América Latina ha estado a la vanguardia en cuanto a la adopción de criptoactivos, con Brasil, Colombia y Argentina a la cabeza. Sin embargo, no se ha logrado en la región un consenso claro sobre la necesidad de crear un marco regulatorio integral para los criptoactivos.
Sin duda 2022 y 2023 han revelado ciertos riesgos, incluido el resonante colapso de FTX y, en consecuencia, está cobrando cada vez más fuerza el interrogante sobre la necesidad de desarrollar un marco regulatorio adecuado para el ecosistema cripto junto con la adopción de una mejor cooperación global para abordar las brechas regulatorias y evitar posibles arbitrajes.
La regulación en América Latina es diversa en toda la región como resultado de la ausencia de estándares internacionales aceptados y testeados que puedan usarse como referencia. Por lo tanto, los enfoques regulatorios van desde la aceptación hasta la prohibición, habiendo dictado algunos países un marco regulatorio integral sobre el tema, como es el caso de Brasil. En particular, El Salvador se convirtió en el primer país en adoptar Bitcoin como moneda de curso legal e incentivó su uso al garantizar su convertibilidad con el dólar estadounidense.
El apetito en Argentina por las criptomonedas ha sido la respuesta a la depreciación del peso en un entorno inflacionario constante
Según un informe publicado recientemente por el FMI, Brasil, Argentina, Colombia y Ecuador estuvieron entre los 20 primeros en la adopción de criptoactivos a escala mundial, en búsqueda de las ventajas que los activos digitales ofrecen, tales como la protección frente a condiciones macroeconómicas inciertas, elusión de controles de capital, inclusión financiera y mayor competencia. En efecto, el apetito en Argentina por las criptomonedas ha sido la respuesta a la depreciación del peso en un entorno inflacionario constante y a las crecientes restricciones cambiarias lo que ha llevado a muchos argentinos a invertir en criptoactivos, especialmente stablecoins, como un medio para preservar el valor de sus ahorros y obtener moneda extranjera a través del contado con cripto.
El informe del FMI se muestra aséptico respecto a la adopción de los criptoactivos y destaca que su adopción presenta grandes riesgos para países de América Latina y el Caribe con inestabilidad macroeconómica, escasa credibilidad institucional, abundantes flujos de capitales y corrupción. Adicionalmente, menciona que de la información que se desprende de una encuesta nacional realizada en 2022, Bitcoin no es un instrumento de cambio con aceptación en El Salvador, a pesar de ser moneda de curso legal. También pone de relieve las dificultades que podrían acarrear la adopción de monedas estables, como fue el caso del proyecto piloto de Meta, el cual habría permitido que usuarios en Estados Unidos y Guatemala efectuaran pagos internos y transfronterizos sin comisiones por medio de su billetera digital, Novi. Sin embargo, el proyecto fue cancelado en 2022 debido a presiones regulatorias en contra de la incursión de Meta en el ámbito de las criptomonedas.
El FMI señala que la región han introducido las CBDC para mejorar la inclusión financiera y la resiliencia de los sistemas de pagos o para reducir los costos de las remesas transfronterizas
El informe del FMI señala que varios Bancos Centrales se encuentran estudiando la posibilidad de introducir CBDC (por sus siglas en inglés, Central Bank Digital Currency). Las Bahamas fueron pioneras en la introducción de su CBDC en 2020, la Unión Monetaria del Caribe Oriental (ECCU) y Jamaica la siguieron y el proyecto de CBDC de Brasil se encuentra avanzado respecto de su prueba de concepto.
Por otra parte, según la encuesta realizada por dicho organismo a representantes gubernamentales de la región, la mitad de ellos consideraron opciones de CBDC minoristas (para el público general) y mayoristas (para instituciones financieras) con el objeto de reforzar sus sistemas de pagos y ampliar su acceso. La inclusión financiera y la soberanía monetaria serían cruciales para las CBDC minoristas, facilitando la integración de personas no bancarizadas y frenando la sustitución monetaria por monedas estables o criptoactivos.
El FMI señala que América Latina y el Caribe han introducido las CBDC para mejorar la inclusión financiera y la resiliencia de los sistemas de pagos o para reducir los costos de las remesas transfronterizas. En efecto, el FMI estaría trabajando en una plataforma global de CBDC que permita su interoperabilidad global con el objeto de que este vacío no lo llenen otras criptomonedas.
Las CBDC son monedas digitales emitidas por bancos centrales y, por lo tanto, su gestión es centralizada, controlada y plenamente dependiente de los Estados a diferencia
Sin embargo, no todas son ventajas, las CBDC son monedas digitales emitidas por bancos centrales y, por lo tanto, su gestión es centralizada, controlada y plenamente dependiente de los Estados a diferencia de las criptomonedas que son descentralizadas. En consecuencia, parecerían no resolver los problemas subyacentes que afectan la credibilidad de las monedas nacionales fiduciarias e incluso podrían exacerbarlos (por ejemplo, facilitando la emisión monetaria y el aumento de la base monetaria con los efectos negativos ya conocidos) al mismo tiempo que deberán lidiar con los riesgos operativos y de reputación derivados de interrupciones y ataques cibernéticos.
La autora es especialista en Servicios Financieros y Mercado de Capitales, y Fusiones y Adquisiciones. Es socia de Bomchil, firma de abogados full- service que este año celebra su 100° aniversario
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