Nueva agenda de la UE con América Latina y el Caribe

Debemos abrir una nueva era de cooperación en el cambiante contexto global actual. Para lograr este objetivo, necesitamos un compromiso político renovado en todos los niveles y una relación más estructurada

Cumbre de CELAC y UE

El pasado miércoles, junto con la Comisión Europea, establecí una nueva agenda para fortalecer las relaciones entre la UE y América Latina y el Caribe. Ya tenemos fuertes vínculos con la región, pero en el nuevo contexto geopolítico, necesitamos un salto cualitativo hacia adelante. Para ello, la cumbre UE-CELAC del próximo mes será crucial.

Desde que fui nombrado AR/VP en 2019, hice parte de mi misión fortalecer nuestra “otra relación transatlántica”, la que tenemos con América Latina y el Caribe (LAC). Esta región ha sido tradicionalmente una prioridad de política exterior para algunos de nuestros Estados miembros, como España y Portugal, que tienen fuertes lazos históricos, pero estoy decidido a que se convierta en una prioridad estratégica para la Unión en su conjunto.

Ya tenemos una densa red de acuerdos con 27 de los 33 países de la región. Nuestros lazos económicos también son fuertes: la inversión extranjera directa europea (IED) en la región de LAC es mayor que nuestra IED en India, China y Japón combinadas. Millones de personas de la región de LAC viven en la UE y viceversa y nuestras dos regiones también están estrechamente alineadas en términos de intereses y valores. Sin embargo, en los últimos años, otros actores, especialmente China, han sido muy activos en el fortalecimiento de su huella económica y política en la región.

No podemos confiar solo en nuestros lazos tradicionales con la región de LAC

Necesitamos acelerar y no podemos confiar solo en nuestros lazos tradicionales. Esto ya era cierto antes de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, pero es aún más cierto hoy en día cuando la calidad de nuestras relaciones bilaterales con el llamado “Sur Global” se ha vuelto tan crucial para nuestro futuro y el futuro del orden mundial basado en reglas.

Prestar más atención a la región también tiene mucho sentido en un momento en que buscamos diversificar nuestras cadenas de valor y reducir nuestras dependencias excesivas, trabajando con socios confiables. América Latina y el Caribe son fundamentales en la lucha contra el cambio climático y representan una potencia mundial en términos de biodiversidad, energías renovables y materias primas estratégicas para la transición ecológica. Sin embargo, la región no quiere volver al pasado. Quiere aprovechar estas transiciones para industrializar y agregar valor a sus exportaciones.

Desde 2019, he invertido mucha energía para fortalecer nuestros lazos con la región. He viajado a Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, República Dominicana, Panamá, Perú y Uruguay, para promover relaciones más estrechas y una colaboración más fuerte. El pasado mes de octubre, copresidí la primera reunión ministerial CELAC-UE desde 2018 en Buenos Aires. Ahora estamos en la etapa final de los preparativos de la cumbre UE-CELAC que tendrá lugar los días 17 y 18 de julio en Bruselas, la primera desde 2015 y un hito importante para establecer una agenda común.

En este contexto, el pasado miércoles presenté a la Comisión una Nueva Agenda de Relaciones entre la UE y América Latina y el Caribe. Queremos abrir una nueva era de cooperación en el cambiante contexto global actual. Para lograr este objetivo, necesitamos un compromiso político renovado a todos los niveles: entre las dos regiones, con países individuales en LAC, con subregiones y en foros multilaterales. También necesitamos una relación más estructurada, con cumbres periódicas y un mecanismo de coordinación permanente entre la UE y la CELAC para garantizar la continuidad y el seguimiento. El diálogo político regular de alto nivel es, de hecho, clave para centrar la atención, acordar prioridades y acciones conjuntas y abordar las diferencias en caso de que surjan.

Pasar de “socios naturales” a “socios de elección”

Proponemos pasar de ser “socios naturales” a ser “socios de elección”. Ser “socios de elección” tiene que ver con la voluntad política: la voluntad de trabajar juntos para hacer frente a los desafíos mundiales y fortalecer el orden basado en normas, con el objetivo final de promover la paz, la seguridad y la democracia. La próxima Cumbre UE-CELAC ofrece una gran oportunidad para generar confianza e inyectar impulso a nuestra relación. Revitalizar las relaciones UE-LAC será uno de los logros clave de esta Comisión geopolítica.

Este artículo se publicó originalmente en el blog A Window on the World de Josep Borrel

The Diplomatic Service of the European Union

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