Smart City: pensar global y actuar local

La estrategia para el desarrollo inteligente de los territorios

Ciudades Inteligentes, un concepto en el urbanismo que puede representar una oportunidad de desarrollo (Foto: Shutterstock)

En un mundo en que las ciudades cobran protagonismo y los impactos de la tecnología y el cambio climático no reconocen fronteras, una planificación urbana que conjugue acciones entre lo global y lo local se torna estratégica.

Ese es el eje central de las ciudades que hoy trabajan bajo un enfoque Smart City y, consecuentemente, se posicionan como ciudades globales, en tanto se apropian de la agenda global y tendencias internacionales, pero se ocupan de aplicarlas de manera local, adecuándolas a las características e identidad de su territorio.

Ser una ciudad inteligente es una buena carta de presentación ante el mundo. Más que nunca es necesario dar un paso hacia un paradigma smart para desarrollar urbes que, conectadas con la agenda global, pongan en primer plano el bienestar local mientras proyectan un rol protagónico en el mapa internacional.

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De hecho, posicionarse como una ‘ciudad inteligente’; tener una planificación y políticas públicas en tal sentido y trabajar en acciones en pos de un desarrollo inteligente del territorio es valorado como una valiosa estrategia de internacionalización de la ciudad, que la posiciona en el plano global y trae múltiples beneficios en plano regional y local, como generación de empleos, atracción y retención de talentos, inversiones internacionales, participación en proyectos de cooperación o financiamiento internacional, entre muchos otros.

Glocalizacion, pensar global y actuar local

El desarrollo tecnológico es uno de los factores para dar este salto a la glocalización, como se denomina a la integración entre la agenda que marca el contexto global y las necesidades y prioridades del ámbito local. La integración de la tecnología a nuevos sectores como el productivo y financiero diversifica la oferta de ciudades y economías regionales a los mercados mundiales.

Un proyecto de Ciudad Inteligente en Toronto, Canada, en este caso abandonado. Imagen de mayo de 2020. REUTERS/Chris Helgren/File Photo

El desarrollo de productos y servicios, así como la innovación en competencias y recursos puede transformar el rol de una ciudad en el mapa global. Quienes integren una planificación inteligente de espacios urbanos no podrán olvidar que la clave de un posicionamiento global sostenible en el plano ambiental, económico y social es que este rol en el tablero mundial implique mejoras en la calidad de vida de quienes habitan y construyen su vida diaria en la ciudad.

Ámbitos como salud, seguridad, participación ciudadana, movilidad y gobierno abierto deben ser fortalecidos y atravesados por innovaciones que se traduzcan en una mejor calidad de vida de la población local.

Ciudades globales

Nueva York, Londres y París son las favoritas que encabezan el ranking de ciudades globales, según el 2021 Global Cities Report que elabora AT Kearney.

En Latinoamérica, vale mencionar ciudades como Bogotá y Curitiba, que trabajan a través de su visión ‘smart city’ una estrategia de ‘diplomacia de ciudad’.

En este sentido, Bogotá, quien ha sido sede por primera vez del evento internacional Smart City Expo de Fira Barcelona ha aprobado recientemente su política pública ‘Bogotá, Territorio Inteligente’.

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En Argentina, por ejemplo, la ciudad de Córdoba sigue esta tendencia. La Secretaría de Planeamiento, Modernización y Relaciones Internacionales viene trabajando la internacionalización de la ciudad, con el objetivo de convertirla en una ciudad inteligente, fomentando acciones como el Fondo Córdoba Ciudad Inteligente – el primer fondo Gov-tech de la región-, una agenda de participación en eventos internacionales, alianzas de cooperación y participación en redes con ciudades de distintas partes del mundo para intercambiar experiencias.

Así, las transformaciones sociales, económicas y del espacio urbano pueden ser oportunidades para que ciudades alrededor del mundo se incorporen a la agenda global.

La apuesta por lo global sólo tendrá sentido si se fortalece el ecosistema y la vida local. Cualquier ciudad inteligente deberá tener ese lema como guía de su desarrollo.

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