Que Google ha moldeado la forma en la que buscamos y accedemos a la información en línea, es un hecho innegable. Esta capacidad es tan omnipresente que “googlear” se ha convertido en un verbo, una acción que significa buscar en línea.
Con la aparición del ChatGPT, existe una tendencia a tratarlo como si fuera el mismísimo Google, esto es, como un motor de búsqueda verbalizado.
A pesar de que se viene utilizando hace años y llevando a cabo millones búsquedas con esta herramienta, esta aproximación es equivalente a usar una Ferrari solo para ir al supermercado: no estamos aprovechando todo el potencial que ChatGPT tiene para ofrecer.
Ejemplos de este uso “tipo Google” pueden ser: buscar una receta de cocina, preguntar por la capital de un país, o la definición de una palabra. Aunque estos son usos perfectamente válidos para ChatGPT, no hacen justicia al verdadero potencial de la tecnología como, por ejemplo, entablar una conversación enriquecedora.
No estamos aprovechando todo el potencial que ChatGPT tiene para ofrecer
Es hora de que evolucionemos en nuestra interacción con IA y exploremos el verdadero potencial de herramientas como ChatGPT.
Si queremos sacar el máximo provecho de ChatGPT debemos cambiar nuestra mentalidad y aprender a interactuar con esta herramienta avanzada de una manera más dinámica. En lugar de hacer preguntas lineales y transaccionales, podemos entablar una conversación: aquí es donde ChatGPT realmente brilla.
Por ejemplo, en lugar de preguntar “¿qué es el Big Bang?”, podríamos iniciar una discusión más enriquecedora y exploratoria con preguntas, tales como “¿cuáles son las implicancias del Big Bang en nuestro entendimiento del universo?” o “¿cómo han evolucionado las teorías del Big Bang con el paso del tiempo?”.
En vez de buscar una receta de cocina, podríamos discutir con ChatGPT sobre las variantes de esa receta, su origen, los matices culturales que la rodean e, incluso, cómo personalizarla según nuestras preferencias.
Si en lugar de preguntarle por la capital de un país, planteáramos el interrogante de cómo ha influido la ubicación geográfica de dicha capital en la economía y la cultura del país, o, por ejemplo, cuáles han sido algunos de los mayores desafíos históricos de esa capital y cómo los ha superado.
Es hora de que evolucionemos en nuestra interacción con IA y exploremos el verdadero potencial de herramientas como ChatGPT
Y ni hablar de los miles de otros usos de ChatGPT, desde ayudarnos a priorizar tareas hasta ayudarnos a programar, por ejemplo, una macro o una función en MS Excel.
No solo aprenderemos más a través de estas conversaciones enriquecedoras, sino que también desarrollaremos una apreciación más profunda de la capacidad de ChatGPT para interactuar de manera dinámica y responder a preguntas complejas y matizadas.
Es un desafío cambiar nuestras pautas de comportamiento, sobre todo cuando están tan arraigadas, como nuestra dependencia de Google para buscar información. Al superar esta “inercia Google” y abrazar la oportunidad de tener conversaciones más profundas y significativas con herramientas de IA como ChatGPT, podremos descubrir nuevas formas de aprender, explorar y satisfacer nuestra curiosidad.
La era de la inteligencia artificial está aquí y, con ella, una gran oportunidad de cambiar la forma en la que interactuamos con la tecnología. No debemos conformarnos con usar una Ferrari para ir al supermercado, esto da para mucho más.
Debemos cambiar nuestra mentalidad y aprender a interactuar con esta herramienta avanzada de una manera más dinámica
ChatGPT no es solo una enciclopedia. Es una compañera de conversación que puede desafiarnos a pensar de nuevas formas; que puede llevar nuestras preguntas y pensamientos a profundidades que un motor de búsqueda no podría alcanzar. Y sí, puede responder a nuestras preguntas directas, pero si eso es todo lo que pedimos, estamos perdiendo la posibilidad de sumergirnos en una interacción más rica y beneficiosa.
Al dar este paso, comenzamos a ver el verdadero valor y la relevancia de la inteligencia artificial en nuestra vida cotidiana. Pasaremos de ser consumidores pasivos de información a participantes activos en un diálogo. Este cambio es emocionante y prometedor, y está en nuestras manos aprovecharlo al máximo.
Por lo tanto, la próxima vez que interactúes con ChatGPT, recordá que no estás buscando en Google, que podés generar valor real.
El autor es Head of Go.elevate de Ingenia