Con los resultados de las últimas elecciones PASO, la probabilidad de Javier Milei de llegar a la presidencia se vio aumentada sobremanera. Por lo tanto, resurgió el interés por su propuesta de dolarizar la economía para cerrar el Banco Central.
A continuación, responderé brevemente algunas preguntas que aparecen a partir de esta idea.
1) Con la dolarización, ¿se termina la inflación?
La respuesta es que un país que dolariza la economía reduce de forma drástica su inflación. En los 20 años previos a la dolarización oficial, Ecuador tuvo una inflación promedio superior al 35%, mientras que después la bajó al menos del 10%. En El Salvador, que también dolarizó su economía, la tasa de inflación cayó de 14% a 2% promedio en los mismos períodos. Otros países que no manejan su política monetaria, como Italia, España o Portugal, quienes pertenecen al Euro, también han logrado mantener un nivel de inflación baja y estable.
2) ¿Cómo se realiza, en la práctica, la dolarización?
El proceso consiste en que el gobierno, principalmente a través del Banco Central, recibe todos los pesos que hay en circulación entregando a cambio dólares, a un determinado tipo de cambio.
3) ¿A qué tipo de cambio se puede dolarizar?
El tipo de cambio al que se debería dolarizar es el dólar de mercado, lo que exige una determinada cantidad de dólares para poder “rescatar los pesos”. Por ejemplo, si se quiere dolarizar la economía a $780, el tipo de cambio al que cerró el dólar ayer, se necesitarían USD 8.200 millones para cambiar por dólares toda la base monetaria. Si a eso se le suman las Leliq, entonces se necesitan USD 31.400 millones. Si se quisiera dolarizar a un tipo de cambio inferior, se necesitarían más dólares.
4) ¿Están los dólares para realizar la dolarización?
En las reservas del Banco Central esta cantidad de dólares no existe. Sin embargo, sí sería posible que el Banco Central vendiera otros activos que tiene en su poder – principalmente títulos de deuda del gobierno nacional- (o consiguiera un préstamo de dólares frescos utilizando estos activos como colateral) y obtuviera dólares en dicha transacción. Estableciendo algunos supuestos para la cotización de estos activos en el mercado, se podrían conseguir los dólares (aproximadamente USD 32.000 millones) para realizar la operación a un tipo de cambio de $780. Es muy importante remarcar este punto para que no se genere la expectativa de que la única forma de dolarizar es con un tipo de cambio que tienda a cualquier cosa.
5) Si se dolariza la economía, ¿mi sueldo va a caer o va a subir?
Para entender este punto es necesario aclarar que hoy todos sabemos cuál es nuestro ingreso medido al tipo de cambio paralelo. Por ejemplo, si una persona tiene un sueldo de $780.000, esto quiere decir que cobra USD 1.000 por mes al tipo de cambio paralelo del miércoles.
Así las cosas, en el corto plazo tras la dolarización, el sueldo seguirá siendo el mismo. No debe subir, ni bajar. Ahora bien, si a la dolarización se la acompaña de otras reformas que generen previsibilidad y estabilidad, entonces en el largo plazo el crecimiento económico generará que los salarios en dólares (y en términos de la cantidad de bienes que se puedan comprar), aumenten.
6) ¿Tiene costos la dolarización?
Si se hace al tipo de cambio de mercado, la dolarización en sí misma, y a corto plazo, no genera costos, de hecho, traería beneficios producto de la estabilización monetaria. Sin embargo, comparado con esquemas cambiarios más flexibles, puede que genere costos en materia de empleo si el país se ve afectado por un shock externo negativo. Por este motivo, es necesario complementar la dolarización con reformas que doten a la economía de la mayor flexibilidad posible, de forma de poder adaptarse mejor a estos shocks, en ausencia de la posibilidad de que ajuste el tipo de cambio.
7) ¿Es la dolarización la única alternativa para cortar con la inflación?
Si bien la dolarización es un remedio efectivo y rápido contra la inflación, lo cierto es que la evidencia empírica indica que no es la única salida posible. Una gran cantidad de países en la región y en el mundo tienen sus propias monedas y mantienen una inflación baja y estable, generando condiciones de previsibilidad y estabilidad para el crecimiento económico. En estos países es importante que el Banco Central sea totalmente independiente y que no financie los déficits fiscales del tesoro. En este sentido la dolarización es una versión extrema de la “independencia del Banco Central”. Al desaparecer el Banco Central, se consigue una moneda totalmente independiente del gobierno de turno.
Para resumir, no digo aquí que la dolarización sea la única forma de terminar con la inflación, ni que esté libre de cualquier costo. Sí digo que es comprensible que un país que viene lidiando con una mala moneda por varias décadas esté con ganas de probar recetas nuevas. También digo que no es una política inviable y que, de implementarse, sí dará los resultados esperados.
Finalmente, aclarar una vez más que ninguna regla monetaria, por sí misma, implicará la solución a todos los problemas económicos argentinos.
El autor es titular de ICYA e Investigador Asociado del Centro Faro de la Universidad del Desarrollo, Chile