Basta de la gestión estatal de Aerolíneas Argentinas

Desde que el gobierno re-estatizó la empresa en 2008, los contribuyentes argentinos pagaron USD 7000 millones para mantenerla a flote

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La empresa estatal Aerolíneas Argentinas fue eje de una nueva discusión política esta semana (Crédito: Prensa AA)
La empresa estatal Aerolíneas Argentinas fue eje de una nueva discusión política esta semana (Crédito: Prensa AA)

La historia de Aerolíneas Argentinas es un testimonio contundente del desastre económico y político que resulta del intervencionismo estatal y del socialismo. Desde que el gobierno kirchnerista decidió reestatizar la empresa en 2008, los contribuyentes argentinos han tenido que destinar más de 7.000 millones de dólares para mantenerla a flote. Esto equivale a aproximadamente $3.640.000.000.000 (pesos argentinos). Sin embargo, ¿qué beneficios ha generado esta enorme inversión pública? La triste respuesta es ninguno.

Aerolíneas Argentinas se convirtió en una empresa ineficiente, deficitaria y corrupta. En 2021, presentó un déficit de 45.000 millones de pesos, equivalente a 450 millones de dólares. La empresa no solo es incapaz de generar ganancias, sino que tampoco ofrece un servicio de calidad. Sus aviones son obsoletos, sus rutas son limitadas y sus tarifas son excesivas. Los empleados de Aerolíneas Argentinas son privilegiados, disfrutan de salarios altos, beneficios excesivos y están respaldados por sindicatos poderosos que extorsionan al gobierno con amenazas de paros y huelgas.

Los números financieros de Aerolíneas Argentinas son alarmantes. Según su último balance aprobado por la Auditoría General de la Nación, la empresa registró en 2022 un resultado negativo de 246 millones de dólares, el mejor desde su reestatización. Sin embargo, este resultado se logró gracias a una serie de factores extraordinarios, como la reducción del precio del combustible, la depreciación del peso y la suspensión del pago de la deuda externa. A pesar de este aparente respiro, la empresa aún mantiene un patrimonio neto negativo de 2.600 millones de dólares y una deuda comercial y financiera de 1.400 millones de dólares. Su EBIT operacional, que mide el resultado antes de intereses e impuestos, fue negativo en 2020 y 2021. Incluso su programa de fidelización, Aerolíneas Plus, acumula una deuda de 300 millones de dólares.

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Para sostener a esta empresa inviable, el Estado nacional ha tenido que aportar miles de millones de dólares en subsidios. Desde 2008 hasta 2021, Aerolíneas Argentinas recibió más de 8.000 millones de dólares en aportes del Tesoro. Esto significa que cada día, el Estado le transfirió unos 200 millones de pesos, o 2,5 millones de dólares. Estos fondos podrían haberse destinado a fines más productivos y sociales, como la educación, la salud o la infraestructura.

Opositores al kirchnerismo cuestionan los balances de Aerolíneas Argentinas
Opositores al kirchnerismo cuestionan los balances de Aerolíneas Argentinas

Aerolíneas Argentinas es un símbolo inequívoco del fracaso del kirchnerismo y del intervencionismo estatal. El gobierno kirchnerista ha demostrado su incapacidad para gestionar una empresa estratégica que podría ser rentable y competitiva si se le permitiera operar en manos privadas. En cambio, ha utilizado a Aerolíneas como una herramienta política para favorecer a sus aliados, comprar votos y atacar a sus opositores. En este proceso, ha violado los principios fundamentales de la libre competencia, el derecho de propiedad y la soberanía jurídica.

Los libertarios creemos firmemente que Aerolíneas Argentinas debe ser privatizada o entregada a sus empleados cuanto antes, para liberar al Estado y a los ciudadanos de esta carga insostenible. Creemos en el poder del mercado como el mecanismo más eficiente para asignar recursos escasos y satisfacer las necesidades de los consumidores. Creemos en el derecho del individuo a ser el dueño de su vida y su trabajo, y que nadie tiene derecho a confiscar los frutos de su esfuerzo. Defendemos la libertad, el capitalismo y la no agresión.

Esta es nuestra visión, la visión de aquellos que anhelamos un país próspero, moderno y civilizado. Es la visión opuesta al kirchnerismo, que nos ha sumido en la pobreza, el atraso y la violencia.

(*) El autor es candidato a Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por La Libertad Avanza.

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