¿Es el anti sionismo, una forma de antisemitismo?

Oponerse a la existencia del estado israelí es antisemita

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Un joven israelí reza en el Muro de los Lamentos en Jerusalén (Reuters)
Un joven israelí reza en el Muro de los Lamentos en Jerusalén (Reuters)

Para comenzar a analizar este fenómeno tan particular es imperioso definir de qué hablamos cuando nos referimos al antisemitismo y qué entendemos por antisionismo. Después de todo, quién parta de premisas distintas llegará a otras conclusiones.

Antisemitismo puede expresarse como el odio a los judíos. Las manifestaciones físicas y retóricas del antisemitismo se dirigen a las personas judías o no judías y/o a sus bienes, a las instituciones de las comunidades judías y a sus lugares de culto. (Definición de International Holocaust Remembrance Alliance -IHRA- sobre antisemitismo).

Como cualquier discriminación, el antisemitismo no es más ni menos que una distinción sin fundamento razonable alguno. Es aplicar categorías o proponer soluciones distintas hacia un grupo o a sus miembros solo por su pertenencia a ese colectivo.

Antisionismo, a mi entender es estar en contra de la existencia de Israel como estado judío. Contrario a lo que se piensa en muchos sectores, estar en contra de los asentamientos israelíes en Cisjordania, oponerse a las políticas de algún gobierno israelí de turno o agraviarse por el trato que Israel le da la población árabe, no es en absoluto anti sionista.

Si la idea del sionismo desde su fundación fue “la creación de un hogar nacional judío en su tierra ancestral”, entonces la negación de esa idea es el anti sionismo.

¿Por que ambas oposiciones son dañinas y peligrosas?

Describir porque el antisemitismo es peligroso en el 2020, es a mi entender redundante. Quien conoce el proceso genocida llevado a cabo por la Alemania nazi hace menos de 100 años entenderá porque así lo afirmo. Quien no lo conoce, lo invito a profundizar en la temática.

Ahora bien, definirse como anti sionista es peligroso y tan dañino como considerarse antisemita. El anti sionismo entiende que Israel no tiene derecho a existir o no debería existir como estado judío. El derecho a la libre autodeterminación de los pueblos es un derecho humano universal que está reconocido por el derecho internacional y por la comunidad internacional a tal punto que es “Ius Cogens” (Derecho imperativo, que no admite comportamiento o prueba en contrario).

Por eso mismo, sostengo que quien es anti sionista es antisemita. Negar el derecho a la autodeterminación, de un solo pueblo en la humanidad, del pueblo judío en su tierra ancestral, es antisemita y eso es peligroso y dañino.

Ahora bien, con ese mismo argumento uno podría esbozar una pregunta igualmente válida y oportuna: ¿Que pasa con el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino? A mi entender, es un derecho que aún no está alcanzado y que ojalá prontamente el pueblo palestino pueda ejercer con plenitud y sin amenaza alguna hacia la seguridad de Israel o hacia sus habitantes (como el mundo fue testigo el infame 7 de octubre de 2023).

Otro punto relevante cuando hablamos de anti sionismo es mencionar una frase de Golda Meir: “La creación del estado de Israel, elimino del diccionario la palabra refugiado judío”. Esta afirmación hace referencia a que justamente no existen judíos perseguidos por su condición de judíos en ninguna parte del mundo por la existencia y la salvaguarda del estado de Israel. Es el estado de Israel quien en gran medida garantiza que cualquier judío en cualquier parte del mundo pueda gozar de libertad y bienestar. El mismo estado que recibe con los brazos abiertos (y apoyo económico) a quienes decidan emigrar a su tierra.

Por eso mismo, oponerse a la existencia del estado de Israel, que supo solucionar como ningún otra institución o estado en la historia de la humanidad un problema tan complejo como el de los refugiados es antisemita.

Pretender perpetuar en los sobrevivientes, la catástrofe del holocausto es antisemita. Eso no se logró por que la suerte de cientos de miles de personas dio un giro de 180 grados con la creación del estado de Israel. Después de todo estas personas no tenían otro lugar a donde ir.

