Revolución educativa: ¿cómo incorporar Inteligencia artificial a las escuelas?

Los temas centrales recomendados para trabajar en educación primaria tienen que ver el pensamiento computacional, la alfabetización en datos y el desarrollo de algoritmos

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La mayoría de los docentes que se enfrentarán al desafío de enseñar inteligencia artificial a las próximas generaciones nacieron en un mundo mayoritariamente analógico
La mayoría de los docentes que se enfrentarán al desafío de enseñar inteligencia artificial a las próximas generaciones nacieron en un mundo mayoritariamente analógico

Si hace un siglo y medio se llevaron adelante los debates a nivel mundial que derivaron en la expansión de la educación laica y la escuela moderna, hoy nos encontramos otra vez ante un momento de similar trascendencia. ¿Estaremos a la altura?

Los niños que ingresan al colegio primario hoy, se convertirán en la fuerza laboral del país hasta el año 2080, aproximadamente. Según el Foro Económico Mundial, para 2027, el 43% de las tareas laborales cotidianas serán realizadas por máquinas. Actualmente ese número ronda el 34%. ¿Cómo vamos a formar entonces a una generación digital que trabajará en un mundo incierto y cambiante?

Según el Foro Económico Mundial, para 2027, el 43% de las tareas laborales cotidianas serán realizadas por máquinas

Recientemente, la Unesco publicó un informe donde explica que sólo 11 gobiernos a nivel global han implementado currículas que incorporan inteligencia artificial a sus procesos de enseñanza. Revisando esas currículas, llegaron a algunas conclusiones interesantes para los próximos gobiernos o entidades pedagógicas que quieran empezar a trabajar seriamente este tema.

Tres ideas para comenzar

En primer lugar, el informe destaca la importancia de un fuerte compromiso gubernamental a la hora de impulsar la enseñanza de inteligencia artificial, así como también para gestionar los intereses contrapuestos de los distintos actores involucrados (docentes, sindicatos, organizaciones privadas, alumnos).

La Unesco publicó un informe donde explica que sólo 11 gobiernos a nivel global han implementado currículas que incorporan inteligencia artificial a sus procesos de enseñanza

En segundo lugar, se recomienda una evaluación rigurosa y permanente mediante un seguimiento exhaustivo. Esto tiene que ver con que hay muy pocas experiencias a nivel internacional, y el avance de esta tecnología es tan acelerado que requiere de la flexibilidad necesaria para corregir rápidamente.

Tercero: la formación docente es clave. La mayoría de los docentes que se enfrentarán al desafío de enseñar inteligencia artificial a las próximas generaciones nacieron en un mundo mayoritariamente analógico. Por eso, la formación en estas temáticas resultará clave para transmitir contenidos de forma correcta.

Si nos concentramos en la currícula, los temas centrales recomendados para trabajar en educación primaria tienen que ver el pensamiento computacional, la alfabetización en datos y el desarrollo de algoritmos.

¿Qué hay de ChatGPT?

ChatGPT se posiciona como el gran emblema del avance reciente de la inteligencia artificial. El hecho de que esta herramienta permita, por ejemplo, que los alumnos realicen un ensayo solamente brindando un par de instrucciones en un chat, generó preocupación en instituciones educativas de todo el mundo.

ChatGPT se posiciona como el gran emblema del avance reciente de la inteligencia artificial

El gobierno estadual de Nueva York, por ejemplo, llegó a prohibir el uso de ChatGPT en las instituciones escolares de su distrito en enero de este año, aunque levantaron la prohibición tres meses después.

Por su parte, el gobierno de Chile publicó una interesante guía para que los docentes incorporen el uso de ChatGPT en las escuelas. Esta no solamente alienta su uso por parte de los profesores, sino que también brinda una serie de ideas y actividades sobre cómo incorporarlas para interactuar con los alumnos y lograr mayor motivación a la hora de realizar tareas.

El debate está sobre la mesa, y de cómo lo resolvamos dependerá buena parte del destino de las próximas generaciones en nuestros países. La responsabilidad es grande. Y el tiempo apremia. ¿Estaremos a la altura?

El autor es consultor en Economía del Conocimiento y docente universitario

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