Este domingo los santafesinos concurrirán a las urnas para votar en unas elecciones primarias para gobernador y cargos provinciales que, seguramente, tendrán un fuerte impacto nacional a menos de 30 días para las PASO presidenciales.
Con tres listas en la coalición “Unidos”, el flamante “frente de frentes” liderado por JxC, y cuatro nóminas en el PJ, la campaña, que tuvo a la inseguridad y el narcotráfico como tópicos excluyentes, estuvo hegemonizada por la feroz interna entre la senadora radical y ex periodista Carolina Losada y el ex Ministro de Seguridad de la provincia y referente del radicalismo “territorial” Maximiliano Pullaro.
Ambos dirigentes representan a la Unión Cívica Radical, y van acompañados por vices del PRO, con una lógica de construcción de binomios cruzados inversa a la que JxC cerró a nivel nacional. En este contexto, la selección de ambos vices no fue en absoluto casual, sino que respondió a una expresa voluntad de apuntalar ambas candidaturas a partir de la adscripción a alguna de las dos terminales que protagonizan la disputa nacional: Horacio Rodríguez Larreta -también su vice Morales y Lousteu- apoya a Pullaro, que lleva como vice a la ex diputada nacional Gisela Scaglia; mientras que Bullrich apoya a Losada, quien lleva como vice a Federico Angelini, el dirigente que la reemplazó como presidente del PRO a nivel nacional.
Más allá de la importancia que tiene una elección en el tercer distrito electoral del país, que concentra el 8% del padrón nacional, es por la centralidad y ferocidad del enfrentamiento entre las dos principales terminales de JxC, que la elección se ha convertido en una suerte de laboratorio privilegiado para analizar y quizás anticipar algunas tendencias de cara a las PASO nacionales del próximo 13 de agosto.
No solo porque el resultado intentará previsiblemente ser capitalizado por Larreta o Bullrich, que ya se aprestan a viajar a la provincia, sino porque las incógnitas en torno a la “unidad” tras la elección podrían encender algunas luces de alarma en la interna nacional y forzar demandas de una mayor moderación que no ponga en riesgo un hipotético triunfo en las generales. Es que el dato saliente de la campaña santafesina ha sido que la estrategia de dura confrontación con Pullaro que ha planteado Losada, con acusaciones muy graves y denuncias de una campaña sucia de fake news en las redes sociales. Si bien la ex periodista descartó de plano, sea cual fuera el resultado, una foto de “unidad”, la expectativa estará puesta en la actitud de la dirigencia nacional y los referentes locales que disputan los cargos legislativos y los gobiernos locales de las 362 intendencias y comunas de la provincia.
Sobre todo, porque si bien aún quedará la elección general en el próximo mes de septiembre, la constitución del del denominado “frente de frentes” en la provincia (que también lleva como precandidata a la ex intendenta socialista de Rosario, Mónica Fein) horadó fuertemente las chances electorales de un peronismo que enfrenta el proceso electoral con una oferta muy fragmentada. Sin la posibilidad de reelección, y con un gobierno que deja gusto a poco, Omar Perotti terminó cerrando forzadamente con el senador Lewandowski, en un intento desesperado por retener para el justicialismo una provincia que parece encaminarse a un nuevo cambio de signo político, tras apenas 4 años de haber recuperado el gobierno luego de 12 años de hegemonía socialista en la “Casa Gris”.
Sin dudas, el más expectante ante los resultados pareciera ser Larreta, que busca que un resonante triunfo le ofrezca una valiosa oportunidad de mostrarse victorioso, en el marco de una campaña que se le viene presentando cada vez más “cuesta arriba”. Además, si bien está claro que este domingo no se elegirá gobernador sino candidato, se trataría de un triunfo contra su rival directa, en un distrito en donde el eje dominante de la campaña fue uno de los “caballitos de batalla” de Bullrich (la seguridad), en una zona geográfica (el centro del país) en el que la mayoría de las encuestas muestra un crecimiento importante de ex Ministra de Seguridad de Macri, y ante una candidata local que privilegió la confrontación directa como pretendido gesto de firmeza y coraje, todos atributos que Bullrich autopercibe como propios.
Por el contrario, un hipotético triunfo de Losada, sería aprovechado por Bullrich para proyectar el resultado para las PASO nacionales, mostrándose ya virtualmente ganadora en una disputa que todavía se avizora como muy pareja.
Así las cosas, si bien las elecciones en Santa Fe no amenazan con “spoilear” el desenlace de la disputa de JxC a nivel nacional, sin dudas son una suerte de “ensayo general” que permitirá analizar las consecuencias que el tono cada vez más exaltado de las internas podría tener el día después de los festejos.
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