El voto de los mayores y su gusto por los experimentos

Los electores de más de 60 no son fácilmente influenciables, valoran la fidelidad como usuarios y, sobre todo, tienen memoria de lo que han vivido

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A pesar de que no
A pesar de que no tienen la obligación, estudios señalaron que el voto de los mayores tiene un peso considerable en las elecciones (Mario Sar)

Los especialistas en marketing y comunicación saben que el segmento de las personas mayores cada vez se torna mas interesante para el “mercado”. Este interés no solo radica en que cada vez son un grupo creciente de ciudadanos o potenciales consumidores, sino que tiene reglas de juego propias. La síntesis es que a estas personas mayores no se les vende, sino que ellas compran. Son la nueva longevidad.

Un grupo de personas desafían los cánones de lo que entendemos por envejecer, que son los más educados que ha visto la humanidad y que están informados y comunicados como nunca se ha visto entre las personas de más de 60 años. En este sentido, la investigación muestra aspectos que a muchos sorprendería. No son fácilmente influenciables, valoran la fidelidad como usuarios y, sobre todo, tienen memoria de lo que han vivido. Estos son aspectos que los políticos comienzan a valorar cada día más, aunque no se note.

En Argentina acabamos de vivir las elecciones primarias y prácticamente brillaron por su ausencias las propuestas para este grupo de personas y del voto mayor. El voto “mayor” cada día resulta más definitivo en la sociedad del siglo XXI. La ecuación es fácil: estamos teniendo menos hijos y vivimos cada día más.

En 2014, cuando Escocia celebró el referéndum para medir la continuidad de la anexión al Reino Unido, los votantes mayores de 65 años fueron fuertemente opositores y decisivos para la continuidad de la unión a Gran Bretaña. En la elección de 2015, también en Reino Unido, el voto conservador en los mayores de 65 llegó al 47%, nuevamente el más alto por edad, tanto en hombres como mujeres. En España, en la última elección del 23 de julio pasado, se volvió a confirmar que el voto de los mayores de 50 es fuertemente conservador. En los Estados Unidos, el voto republicano de 2022 en los mayores de 65 años era 14% mayor que el voto demócrata.

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Los mayores se inclinan por
Los mayores se inclinan por determinado tipo de liderazgos, donde el consenso y el discurso moderado ganan lugar (Ariel Torres)

¿Qué ocurre en Argentina?

En nuestro país, las personas mayores de 70 años representan aproximadamente más de 4 millones de votos, y como sabemos, tienen ese derecho, pero no están obligadas a sufragar. Un estudio de la Universidad Fasta de Mar del Plata, uno de los dos núcleos urbanos con mayor proporción de personas mayores, expuso que más del 60% de su muestra manifestó intención de votar en las PASO de 2015. Para las primarias de 2021, el grupo de mayores de 70 representaba el 11,7% del padrón electoral, siendo casi el 20% en la Ciudad de Buenos Aires y cerca del 12% en provincias como Córdoba, Santa Fe y Mendoza, mientras que en la provincia de Buenos Aires apenas algo menor. Hoy, ese grupo de ciudadanos es cinco veces mayor que el grupo de los votantes de entre 16 y 18 años en todo el país. El pensador chileno Humberto Maturana en algún momento dijo “el futuro les pertenece a las personas mayores”, algo de razón tenía.

Las personas mayores en Argentina son un grupo muy interesante: ellas vivieron otra Argentina, la de la cultura del trabajo y la del esfuerzo. Entre sus logros, les permitió en 8 de cada 10 casos ser propietaria de su vivienda, algo que para las generaciones más jóvenes es aún una aspiración. Son las personas que vivieron una vida de transiciones, pero también la transición a la democracia, un bien muy preciado por ellos. En ese sentido, la evidencia muestra que también se inclinan por determinado tipo de liderazgos, donde el consenso y el discurso moderado ganan lugar. En otras palabras: no suelen gustar de los experimentos.

El voto “mayor” cada día
El voto “mayor” cada día resulta más definitivo en la sociedad del siglo XXI (Franco Fafasuli)

Una forma de liderazgo disruptivo que propone cambios de 180 grados suele seducir a las generaciones más jóvenes, pero no a los mayores. Argentina se enfrenta a un momento crucial. La posibilidad de un experimento social está más cerca que nunca. Con su memoria histórica de una Argentina de trabajo y su análisis en perspectiva, las personas mayores pueden marcarnos el camino sin dejarse encandilar por espejitos de colores. Es hora de hacer partícipes a las personas mayores de Argentina. Es hora de hablarles a ellos que ya han experimentado en sus vidas y saben de qué se trata.

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