Transcurría la tarde de un jueves lluvioso cuando un par de detonaciones interrumpieron la paz de la zona sur del municipio de Ezeiza.
La rutina del lugar fue alterada. La casa sobre las que los tiros habrían hecho impacto era una casa más, una que no resaltaba del entorno de construcciones típicas de clase media del conurbano bonaerense.
La única diferencia es que en esa casa residen los padres del actual jefe del Complejo Penitenciario Federal (CPF) I de Ezeiza, Inspector General Diego Morel, y que en su reja de acceso quienes abrieron fuego, haciendo gala de una impunidad que supera los umbrales de la sorpresa, y por supuesto, refuerza los de la indignación, dejaron un mensaje intimidatorio al estilo de los narcos rosarinos, cuyas organizaciones comienzan a estar en la mira de quienes investigan el caso.
Sincronización mafiosa
A la vez que los hechos sucedían en la casa de los padres del jefe de CPF I, este recibía en su celular un mensaje procedente de un numero desconocido con las mismas características intimidatorias.
El mensaje elevaba el tono de la amenaza y redoblaba la apuesta; en él se detallaban los nombres de los sobrinos de este funcionario que, casualidad o no, quienes hayan sido los responsables del mensaje, sabían que estos residían en la casa atacada.
El mensaje decía “Diego Morel, deja de verduguear a los presos porque vamos por todos………. Atte. LA MAFIA”. Omitimos los nombres de los cuatro menores sobrinos del alto funcionario penitenciario.
En la misma jornada el director del módulo donde a la fecha se alojan la mayoría de los miembros de bandas rosarinas, recibía también en su teléfono una amenaza hacia una de sus hijas.
Lo expuesto revela de manera contundente la preocupante situación que se vive en las cárceles argentinas y como estos grupos criminales demuestran que la desarticulación de las estructuras operativas en el medio libre solo se da de modo transitorio, pues la actividad criminal es reconducida nuevamente, ahora con sus líderes alojados en cárceles de un sistema desintegrado.
Hablamos del Sistema Penitenciario Nacional ya que este fenómeno excede al mero marco de la jurisdicción federal y compromete otras dependencias como el servicio penitenciario de la Provincia de Santa Fe y otros desde cuyos establecimientos se han ordenado, a esta altura, innumerables acciones delictivas como la expuesta en esta crónica.
Antecedentes cercanos
Cuando hablamos de escalada federal, es porque este hecho, suma gravedad a una práctica que no es nueva para las organizaciones que operan con base en suelo rosarino, sin embargo, nunca, habían sido tan concretos en avanzar hasta el círculo íntimo de un funcionario de la jerarquía como la del jefe de CPF I.
Pero esto no comenzó ayer, veamos:
- 21 de septiembre de 2021: mensaje intimidatorio al sistema de alertas 911 Rosario, con destino al Centro de Justicia Penal “vamos a “matar a todos los fiscales” si no liberan “a los Cantero y a Los Monos”.
- 11 de octubre de 2022: aparición de la narcomanta en las instalaciones de TELEFE ROSARIO con el mensaje “A todos los medios de Rosario, dejen de ensuciar y condenar a los pibes con la lengua porque vamos a matar periodistas. Con la mafia no se jode”
- 14 de noviembre de 2022: ataque a tiros a la obra en construcción del C.P.F.VII, lindante al C.P.F.II de MARCOS PAZ, al menos 12 tiros de calibre 9mm hicieron impacto contra la mampostería del acceso al lugar. Dejaron un mensaje similar: “Dejen de verduguear al GUILLE CANTERO o vamos matar a los del Servicio, con LA MAFIA NO SE JODE”.
- 7 de septiembre de 2023: ataque a tiros a la casa de los padres del Jefe del CPF I de EZEIZA y mensaje a su teléfono. Amenazas al director de módulo donde se alojan miembros de la banda rosarina.
Lo sucedido, lamentablemente era previsible y lo seguirá siendo en tanto no se articule el funcionamiento del Sistema Penitenciario Nacional, oponiendo a la actividad criminal una respuesta uniforme y contundente desde las mismas cárceles que estas estructuras han colonizado y hoy emplean como un sitio seguro desde el cual desplegar sus perversas acciones.