Viviendas marcadas con la estrella de David en París, Francia (Bernard Hasquenoph/X)
Viviendas marcadas con la estrella de David en París, Francia (Bernard Hasquenoph/X)

Ahora bien, ¿Toda crítica a Israel es antisemita? Para responder a esta pregunta utilizaré una idea creada por Natan Sharansky. No cualquier critica a Israel es antisemita. Una crítica a Israel es antisemita si incurre en una de las siguientes 3 “D”:

1. Des legitimación: La crítica a Israel que termina con la frase “y por eso Israel no debería existir”. Lamentablemente este tipo de críticas son moneda corriente en las marchas pro palestinas que llaman a la destrucción del estado de Israel. Me pregunto si existe otro estado en la tierra al cual se le pida la destrucción o si es algo que solo sucede con el estado judío.

2. Demonización: La crítica a Israel que lo considera como el peor de todos los males. Israel como el único estado que viola el derecho internacional, o como el peor de los males de la humanidad. Un ejemplo evidente es la infame comparación a Israel con regímenes totalitarios como la Alemania Nazi. Mas allá de la profunda falta de sensibilidad de quienes comparan al estado judío con su perpetrador (Alemania nazi), al realizar esa comparación entonces la cadena asociativa es que, así como se combatió a los nazis se debe combatir a Israel.

3. Doble moral: La critica a Israel que aplica un doble estándar. Exigirle a Israel un comportamiento mejor que el que se le exige a cualquier otro estado. Seamos honestos también, y admitamos que Israel está sometido al escrutinio público mucho más que cualquier otro estado. China actualmente tiene campos de concentración de musulmanes y no he visto un movimiento de Boicot, Des inversión y sanciones hacia el estado asiático. Pero, en fin, ahora que lo sabes, presta atención en las redes sociales que ofrecen un inagotable catálogo de cualquiera de las 3 opciones.

Entonces, ¿cómo encaramos el problema? Como en muchos problemas complejos, ningún extremo es bueno. No hay que ser alarmistas, ni tampoco ingenuos.

Digo que no hay que ser ingenuos porque, el antisemitismo está mal, y al antisemita hay que intentar educarlo o re educarlo para que entienda que en una sociedad democrática la discriminación hacia los judíos no puede ni debe tener lugar. Como tampoco la discriminación a cualquier minoría. Lamentablemente la experiencia me ha demostrado que muchos antisemitas, lo que en verdad desprecian es el orden democrático, la pluralidad de voces, y la coexistencia entre culturas diversas.

Vivimos en una época de deconstrucción, donde muchas certezas que teníamos son felizmente puestas en duda y los privilegios son oportunamente cuestionados. Creo que también es necesaria una de construcción de antiguos prejuicios antisemitas y este es el momento ideal para continuar con la tarea.

También es realidad, que el anti sionismo genera un contexto en el cual el antisemitismo puede florecer sin obstáculos. Tan solo observar la inagotable lista de hechos antisemitas registrados en todo el mundo en el contexto de las marchas contra Israel, para darse cuenta que los judíos y sus instituciones se ven afectados por los aparentemente “anti sionistas”.

A su vez, afirmo que no hay que ser alarmistas porque muchas veces desde instituciones judías, o referentes comunitarios salen al cruce de una persona tildándolo/a de antisemita y generando justamente lo opuesto a lo deseado, que según entiendo es “la defensa de la dignidad del pueblo judío”. El antisemitismo no debe ser utilizado como un bozal.

El anti sionista, es más complejo. Muchos se consideran anti sionistas por estar en contra de alguna política de Israel, eso fue explicado anteriormente y a mi entender es legítimo.

Otros quizás sean anti sionistas porque simplemente no conocen mucho sobre el tema y está bien. Tampoco hay que exigir que todos sean expertos en Medio Oriente. En este caso lo peor que se puede hacer es acusarlo de antisemita y así evitar el debate. Después de todo en una sociedad democrática podemos opinar distinto, el debate nos puede llevar a conclusiones distintas y esas son las reglas del juego. Cada uno se tendrá que hacer cargo de sus opiniones.

El anti sionismo, es antisemitismo, pero la persona anti sionista no necesariamente tiene mala fe, démosle el beneficio de la duda y supongamos que está equivocado. A fin de cuentas, el diálogo y el debate con respeto nunca daña.

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