microfinanzas y servicios financieros, al permitir una evaluación de riesgos más precisa y un acceso más fácil a servicios bancarios y microcréditos para personas de segmentos no bancarizados.

- Agricultura de pequeña escala, al dar información valiosa sobre el manejo de cultivos, el pronóstico del clima y la gestión de recursos, lo que puede aumentar la productividad y los ingresos en las zonas rurales.

- Empleo y formación, al facilitar la formación y el acceso a oportunidades de empleo, incluidos trabajos en línea, lo que puede ser beneficioso para personas con menos oportunidades de empleo tradicionales.

- Accesibilidad, al proporcionar herramientas para personas con discapacidades, lo que les ayuda a participar plenamente en la sociedad y el empleo.

- Atención de salud, al permitir diagnósticos médicos más precisos y opciones de tratamiento más efectivas, lo que puede reducir los costos de la atención médica y mejorar el acceso a servicios de salud de calidad.

- Educación pública optimizada, poniendo a disposición de los estudiantes y profesores una amplia gama de ayudas, entre las que se incluyen la personalización del aprendizaje, que permite adaptar el contenido y las actividades a las necesidades individuales de cada estudiante; el análisis de datos y el seguimiento del progreso, que permite a los educadores rastrear el comportamiento y el desempeño de los estudiantes, identificar áreas de mejora y proporcionar retroalimentación personalizada, recomendando contenidos de aprendizaje específico que sean relevantes para el progreso y los intereses de cada estudiante.

Los profesores, además, pueden beneficiarse de la IA en la planificación de lecciones, la identificación de materiales de enseñanza relevantes y la gestión del aula. Otro beneficio significativo son las plataformas de educación en línea y de aprendizaje a distancia.

Es importante entender que la IA no es un fenómeno lejano, que afecta solo a la economía, la ciencia o los mercados globales. Es la base de una nueva era de conocimiento cuyos efectos modificarán la vida, los hábitos y las posibilidades de todos los ciudadanos de construir su futuro. Por ello, los gobiernos y las organizaciones deberán esforzarse en garantizar que estos beneficios lleguen a las poblaciones de menores recursos, para asegurar que la tecnología sea inclusiva y equitativa en su implementación. Este esfuerzo debe incluir una adecuada previsión sobre los efectos en el mercado de trabajo, especialmente en los empleos que involucran tareas repetitivas y rutinarias.

En el nuevo mapa laboral no solo se necesitarán más trabajadores en el sector tecnológico, se espera que también aumente la demanda de empleos relacionados con el cuidado personal y la atención a otros seres humanos. Nuevas profesiones y oficios nacerán vinculados a las tareas que requieren habilidades emocionales, de empatía y de comunicación, que son difíciles de automatizar y se centran en la interacción humana. Además, la IA y la tecnología pueden utilizarse para mejorar la eficiencia en estos campos, donde no es posible reemplazar a los trabajadores humanos.

En este sentido, un estudio realizado por IBM estima que la IA puede abrir más posibilidades a los empleados al mejorar sus capacidades: según el 40% de los ejecutivos encuestados, la fuerza de trabajo necesitará volver a capacitarse como resultado de la implementación de la IA y la automatización en los próximos tres años.

Asimismo, el Índice de Tendencias Laborales elaborado por Microsoft afirma que un 63% de los trabajadores argentinos estaría dispuesto a delegar la mayor cantidad de tareas posible a la inteligencia artificial para disminuir su carga de trabajo. En la misma línea se mostraron los líderes de negocios y empresarios argentinos, quienes demostraron estar más propensos a considerar que la IA aporta valor agregado al ambiente de trabajo al impulsar la productividad, en lugar de representar un medio para reducir al personal actual.

En síntesis, la IA es una poderosa tecnología que modificará nuestra vida en todos los órdenes. Será nuestra responsabilidad saber sacar el mayor provecho de los grandes cambios que sin dudas producirá, para construir una nueva sociedad digital más inclusiva y justa cuyos beneficios lleguen a todos los ciudadanos, cualquiera sea su nivel social o económico.

Guardar