El pasado 13 de agosto se llevaron a cabo las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en Argentina y el resultado arrojó una sorpresa que el mercado no esperaba. El candidato a presidente Javier Milei sorprendió imponiéndose en el primer lugar con el 30,04% de los votos. De cerca le siguió Juntos por el Cambio que, como bloque, totalizaron un 28,27%. Finalmente, en tercer lugar, Unión por la Patria captó el 27,27% de los votos. El mercado reaccionó con temor al día siguiente. El dólar libre se incrementó un 28,9%, el Merval en dólares cayó un 1,4% y el Riesgo País avanzó 193 puntos.
¿Cómo interpretar esta reacción del mercado? ¿Responde a un miedo debido a que el candidato más votado fue Milei? La respuesta es no. Los mercados funcionan en base a expectativas futuras. En este sentido, el mercado descontaba que Juntos por el Cambio iba a ganar por 4 o 5 puntos a Unión por la Patria. Sin embargo, el resultado de las elecciones PASO rompió de lleno con esta expectativa. Como consecuencia, al no cumplirse las expectativas del mercado, la incertidumbre creció. Esto lleva a que los mercados se pongan nerviosos y el correlato se observó con la escalada del dólar libre producto del nuevo escenario de incertidumbre.
Los tres candidatos continúan con chances de ganar las elecciones de octubre; es decir, el famoso “escenarios de tercios”
Pero… ¿incertidumbre a qué? El problema ahora es que en Argentina no se sabe quién va a ser el próximo presidente debido a un resultado de tercios muy parejo. No hubo un candidato que haya logrado despegarse lo suficiente para marcar una tendencia clara hacia la rosada. A diferencia de las PASO 2019, donde Alberto Fernández se impuso notoriamente sobre Mauricio Macri, el mercado descontó al instante que Fernández iba a ser el próximo presidente de los argentinos. En esa ocasión y bajo esas circunstancias, la escalada del dólar libre, que fue de 34%, sí representó un temor al candidato Fernández, ya que representaba el retorno de un gobierno populista e intervencionista. Sin embargo, en esta ocasión, el resultado no es claro, y el temor del mercado responde a la incertidumbre electoral y no a un candidato en particular. Los tres candidatos continúan con chances de ganar las elecciones de octubre; es decir, el famoso “escenarios de tercios”.
Teniendo en cuenta las razones que mantienen nervioso al mercado hoy, ¿qué esperar de aquí al 22 de octubre? Lamentablemente es de esperar un mercado cambiario volátil e intranquilo por tres motivos.
Con datos a julio, la base monetaria rota de manos cada 4,9 días cuando en situaciones de estabilidad lo hacía cada 15 días
En primer lugar, por la incertidumbre mencionada. Esta incertidumbre será una constante hasta octubre, cuando los argentinos expresen su voto definitivo en las urnas. Las encuestas difícilmente puedan brindar luz al respecto ya que últimamente han fallado. Por otro lado, las declaraciones que puedan llegar a hacer cualquiera de los tres candidatos pueden agravar o amortiguar la volatilidad en el mercado cambiario.
En segundo lugar, la devaluación del dólar oficial llevada a cabo el lunes del 22,1% impactará fuertemente en el índice de precios. Esto afecta directamente al valor del dólar, porque en definitiva lo que ocurre no es que el dólar sube, sino que el peso cae. Dado que el peso se continuará depreciando, el daño se verá reflejado con incremento del dólar libre. Como si esto fuera poco, el Banco Central continúa con reservas internacionales netas negativas, con muy poco margen de maniobra para intervenir el mercado cambiario. Si bien es cierto que van a ingresar unos USD 7.500 millones en la tercer semana de agosto, este monto estará principalmente destinado para pagarle al mismo FMI y no para intervenir en el mercado cambiario. Finalmente, en los últimos meses la emisión monetaria ha vuelto a acelerarse. Si a esto sumamos que, producto de la campaña electoral, el candidato Sergio Massa anunció que habrá suma fija para los trabajadores, otro bono para jubilados y suba de la AUH, esto también alimenta expectativas de inflación ya que todo esto será financiado con emisión monetaria.
Estos tres factores contribuyen a que la inflación se acelere y por lo tanto el peso caiga haciendo subir al dólar. Todo esto en un contexto de incertidumbre. Para peor, con niveles de inflación por encima del 113%, coquetear con estos instrumentos es jugar con fuego. Hay dos datos preocupantes que nos demuestran claramente que Argentina se encuentra en una situación límite y que estas medidas son peligrosas. Por un lado, la velocidad de circulación del dinero se ha incrementado notoriamente en lo que va del año. Con datos a julio, la base monetaria rota de manos cada 4,9 días cuando en situaciones de estabilidad lo hacía cada 15 días. La cifra de 4,9 días coquetea con niveles de crisis. Por otro lado, se ha conocido que varios supermercados podían cobrar precios en caja distintos a los que se ven en la góndola, señal que trae muy malos recuerdos a los argentinos.
En conclusión, resulta sumamente importante que los tres candidatos traten de transmitir tranquilidad en las semanas que nos esperan de aquí a octubre y esperar que post elecciones, quien sea el próximo presidente de los argentinos, transmita con claridad su plan económico para bajar los niveles de incertidumbre y nerviosismo de los mercados. Las variables económicas están en terapia intensiva y requieren extrema atención en esta transición.
El autor es Asesor Económico y colaborador de la Fundación Libertad y Progreso
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