El país ha ingresado desde hace décadas en una espiral implosiva que va conduciendo a la autodestrucción del tejido social, económico y a un mayor atraso. En el límite, el proceso de dicha espiral se cierra en lugar de abrirse, y completa su devenir en ser un país cada vez inferior a pesar de su elevado potencial.
El fenómeno sucedió en numerosos casos de la historia desde la Roma de su propia decadencia, hasta la URSS que se vino abajo por no sostener su autonomía ni los cambios demandados por la sociedad y la competencia de un mundo globalizado. En el caso de Argentina, permaneciendo gobernada por burocracias corruptas que priorizan sus logros mediante su dominancia en el poder, sin generación de riqueza, educación y bienestar social, y en desmedro de la democracia republicana.
Argentina se encuentra transitando un prolongado período de infierno populista en decadencia, situación de la cual el legado de la obra de Dante Aligieri es aleccionadora, al establecer en La Divina Comedia cuáles son los niveles del Infierno y cuáles los graves pecados que comete el hombre para caer en tal duro e infinito castigo del cual es casi imposible lograr la salida al Purgatorio, y finalmente al Paraíso.
Argentina se encuentra transitando un prolongado período de infierno populista en decadencia
Para emigrar de dicho cautiverio, quienes habitan por el resto de sus vidas en tan siniestro lugar, deberán superar las causas de los pecados y la decadencia que generan, a saber: la Lujuria, la Gula, la Codicia, la Avaricia, la Ira y la Pereza, la Herejía, la Violencia, el Fraude y la Traición.
La crisis de Argentina es de tal magnitud y prolongada en el tiempo que requiere de una evaluación no sólo de la ideología y de la racionalidad de los modelos de política económica, sino fundamentalmente de la condición ética y moral de los futuros gobernantes, práctica que no suele constituir un requisito explícito en Argentina, como sí lo es en varios países, mientras que en nuestro país se da por entendido que todos los candidatos cumplen con tales condiciones.
Plan de gobierno
El programa presentado por el economista Carlos Melconian, en el Ieral, tiene la ventaja de incluir aspectos concretos que integran lo necesario para salir de la espiral implosiva, y que deberían ser cumplidos en una gestión de gobierno mediante la interacción de racionalidad, cambios culturales, honestidad, sustentabilidad, credibilidad apoyada en resultados, y así mismo con los pies en la tierra.
De no cumplirse con dichos principios, han sido tan numerosos los ejemplos de la mala gestión de los funcionarios que conducen al fracaso, como ser la estatización de Aerolíneas, YPF, la mala negociación con el Club de París, y en otros aspectos a nivel más micro, la abundancia de anuncios de obras inventadas para generar imágenes de marketing político con actos vergonzosos, incluyendo hospitales inexistentes, escuelas en construcción detenida, rutas iniciadas y sin progreso, y de falsos proyectos.
Tales condicionamientos aplican tanto a la macroeconomía como a proyectos específicos. A título de un ejemplo de un proyecto que refleja el gravedad de los casos gestionados por el gobierno kirchnerista, se puede mencionar el nuevo gasoducto, el cual revela incumplimiento de la calidad de gestión, ausencia de “racionalidad” y “honestidad” a lo largo de años desde el inicio de obra, e implicaron inacción y muy elevados sobrecostos.
Como conclusión, es usual que los funcionarios completen su mandato sin hacerse responsables de los resultados negativos y sus consecuencias, e inician otra gestión, transitando libremente sin recibir crítica alguna ó “castigo” por los errores cometidos; no existe aplicación de “credibilidad apoyada en resultados” en ningún caso, lo cual libera a los funcionarios de la responsabilidad, de los costos por incumplimiento.
Es usual que los funcionarios completen su mandato sin hacerse responsables de los resultados negativos y sus consecuencias
¿Quién reporta culpabilidad por sobreprecios en licitaciones públicas, compensación en casos de sobre costos frente a acciones legales en la privatización de una compañía, negociación inadecuada con consecuencias negativas tal como la del Club de París, y otras acciones negativas?
Para tener conocimiento de otros aspectos concretos apelo a dos temas de muy negativo impacto económico y social, referidos a los cortes de rutas y al objetivo de la lucha contra el narcotráfico. Patricia Bullrich ha sido explícita sobre referencias clave de acción y cómo deben ser tratadas, tales como eliminar la connivencia de las autoridades oficiales y líderes de movimientos sociales en abierta complicidad y acuerdo con las autoridades policiales y del poder judicial. Es así, que la condición de “credibilidad apoyada en resultados” sólo se cumplirá si al cabo del período de gobierno es factible mostrar cuantitativamente lo acontecido con los objetivos presentados al inicio de la gestión.
