Al pasado no se lo inventa

El presidente Alberto Fernández y la vicepresidente Cristina Kirchner en la inauguración del gasoducto

En una nota de opinión publicada en Infobae, firmada por el diputado nacional Máximo Kirchner, titulada “El futuro se planifica”, se realizan ciertas afirmaciones que no se corresponden con la realidad. En su nota, el diputado Kirchner escribe: “Cuando dejamos el gobierno el 9/12/2015 todo estaba listo para comenzar con el gasoducto”, refiriéndose al gasoducto que une las localidades de Tratayen en la Provincia del Neuquén, con Salliqueló en la Provincia de Buenos aires.

Dicha afirmación es falsa. Para corroborarlo, podría acercarle al diputado Kirchner los documentos que, en una reunión que mantuviera el 2 de diciembre de 2015 con el por entonces ministro de economía Lic. Axel Kicillof con la presencia de la Ing. Mariana Matranga (exsecretaria de energía) y el Lic. Nicolás Arceo (exvicepresidente de YPF), entre otros; me entregaron como parte del traspaso de las funciones energéticas a los responsables de la nueva administración, reportando lo actuado y lo que -al entender de la administración saliente- estaba pendiente de hacer en el área energética, circunstancia que siempre agradeceré.

En dichos documentos, no se hace referencia alguna a la necesidad de ampliar la capacidad de transporte desde Vaca Muerta a Buenos Aires en el corto o mediano plazo.

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Esa posibilidad no estaba por entonces prevista por una simple razón, no producíamos el gas natural suficiente para poder llenar el nuevo caño en la mayor parte del año.

El acto tuvo una gran connotación política

Bueno es recordar que por entonces la producción de gas natural había experimentado un franco descenso. Después de alcanzar un pico productivo en 2004 de 143 millones de metros cúbicos por día, llegó al mínimo de 114 millones de metros cúbicos por día en 2014. Luego de una modesta recuperación a 117 millones de metros cúbicos por día en 2015 merced a la implementación del Plan Gas I y II ideado por el equipo del ministro Kicillof (que remuneraba la producción de gas adicional, tanto convencional como no convencional, a un precio de 7.5 dólares por millón de BTU), la administración del presidente Macri llevó la producción de gas natural a 135 millones de metros cúbico por día en 2019.

Es decir que durante la administración del presidente Macri aumentó la producción de gas natural en 15%, gracias a que honramos el compromiso generado por la administración anterior con el Plan Gas I y II hasta su finalización en 2017 y a la implementación de la Res. MINEM 46/2017, que renumeró durante 4 años con precios a la baja de 7.5 a 6.0 dólares por millón de BTU de 2018 a 2021, a toda la producción de gas natural proveniente de nuevas concesiones hidrocarburíferas no convencionales que pasaran de la etapa piloto a la etapa de desarrollo, conforme a planes de inversión aprobados por la autoridad provincial, en quién recae el dominio originario de los recursos hidrocarburíferos de los yacimientos que se encuentren en su jurisdicción.

Por lo que, recién en ese momento, encaminada la producción de gas natural, teníamos un panorama cierto de oferta de gas para el futuro inmediato. Fue así que la administración Macri dictó el DNU 465/2019 a principios de Julio 2019 por el que instruyó a la secretaría de gobierno de energía a convocar a una licitación nacional e internacional para la prestación del servicio de transporte de gas natural entre Tratayen(NQN)-Salliqueló(BA)-San Nicolás(BA). Pocas semanas después, la secretaría de gobierno de energía dictó la Res. SGE 437/2019 por la que convocó a la licitación ordenada por el DNU 465/2019, fijando el 12/9/2019 como fecha de apertura de ofertas. Dicho plazo fue prorrogado -ante la incertidumbre financiera creada por el posible cambio de gobierno- por la administración Macri hasta marzo 2020. Más tarde fue prorrogado por la administración Fernández hasta el 30/12/2020.

A esta altura del repaso de los acontecimientos regulatorios en la materia, podríamos preguntarle al diputado Kirchner por qué, si todo estaba listo para comenzar con el gasoducto en 2015 y la administración Macri había aumentado la producción de gas natural en 15%, la administración del presidente Fernández no hizo nada para ejecutar el proyecto y –un año después del inicio de su administración- su segundo secretario de energía Darío Martínez decidió derogar el 29/12/2020 la licitación lanzada por la administración anterior.

Alberto Fernández y Mauricio Macri se cruzaron por el tema en redes sociales

Más aún, si no le parecía razonable que una inversión de riesgo -como toda inversión energética- fuera aportada por el capital privado, cabe preguntarse por qué la administración del presidente Fernández no decidió su implementación como obra pública en ese momento en lugar de esperar más de 2 años, hasta febrero de 2022, para que su gobierno declarara de interés público la construcción del gasoducto por parte de IEASA (ahora ENARSA) y otorgarle a esta su concesión.

Después de este repaso de los hechos (que son sagrados), el lector podrá evaluar quiénes han sido los responsables de la demora en la implementación de un gasoducto crítico para asegurar nuestra independencia energética, según los dichos del diputado Kirchner.

También podría preguntarse en qué moneda se va a remunerar el peaje por el caño o en qué moneda se comercializa el fluido licitado a través del Plan Gas.Ar para llenarlo. Le adelanto la respuesta: en dólares. La misma moneda que se fijó como remuneración en decisiones administrativas del sector de energía de la administración Macri y por la que varios funcionarios de esa administración fuimos sujeto de denuncias penales presentadas por funcionarios de la actual administración.

En la búsqueda de respuestas a estas preguntas, aprovechemos mejor el tiempo y miremos hacia adelante. Tenemos el gas y una primera etapa del gasoducto. En pocas semanas más podrá circular fluido por él y seguramente, el próximo invierno -plantas compresoras mediante- podremos evacuar poco más de veinte millones de metros cúbicos adicionales de Vaca Muerta.

Será función si, de la próxima administración, planificar el futuro sin olvidar el pasado, recordando que la única verdad es la realidad y no el relato tergiversado de ella.

(*) El autor fue Ministro de Energía y Minería entre 2015 y 2018

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