Este 22 de octubre, en el marco de los 40 años del retorno a la democracia, la ciudadanía argentina elegirá a sus representantes políticos, en quienes delegará el liderazgo del país, el bienestar propio y el de toda la sociedad. Las elecciones son una oportunidad para toda la población: para analizar cómo está hoy, dónde se proyecta y cómo quiere construir en el mediano y largo plazo. Es el momento para que las y los votantes expresen sus demandas y conozcan qué propuestas tienen las candidatas y candidatos para asegurar el bienestar de millones de personas.
La deuda central es aún con las infancias y las adolescencias: desde el retorno de la democracia, la pobreza infantil monetaria nunca ha logrado bajar del 30%. Hoy, más de la mitad de las chicas y chicos son pobres por ingresos y, si se toman en cuenta otras privaciones, como el derecho a la educación, a la protección social, a la vivienda digna, la pobreza alcanza a dos de cada tres niñas y niños.
Según datos de la Séptima encuesta de hogares con niñas, niños y adolescentes de UNICEF, cuatro de cada diez familias no alcanzan a cubrir sus gastos básicos en alimentación, salud y educación, situación que genera endeudamientos, especialmente en los sectores más vulnerables de la población. El estudio muestra además que los hogares restringen su consumo de alimentos o empeoran la calidad de las dietas. El 41% dejó de comprar algún alimento por no tener dinero. Y casi 1 millón de chicas y chicos se saltearon al menos una comida diaria.
Los datos de esta nueva encuesta –la séptima de una serie iniciada en 2020- fueron incluidos en el documento “Votá por la Infancia”, que analiza diez de los principales desafíos de la niñez y la adolescencia en el país, y brinda propuestas de políticas públicas para ser abordadas por la próxima Presidencia.
Si bien se hicieron avances notables –la incorporación de la Convención de los Derechos del Niño con rango constitucional, la ley de Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, de Promoción de la Alimentación Saludable, la aprobación del voto joven, de la Educación Sexual Integral, la aplicación de la Asignación Universal por Hijo, entre otras normativas y políticas públicas para reducir desigualdades-, todavía no es suficiente.
El presente y el futuro de niñas, niños y adolescentes debe estar en el centro de los debates e informarse sobre las propuestas es siempre la mejor estrategia para elegir con convicción. Cuál es el camino para sacar a las niñas y a los niños de la pobreza; cómo se los incluirá en la toma de decisiones; cómo se mejora su acceso a una educación de calidad; cómo se erradicarán todas las formas de violencias; cuáles son las prioridades en materia de cuidados, son algunas de las preguntas que UNICEF invita a realizar a las candidatas y candidatos para informarse sobre sus propuestas para las infancias y adolescencias.
UNICEF trabaja para garantizar el cumplimiento de los derechos de los niños, niñas y adolescentes en Argentina. Promover su bienestar es una responsabilidad de todos los sectores sociales y económicos; sin embargo, es clave el compromiso político: el Estado, su principal garante, es quien tiene la responsabilidad principal. Políticas públicas concretas con resultados tangibles son cruciales en la vida de los casi 13 millones de chicas y chicos que habitan Argentina.
Hoy más que nunca, el compromiso debe ser con las chicas y los chicos. Son ellas y ellos quienes deben ganar. Lograrlo es una deuda urgente.