Diferentes circunstancias hacen asegurar a expertos un crecimiento sostenido que, de quitar algunos tipos de trabas, harían del 2024 un gran año en materia de exportación de bienes energéticos.
Obras ya instauradas y en constante desarrollo como el Gasoducto Néstor Kirchner, otras nuevas como la de Vaca Muerta Norte o como la Offshore del área Argerich, en Mar del Plata, sumado a un contexto futuro superador de las sequías, son factores plausibles para un balance muy positivo. Sin embargo, también se requerirán ciertas condiciones para que esto se cumpla de la mejor forma posible.
El gasoducto como punto de inflexión
En primer lugar, la inauguración del gasoducto Néstor Kirchner ya está siendo un punto de inflexión en Vaca Muerta, aunque todavía le falta desarrollarse a pleno. Su primera etapa, con unos 11 millones de metros cúbicos diarios de gas transportados por 573 kilómetros desde Neuquén hasta la provincia de Buenos Aires, es sólo el inicio del potencial. El gas logrará llegar a los grandes centros metropolitanos, en donde abastecen a las usinas generadoras de energía eléctrica.
Ahora se abrió la licitación para la construcción del segundo tramo, el cual cubrirá 467 kilómetros e irá desde Saliqueló hasta San Jerónimo, en Santa Fe.
A pesar de las demoras que hubo en su construcción, es importante que el próximo gobierno lo fortalezca y logre aprovechar sus ventajas energéticas. La consecuencia más directa va a ser la eliminación de la importación de gas natural a través de la terminal de Bahía Blanca, la cual va a ser sustituida por el nuevo caudal producido en Vaca Muerta. A la vez, se espera una futura exportación del gas a través de aquel puerto, lo que va a representar un ingreso cuantioso de dólares al país.
El offshore de Mar del Plata, un nuevo Vaca Muerta
Por otro lado, todos los estudios y previsiones de las empresas son sumamente positivas respecto al Proyecto Argerich. Se está hablando de nada más ni nada menos que de un posible nuevo Vaca Muerta, a 311 km de la costa de la ciudad de Mar del Plata.
Los datos son aún preliminares y recién se sabrán con certeza entre octubre y diciembre, luego del primer pozo exploratorio y la sísmica. En caso de que se ratifique la existencia de un offshore se puede esperar un gran movimiento en el área para 2026 y 2027, con una producción récord de barriles diarios durante un período estimado de entre 4 y 6 años.
Este proyecto llegaría a producir el equivalente a la producción total actual de YPF (y al 35% de lo producido en 2022) y repercutirá en el empleo, pudiendo llegar a generar un agregado de valor y nuevos puestos dentro de la metalmecánica, la logística de transporte y la siderurgia.
El Proyecto Argerich llegaría a producir el equivalente a la producción total actual de YPF (y al 35% de lo producido en 2022) y repercutirá en el empleo
Por todas las grandes ventajas del offshore, se insta al Gobierno Nacional, más precisamente el Ministerio de Ambiente, a que resuelva la documentación pendiente con las empresas para que efectivamente se concrete este mega desarrollo energético.
La reactivación de oleoductos
Otro factor importante a tener en cuenta para 2024 tiene que ver con la puesta en marcha del oleoducto Vaca Muerta Norte. Este conectará La Amarga Chica con la cabecera del Oleoducto Trasandino (Otasa). Su diámetro de 24 pulgadas permitirá una capacidad de transporte equivalente a cientos de miles de barriles, que pasará por unas 16 áreas hidrocarburíferas concesionadas.
La recuperación del ducto trasandino con el cual se conectará estuvo a cargo de YPF junto a los socios accionistas de Enap y Chevrón, que hicieron posible su reactivación luego de 17 años de inacción. La obra fue reinaugurada en mayo último y ya está generando un aumento en la exportación de crudo.
Sin embargo, se espera que la cifra aumente de forma drástica con la puesta en funcionamiento de Vaca Muerta Norte. Incluso, YPF ya anticipa un posible excedente para comenzar a exportar a mercados de mayor demanda, como la Costa Oeste de los Estados Unidos (el cual ya funciona como destino de lo extraído en Vaca Muerta) o países del sudeste asiático.
Escenario promisorio, pero con condiciones
Diferentes especialistas aseguran que en 2024 va a haber una recuperación de muchos sectores tras la superación de la sequía. A la vez, se le suma el desarrollo de la producción de uno de los litios más sustentables -hecho a partir de salmuera-, cuyo proceso es más largo que el de otros tipos- como el hecho en base a piedra, en Australia-, pero cuya competitividad va a ser mucho mayor a largo plazo.
Ya de por sí, al sustituirse las importaciones de gas por el hidrocarburo extraído de Vaca Muerta, se lograría un importante ahorro de USD 4.200 millones aproximadamente. Y según estimaciones del Banco Mundial, Argentina crecería un 2,3 % el año próximo, mientras que el FMI prevé una mejoría del 2 por ciento.
Sin embargo, para que todo esto se logre es necesario que el gobierno que asuma en diciembre lleve a cabo diferentes medidas:
1) Eliminar o achicar la brecha cambiaria;
2) Intentar disminuir de forma significativa la inflación;
3) Se requiere mayor infraestructura edilicia e insumos para el aumento de la producción de Vaca Muerta Norte;
4) La logística no explotó de la manera en la que sí explotó la producción. Se requiere de un mecanismo muy aceitado para combatir contra la inercia que implica la activación de un pozo; y
5) Sumarse a la transición energética, advirtiendo que hay una ventana en el mundo de no más de 30 años de utilización de recursos fósiles. Si no se extraen lo más pronto posible son bienes cuya riqueza el país va a terminar perdiendo, ya que con el tiempo se van a dejar de consumir.
De esta forma, la inversión en las infraestructuras de estas obras se vuelve de altísima prioridad. No se debe desaprovechar esta oportunidad.
El autor es Secretario general del Sindicato de Petróleo, Gas y Biocombustibles de Bahía Blanca