En el caso del candidato Javier Milei, se muestra una contracara negativa con independencia del contenido de sus propuestas. Por ejemplo, eliminar el Banco Central, reducir rápidamente el 40% del empleo público, eliminar subsidios e instituciones tales como cooperativas y mutuales, representan medidas imposibles de llevar a la práctica en el muy corto plazo, pues no queda claro cómo se absorbería al enorme desempleo generado por las medidas, con qué planes se equilibrarían oferta y demanda de nuevo empleo, y cuál sería el origen de las divisas en la cobertura de la propuesta dolarización.
Las propuestas del futuro gobernante exigen nivel de detalle, dado que Argentina ya no posee fondos ni crédito disponibles, por lo cual toda propuesta debería contar con su fuente de financiamiento en el presupuesto del gobierno. Por ejemplo, la eliminación del narcotráfico, por un lado, y de los cortes de rutas por el otro deberían incluir cómo cubrir los costos al inicio de los programas de generación de empleos, a fin de no demandar fondos de cobertura a posteriori.
La inercia y la ausencia de un plan coherente e integral frente a la complejidad de la situación superaron la supuesta capacidad del gobierno macrista, que minimizó la gravedad de la problemática a resolver y se transformó en una gestión que fue respondiendo a las necesidades del corto plazo, en extremo gradualista, sin ninguna percepción de las consecuencias a futuro de los errores cometidos en el día a día.
Entre las mismas pueden mencionarse lo que fue interpretado como un gran “logro” al acceder al monto de deuda externa a cerrar con el FMI, enorme e impagable, sin incluir ningún impacto previsto sobre la inversión productiva y social, el nivel de empleo y el gasto público que se mantuvieron en su elevado nivel en su relación con el PBI, la seguridad del tránsito versus piquetes que fue un fracaso a pesar de los esfuerzos de la ministra Bullrich, la ausencia de nueva política fiscal alineada con la necesidad urgente de inversión privada, el absoluto fracaso de los supuestos asumidos en los primeros días de Gobierno relativa a que resolver la inflación era una pavada, así como lograr la inversión externa la cual no se produjo según las expectativas.
Las causas del infierno
La crisis no es una pertenencia exclusiva del populismo peronista, cuenta también con la inoperancia de los denominados movimientos de centro derecha y de izquierda lo cual dificulta la salida de de tales crisis y el acceso a un país que esté dispuesto a promover el desarrollo económico y social.
El movimiento peronista/kirshnerista y el macrismo han compartido el fracaso, si es que hubo efectivamente un intento para atraer inversiones productivas del gobierno que entre 2015 y 2019 se disponía a acabar con el “populismo” y todas sus mañas por la inflación.
Sin embargo, acosado por las dificultades de la coyuntura y la ausencia de respuestas activas esperadas del mercado de capitales el modelo para el cambio terminó manteniendo gran parte de la estructura heredada del populismo que supuestamente el ´modelo liberal´ venía a eliminar a partir de su primer mandato de gobierno.
A diferencia de otros procesos eleccionarios a lo largo de las últimas cuatro décadas, el escenario actual presenta diferencias significativas
A diferencia de otros procesos eleccionarios a lo largo de las últimas cuatro décadas, el escenario actual presenta diferencias significativas a tener en cuenta para evaluar la probabilidad de superar la decadencia, pues todos los indicadores de comparación reflejan ausencia de capacidad para revertir la tendencia económico-social negativa.
Es probable, aunque no demostrable, que de abundar los próceres que no han caído nunca en el tormento del Infierno tal vez el país no estaría desde hace décadas en la decadencia más abyecta, finalmente la responsabilidad cabe a los gobernantes.
Para alcanzar la superación del Infierno Populista en Decadencia se requiere de personalidades con moral y ética que no aproveche las condiciones críticas para perpetuarse en el Poder, tal como han actuado numerosos gobernantes en Latinoamérica que anhelan como su principal destino ser declarados inocentes de la ignominia que han generado en la población, y el desenfreno en su práctica para declarar su inocencia de toda práctica negativa que pudiera conducirlo al aislamiento y el castigo.
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