Qué cambia (y qué no) con ChatGPT

Sin lugar a dudas, la inteligencia artificial (IA) puede ayudar a la humanidad a lograr avances de gran impacto. Hoy en día se emplea en diversos sectores como la educación, agricultura, comunicación, salud, políticas públicas, entre muchos otros campos y, a medida que evolucione a formas más sofisticadas - y lo hará cada vez más rápido - transformará más industrias lo que agilizará procesos y modificará, en gran medida, la forma en que vivimos. Sin embargo, como ocurre con todas las innovaciones tecnológicas hay mucho que aprender y conocer respecto a su modelo de negocio y funcionamiento y el impacto que puede tener en nuestras vidas.

En el caso de ChatGPT tenemos que tener presente que no se trata de un ser superior que nos ilumina con sus respuestas, lo que nos dice no es la palabra suprema. Es una herramienta potente que nos acerca, con gran precisión técnica y en tiempo récord, la información que está en la red. Repito: la información que encuentra en la red, que, como ya sabemos, no es necesariamente correcta, puede estar manipulada, adulterada y no necesariamente validada.

Si bien su regulación será fundamental, no será suficiente si no incorporamos también un cambio en nuestro comportamiento individual frente al avance de la tecnología en todos los ámbitos de nuestras vidas. Claramente, necesitamos entender cómo funcionan y ser así capaces de utilizarlas de manera consciente y en libertad de elección. Lamentablemente, muchos individuos aún carecen de esta información. Es por eso que, una vez más, la alfabetización digital es tan importante.

¿Qué cambia y qué no con esta herramienta?

Ante este escenario decidí probar la herramienta y, tras analizarla, estas fueron mis observaciones:

Como modelo lingüístico de IA, tiene el potencial de derribar varias barreras relacionadas con el lenguaje y la comunicación. Algunos ejemplos son:

● Barreras lingüísticas: Puede entender y generar respuestas en varios idiomas, con lo que se rompe esta barrera y facilita la comunicación entre personas de distintas partes del mundo.

● Acceso a la información: Tiene acceso a grandes cantidades de información y puede responder a preguntas sobre una amplia gama de temas, lo que puede ayudar a acceder a información a la que de otro modo no habrían podido, ¡pero no necesariamente exacta!

● Barreras de comunicación: Puede ayudar a quienes tienen dificultades para comunicarse debido a diversos factores, como trastornos del habla o limitaciones lingüísticas. Al ofrecer una plataforma de comunicación basada en texto, ChatGPT puede ayudar a facilitar la comunicación entre individuos que quizá no puedan hacerlo eficazmente de otras formas.

● Sesgos y estereotipos: ChatGPT puede ayudar a reducir sesgos y estereotipos proporcionando información imparcial y objetiva en respuesta a las preguntas y puede hacerlo desde el lenguaje, lo cual es interesante pero limitado, ya que los sesgos no solo están en cómo nos comunicamos, sino en los algoritmos y también en quienes los han desarrollado.

A pesar de sus avanzadas capacidades de procesamiento del lenguaje natural, hay algunas cosas que no cambian con esta herramienta ni con ningún otro modelo lingüístico de IA:

● No tiene emociones: ChatGPT es un modelo de aprendizaje automático que no tiene emociones ni sentimientos. Aunque puede entender y generar respuestas, no tiene la capacidad de sentir por sí mismo.

● No puede experimentar el mundo físico: Existe puramente como un programa de software y no tiene presencia física. No puede ver, oír, tocar, saborear ni oler nada en el mundo físico.

● No sustituye a la interacción humana: Aunque puede mantener conversaciones y dar respuesta a preguntas, no puede sustituir el valor de la interacción humana. Hay ciertos aspectos de la comunicación que sólo pueden lograrse entre humanos, como la empatía, el apoyo emocional y el contacto físico.

● No es infalible: Aunque ChatGPT ha sido entrenado con grandes cantidades de datos y es muy avanzado, no es perfecto. Puede cometer errores o proporcionar información inexacta, sobre todo si ha sido entrenado con datos sesgados o incompletos.

En la respuesta sobre qué se modifica podemos encontrar los riesgos ante toda nueva tecnología, mientras que en aquello que no cambia suelen estar las oportunidades. Además, aunque ChatGPT es un potente modelo lingüístico capaz de comprender y generar respuestas a textos en lenguaje natural, no deja de ser un modelo de aprendizaje automático y tiene sus limitaciones. En este marco, por ejemplo, las respuestas del ChatGPT me resultaron interesantes aunque no suficientes.

Lo importante es tener presente que, a medida que las tecnologías evolucionan, se abren nuevos espacios de oportunidad, pero también riesgos no pensados. Nuestra misión como ciudadanos críticos es saber identificarlos y aprovecharlos, sin que la tecnología defina nuestro comportamiento o futuro, sino que seamos nosotros, actuando con el conocimiento adecuado, quienes tomemos decisiones libremente

* La autora es consultora en comunicación. Autora de “El desafío Digital