Modelos de Proyección Internacional

Las elecciones generales de este año nos brindaron debates presidenciales que acercaron las plataformas electorales de los principales candidatos al pueblo. Se discutieron temas cruciales como economía, derechos humanos y seguridad. Sin embargo, notamos una ausencia notable: la política exterior. En un mundo cada vez más globalizado y convulsionado, resulta imperativo tener presente la agenda de política exterior de nuestro país y definir las brújulas que guiarán el camino. Desde las relaciones con el FMI hasta las oportunidades de exportaciones como producto de las crisis de cadenas de aprovisionamiento con la guerra en Ucrania, pasando por las secuelas internacionales del conflicto entre Palestina e Israel o las relaciones con nuestros vecinos. Argentina se encuentra inmersa en un mundo de grandes desafíos, pero también de inmensas oportunidades.

Ante este vacío, el pasado miércoles 18 de octubre se desarrolló en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) un encuentro coorganizado junto a la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) y FLACSO Argentina, donde los referentes de las tres fuerzas políticas que se mostraban como las más competitivas de cara a las elecciones tuvieron la oportunidad de dar a conocer los modelos de proyección internacional de sus espacios. Participaron Gustavo Martínez Pandiani por Unión por la Patria, Federico Pinedo por Juntos por el Cambio y Diana Mondino por La Libertad Avanza.

El debate constó de tres bloques: exposiciones generales sobre relaciones exteriores de Argentina, política regional y geopolítica. A la luz de los resultados en las elecciones generales del domingo, que ubican a Unión por la Patria y a La Libertad Avanza en un ballotage para el próximo 19 de noviembre, resulta relevante advertir las posiciones planteadas por los distintos referentes.

En primer lugar, Federico Pinedo enfatizó la construcción de confianza como el primer interés nacional, así como también la necesidad de respetar la ley internacional y la soberanía territorial de otros Estados. Destacó la importancia de mantener relaciones con todos los países del mundo, excepto aquellos que violen el derecho internacional. También resaltó la importancia de abogar por el desarrollo sostenible y la expansión de los mercados, como el acuerdo MERCOSUR-Unión Europea y el comercio con el Sudeste Asiático y el Norte de África. En política regional, mencionó la importancia de negociar en conjunto con MERCOSUR y promover la defensa de los derechos humanos y la seguridad en la región. En geopolítica, defendió fundamentar las relaciones en un orden mundial basado en reglas y subrayó la posible y deseable participación de Argentina en la OCDE. Luego de los resultados del pasado domingo, esta visión del mundo quedará, de mínima, relegada.

Por su parte, Martínez Pandiani propuso una política exterior pragmática enfocada en buscar más socios, mercados y oportunidades. Destacó la importancia de priorizar el interés nacional y la defensa de las empresas y trabajadores argentinos, así como también la necesidad de reorganizar los recursos humanos de Cancillería, con mayor presencia en Asia y África. En cuanto a la política regional, enfatizó el aprovechamiento de los recursos materiales y humanos del país para comerciar con el resto de la región. En geopolítica, resaltó la defensa de la soberanía de Argentina en Malvinas y abogó por establecer relaciones económicas fuertes pero diferenciadas de las políticas.

Finalmente, Diana Mondino abogó por que Argentina sea un actor confiable en la escena internacional y contribuya a resolver problemas globales. Consideró que el sector privado tiene un papel importante en la atracción de divisas y que el Estado debe facilitar oportunidades para ellos. Enfatizó en la importancia de mantener relaciones estrechas con países que cumplan con las condiciones de democracia liberal y la importancia de aprovechar las oportunidades turísticas de Argentina como base de su soft power. En política regional, destacó la importancia de integrarse en cadenas de valor globales en áreas clave como los semiconductores y el litio. En geopolítica, mencionó la importancia de la seguridad en el Atlántico Sur y de adaptarse a las nuevas tendencias globales, como la tecnología de la información y la inteligencia artificial.

En síntesis, los tres referentes coincidieron en que el país debe tener un papel proactivo para insertarse al mundo y que debe darse en un marco de multilateralismo. Sin embargo, los modelos de proyección internacional se diferencian en el principio que enmarcará las relaciones de nuestro país con el mundo: desde una mirada más normativa, Pinedo y Mondino enfatizaron las relaciones estrechas con países que cuenten con similitudes valorativas, mientras que Martínez Pandiani mostró una postura más pragmática, dando cuenta de las oportunidades que puede tener Argentina relacionándose con todos.

Como corolario, es esencial destacar los peligros sobre la falta de interés general en este tema. Pareciera observarse cierta apatía en la sociedad argentina sobre tópicos de la agenda de Política Exterior, hecho que se evidenció en la ausencia del tópico en los debates presidenciales. Como mencionó Francisco de Santibañes, presidente del CARI, Argentina no es una isla. Debemos priorizar la política exterior como un instrumento fundamental para el desarrollo y el bienestar de nuestro país, reconociendo que los problemas nacionales, fundamentalmente los económicos que tanto nos aquejan, no se limitan a lo doméstico, sino que tienen un fuerte componente internacional.

*Bruna Barlaro Rovati, docente de la Lic. en Gobierno y Relaciones Internacionales de UADE