Es común que se hable de cómo se entregan las tierras argentinas a extranjeros y que nada se hace desde el Gobierno. Lo cierto es que cuando se detecta alguna operación porque algún ciudadano recurre a la Justicia nos despabilamos viendo cómo se usan triquiñuelas para evadir el cumplimiento de la ley, y siempre atrás de ello se encuentra un cipayo argentino que, por suculentas comisiones, honorarios o “coimas” llevan adelante acciones no permitidas por la ley argentina.
Este es el caso actualmente de una compañía chilena que ha sido acusada de una controvertida compra de tierras en la Patagonia ante la Justicia. Según las acusaciones, la familia chilena detrás del grupo turístico de lujo Explora, realizó una adquisición irregular de tres estancias patagónicas de una belleza natural extraordinaria. Estas propiedades se encuentran en las proximidades del Parque Nacional Los Glaciares, cuentan con más de 45 km de costa junto al Lago San Martín y abarcan más de 60.000 hectáreas de naturaleza virgen, incluyendo 12.544 hectáreas de bosque nativo y la presencia de seis grandes ríos caudalosos.
Las estancias patagónicas en cuestión, conocidas como “El Cóndor”, “Melenik” y “Veranada de Jones”, anteriormente pertenecían a la empresa Cielos Patagónicos S.A. Las acusaciones sostienen que la compra se llevó a cabo utilizando un método para aparentar que el comprador era de nacionalidad argentina, lo que supuestamente burló dos leyes nacionales que prohíben la adquisición de tierras por extranjeros en cantidad mayor a las 1.000 hectáreas (Ley de Tierras Nº 26.737), y el impedimento de estar en área de frontera a extranjeros (Ley de Zona de Frontera Nº 18.575 art. 7).
La controversia en torno a esta compra se ha intensificado debido a la ubicación geográfica de las tierras en disputa. Están situadas en la región en conflicto con Chile por el Lago del Desierto y albergan el Hito 62, que marca el Límite Internacional entre Argentina y Chile. Estas tierras están en la frontera con Chile, lo que agrega una alarma geopolítica al caso.
La denuncia fue presentada por accionistas de la propia empresa Cielos Patagónicos S.A. El escándalo ha revelado detalles sobre el presunto uso de estructuras legales para ocultar la nacionalidad extranjera del comprador, lo que incluye la creación de un fideicomiso llamado “Condor”. Según los documentos, el comprador aparente actúa como fiduciario, pero Aluquina S.A., una empresa controlada en un 100% por la familia chilena, sería el beneficiario real del fideicomiso.
La compra se habría realizado por un monto cercano a los 18 millones de dólares y las investigaciones en curso buscan determinar si hubo un intento de simulación para eludir las leyes argentinas de adquisición de tierras por extranjeros.
Este caso en particular, que se sumaría a muchos otros, nos compele a tomar la decisión de verificar por los organismos oficiales competentes la integridad territorial argentina para determinar si hay tierras en manos de empresas o personas extranjeras en violación a la legislación nacional, ya que ello es un tema geopolítico con graves consecuencias y que afecta a la defensa nacional. En estos días que vemos como afloran conflictos de límites con Chile, avances violentos de seudo Mapuches, discusiones innecesarias con el Paraguay por el peaje en la hidrovía que pone en riesgo el diálogo en la Cuenca del Plata, avance en los espacios usurpados por el Reino Unido en el Atlántico sudoccidental, supuestas inversiones chinas, radares británicos, depredación de nuestros recursos naturales, entre otras, es imprescindible el renacer de la Defensa Nacional, la concientización y el compromiso de nuestra dirigencia polìtica con la soberanía Nacional
¿Los candidatos a presidente de la Nación están enterados? ¿Tienen alguna propuesta? Sería bueno conocerlas.