Es muy común recordar al Bitcoin cuando sube o baja de precio, e intentar responder qué pasó. La reciente subida más asociada a la expectativa de una respuesta positiva sobre el Spot ETF de Bitcoin del grupo de inversión más grande del mundo, Blackrock, por parte de la SEC (que ya sufrió reveses en la justicia por actitudes abusivas hacia las criptos) y las incertidumbres por la guerra y las tasas de la FED en EEUU. Eso sí, si la FED aprueba en noviembre el ETF podremos ver pronto nuevos picos.
Pero para que Bitcoin sea ese sistemático, aunque fluctuante, lugar de resguardo o interés, hay mucho más por debajo que sólo una “₿” bonita, y este texto pretende poner focar en qué cosas interesantes pasan hoy para la principal cripto y el ecosistema Blockchain.
Bitcoin sigue siendo visto como el activo más “seguro e inviolable” del ecosistema y entre sus cualidades la más destacable es que casi todas sus constantes innovaciones y mejoras se hacen sin afectar sus pilares y su código base.
Como el espacio de competencia en las blockchains tipo Ethereum es mucho mayor que el de monedas tipo Bitcoin, hay muchísimos proyectos nuevos que surgen en diversas blockchains y puentes entre éstas para interconectadas
Estas innovaciones, en su mayoría, aportan eficiencia en la gestión o privacidad de las transacciones y la programabilidad del dinero. En algunos casos, como los recientes Taproot, Segwit y MAST, suceden en la capa base, pero también cimientan mejoras en capas superiores, como la red de Lightning que funciona sobre Bitcoin proveyendo no solo acreditaciones inmediatas a costos tendientes a cero, sino mayor escalabilidad y la nueva capacidad de crear sobre ella misma activos programables, monedas estables e incluso aprovechar la Inteligencia Artificial. Todo siempre en forma descentralizada y segura.
Es decir que Bitcoin viene logrando mayor usabilidad y programabilidad, pero sobre todo eficiencia para lograr todo esto sin ocupar más espacio que antes por transacción ni modificar los pilares que la hacen confiable, y manteniendo activos debates sobre nuevas mejoras.
Por el lado de Ethereum, al ser pensada como una blockchain más programable y flexible, sí hay cambios radicales en su funcionamiento preprogramados a cambio de mayor usabilidad. Su foco actual está en la mejora de la experiencia del usuario con sus billeteras y un funcionamiento más fluido para su uso en la Web3, como es el caso con “account abstraction”. Además, también son varios los proyectos de capas superiores que permiten lograr más transacciones por menores costos.
La reciente subida más asociada a la expectativa de una respuesta positiva sobre el Spot ETF de Bitcoin del grupo de inversión más grande del mundo, Blackrock
Pero como el espacio de competencia en las blockchains tipo Ethereum es mucho mayor que el de monedas tipo Bitcoin, hay muchísimos proyectos nuevos que surgen en diversas blockchains y puentes entre éstas para interconectadas, proyectos de Finanzas descentralizadas, tokenización de activos físicos, juegos, arte, IA y más. Tecnologías hoy están siendo estudiadas y utilizadas en infinidad de empresas y gobiernos.
Pero aunque todo esto suena a ciencia básica lo importante es saber que, por un lado, están en constante desarrollo y mejora, y por el otro, que usar o aprovechar tanto Bitcoin como las blockchains es en realidad cada vez más sencillo para el usuario final sin conocimientos técnicos.
La mayor tranquilidad de todas es saber que este 10 y 11 de noviembre, en Costa Salguero sucede LABITCONF, el evento sobre Criptomonedas más antiguo del mundo y #1 en la región, por unos pocos pesos, permite elegir entre 200 charlas con más de 250 especialistas, en una especie de “elige tu propia aventura de aprendizaje” según tus intereses y nivel de conocimientos, desde “cero doña rosa”, hasta programador.
Evento que además este año por el candente escenario monetario argentino tendrá la participación de reconocidos economistas mundiales y locales para charlas y debates sobre este aspecto y el rol del Bitcoin y las criptos en el futuro.
El autor fundador de LABITCONF y de la ONG Bitcoin Argentina