Con las elecciones presidenciales muy cerca, parece que la agenda económica gira en torno a déficits, reducción del rol del estado y recortes del gasto público. Todos temas de corto plazo, importantes, necesarios, pero que no pondrán a Argentina en un camino de crecimiento.
En unos meses todos nosotros a través de nuestro voto terminaremos dando una dirección a nuestro país, que espero sea de largo plazo, de expansión, de esperanza, de oportunidades hacia adelante, de oportunidades de empleo y progreso. Un Estado más efectivo y menos burocrático, que dé libertad a los ciudadanos y no entorpezca al sector privado es fundamental. Pero también invertir y enfocarse en aquellos sectores donde Argentina tiene ventajas competitivas.
Nuestro país tiene muchos recursos que están altamente demandados hoy en el mundo, como la energía y los alimentos. Pero tiene uno tal vez con mucha más potencialidad, que estamos sub-aprovechando, la “soja digital”. Es decir, todo el talento, el capital humano que podemos convertir en bytes y podemos exportarlo, como ya lo hacen Mercado Libre o Globant, o la empresa Aleph que fundamos hace más de 15 años. El desafío es cómo lo hacemos, cómo cambiar a un gobierno anticuado y pesado, con un sistema educativo en declive que pone en peligro nuestra ventaja competitiva.
El cambio es permanente en el mundo, pero lo único estable parece el crecimiento de la economía digital desde el advenimiento de internet. La transferencia del PBI offline al digital es imparable. En los países desarrollados ya alcanza al 15% de sus producto bruto. Por ejemplo, en Estados Unidos, Amazon representa ya un 2% del PBI, y esto únicamente crecerá, a medida que más transacciones y relaciones comerciales se realizan de forma digital. Los mercados emergentes vienen más lentos, pero en la misma tendencia, algo que no hay gobierno o partido político que pueda parar.
Pero para que suceda, necesitamos productos y servicios, infraestructura de e-commerce, gente que sepa de publicidad y marketing para conectar a vendedores con compradores, pagos digitales y logística. En adición a eso, ciberseguridad, programación y por supuesto buenos sistemas educativos.
¡Aquí está nuestra oportunidad!
En el país, más de 3 millones de personas trabajan para el campo y sus derivados, pero para este sector informático que sigue expandiéndose, uno de los de mayor crecimiento en el mundo, solo 150.000, aproximadamente. Hace unas semanas estuve en Washington con la embajadora de Arabia Saudita que me comentaba que estaban trabajando para tener un programador cada 100 habitantes, aproximadamente 300.000 programadores. Pero ¿por qué un país que tiene superávit fiscal, que exporta 40% de su PBI, tiene visión y está cambiando mucho, planifica la necesidad de 300.000 programadores? Es simple la respuesta, el mundo los va a precisar para esta gran revolución tecnológica, donde habrá una profunda transferencia de PBI físico a digital.
Esta “soja digital” es una exportación argentina que puede crecer exponencialmente, y ya hay pruebas de que Argentina sabe cómo hacerlo, y el mundo reconoce su calidad y valor agregado. Por eso el futuro de la educación es fundamental, porque es la base de que podamos exportar más servicios digitales. Argentina precisa como mínimo 500.000 desarrolladores y gente que entienda de cyber-seguridad, de marketing digital.
Creo que todos en la escuela primaria, secundaria y terciaria deberían aprender coding, ciberseguridad, online trading y comunicación digital. Vamos a igualar la educación para todo el mundo. El celular ya es un igualador social. La educación es una moneda que no se devalúa nunca, pero no es solo aprender a leer y escribir. Tiene que tener un norte de productividad. Si el mundo necesita talento digital, ¿por qué no educamos y preparamos a la próxima generación? ¿O vamos a seguir dependiendo del trigo?
Elijamos candidatos que abracen estas ideas, que abracen al conjunto de la sociedad argentina con una visión de largo plazo, de mayor exportación, de mayores ingresos y oportunidades de trabajo integradas al mundo. Es necesario entonces formar y potenciar en este sentido, crear empleos y oportunidades que nos muestren y nos destaquen en el mundo. El talento digital se busca y tendrá alta demanda en el mediano y largo plazo. Cambiar el enfoque e incorporar esto a la agenda electoral también es diseñar el futuro.
*El autor es fundador y CEO Aleph Group