Mercados de carbono: un sector creciente a nivel global, con gran potencial en Argentina

Las empresas pueden aprovechar estas oportunidades con la integración de elementos sustentables en la estrategia corporativa, para evolucionar su propuesta de valor, lanzar nuevos negocios y compensando las emisiones no eliminables mediante la compra de créditos de carbono o el desarrollo de proyectos propios

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El mercado regulado de carbono está en un estadio incipiente. Recién este año entrará en operación el primer sistema de comercio de emisiones de la región, denominado México ETS
El mercado regulado de carbono está en un estadio incipiente. Recién este año entrará en operación el primer sistema de comercio de emisiones de la región, denominado México ETS

Argentina tiene ventajas comparativas para desarrollar proyectos de remoción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) basados en la naturaleza y proveer estos certificados cada vez más demandados. El país cuenta con amplias superficies disponibles aptas para este tipo de proyectos y una alta velocidad de crecimiento de árboles. El potencial es muy alto: a nivel global, se proyecta un gran crecimiento de la demanda de este tipo de créditos, que sobrepasa a la oferta, impulsando el alza de precios hasta 15 veces hacia 2050.

¿Qué son los créditos y los mercados de carbono? Los mecanismos de fijación de precios de emisiones de gases de efecto invernadero desarrollados a partir del Protocolo de Kioto y el Acuerdo de París dieron origen a los mercados de carbono. Su objetivo es integrar los costos ambientales y sociales generados por las emisiones en el desarrollo de las actividades productivas, para limitar el calentamiento global.

En los mercados de carbono se comercializan créditos de carbono, que consisten en certificados que se emiten por reducir emisiones GEI o remover estos gases de la atmósfera. Los emisores, impulsados por exigencias regulatorias y/o de clientes, inversores u otros grupos de interés, los necesitan cada vez más para compensar las emisiones que les resultan difíciles de reducir, generando demanda para estos títulos.

El país cuenta con amplias superficies disponibles aptas para este tipo de proyectos y una alta velocidad de crecimiento de árboles, pudiendo llegar a ser hasta cinco veces más rápida que en el hemisferio Norte

Hay dos tipos de mercados de carbono:

● Regulados: está en un estadio incipiente en Latinoamérica. Recién este año entrará en operación el primer sistema de comercio de emisiones de la región, denominado México ETS. Colombia y Chile parecen ser los próximos en avanzar en el mismo sentido acorde a fuentes del Banco Mundial.

● Voluntario: es el más relevante en Latinoamérica. Según el Banco Interamericano de Desarrollo, en 2020 y 2021 la región representó el 20% de la oferta global.

Estos mercados están convergiendo con el avance en la implementación del Artículo 6 del Acuerdo de París, que proveerá un marco internacional común que facilite la cooperación voluntaria entre países. Se espera que esto aumente la fungibilidad de los créditos de carbono y liquidez en los mercados, y dé origen a mercados de carbono híbridos, en los cuales, créditos de carbono emitidos bajo este estándar, podrían ser intercambiados a precios mayores para hacer frente a exigencias de reguladores. Todo esto significa mayores oportunidades de comercializar los créditos de carbono voluntarios y a mayores precios. Sin embargo, el desacuerdo entre países y dudas sobre cómo el Artículo 6 será instrumentado todavía genera un alto grado de incertidumbre.

Existen dos tipos de proyectos capaces de generar créditos de carbono basados en la naturaleza o la tecnología: prevención y remoción. En la actualidad, los proyectos de prevención REDD+ y energías renovables son los más populares en la región, en función de la cantidad de créditos de carbono emitidos. No obstante, el foco de la demanda en la calidad y riesgo de los créditos de carbono favorece a los proyectos de remoción, dado que compradores e inversores los perciben como más tangibles. Así, están dispuestos a pagar mayores precios por sus créditos. Al mismo tiempo, entidades globales que impulsan acciones climáticas en el sector privado alientan fuertemente a las empresas a comprar este tipo de créditos.

Las empresas continuarán con necesidades crecientes de compensar sus emisiones no eliminables mediante créditos de carbono, resultando en proyecciones de fuerte crecimiento de la demanda (en promedio ~30 veces hacia 2050). Una encuesta a más de 500 empresas de Estados Unidos y Europa destaca que, cerca del 90% ya utiliza o planea utilizar créditos de carbono como mecanismo para compensar este tipo de emisiones. Las proyecciones de la oferta de proyectos de remoción de emisiones (preferidos por la demanda) crecen menos que la demanda, generando un déficit de oferta de proyectos de alta calidad y un aumento de precios entre 10 y 15 veces.

Según la Mesa de Competitividad Foresto Industrial, el país cuenta con 1,3 millones de hectáreas de plantaciones forestales

Las ventajas competitivas de Argentina en este campo son enormes. Según la Mesa de Competitividad Foresto Industrial, el país cuenta con 1,3 millones de hectáreas de plantaciones forestales, con posibilidad de expandir la superficie plantada en un 280%, sin competir con sitios conservados, bosques nativos ni cultivos.

Además, el crecimiento de árboles en nuestro país llega a ser hasta 5 veces más rápido que en el hemisferio Norte. Las empresas pueden aprovechar estas oportunidades con la integración de elementos sustentables en la estrategia corporativa, para evolucionar su propuesta de valor o lanzar nuevos negocios. También pueden hacerlo con el desarrollo de una estrategia net-zero, evaluando compensar las emisiones no eliminables mediante la compra de créditos de carbono o desarrollo de proyectos propios. Por último, la formación de alianzas u operaciones de M&A pueden resultar clave para cubrir brechas de capacidades requeridas para la captura de algunas de estas oportunidades.

Las opciones están sobre la mesa y Argentina está en condiciones de tomar estas oportunidades. Su impulso significará un nuevo mercado que el país podrá potenciar para su desarrollo sostenible.

El autor es director de Strategy& en PwC Argentina

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