“La injusticia que hace llorar a la tierra y a los pobres no es invencible”(Papa Francisco).
El litio es una cuestión de Estado
Hace casi un año, el 14 de agosto de 2022, publicamos en este medio, una nota titulada “Explotación del litio, una cuestión de Estado”.
Cuando hablamos de la minería, como de la forestación o de las riquezas del mar, estamos hablando de los grandes temas acerca de los cuales los argentinos deberíamos encontrar definiciones y proyectos “en paz y en unidad” porque de su resolución depende el bienestar futuro de nuestros pueblos.
El bien común y el cuidado de la tierra
Las enseñanzas de la Iglesia señalan que la explotación de los recursos naturales -don dado por Dios a los hombres para su administración -debe realizarse contemplando dos cosas: que dicha explotación esté dirigida a la obtención de riquezas para el bien de todos y que dicha obtención se haga con “cuidado” de tal modo de no dañar el medio ambiente ni a las poblaciones del lugar donde se realiza.
La explotación de los minerales
La exploración y explotación de los minerales es una actividad compleja que demanda grandes inversiones. De ahí que se encuentre concentrada en un número limitado de empresas multinacionales.
En todos los casos la extracción provoca alguna modificación del medio ambiente y es el precio que hay que pagar a cambio de los beneficios que trae su producción, manufactura, consumo y ganancias.
Es sabido que hay dos modelos de explotación: uno es poniendo todas las herramientas técnicas para hacerla eficiente evitando el daño a la naturaleza y a las poblaciones, consensuando con ellas los métodos y la manera de realizar dicho trabajo mediante el diálogo.
Otro es conseguir el permiso de las autoridades públicas (gobernadores y otras autoridades) desembarcar en el lugar, extremar los medios para abaratar la producción, subvaluar la mano de obra y proceder a la extracción de la riqueza. No se cuida la naturaleza ni al hombre ni a los pobladores del lugar. Se privilegia el lucro.
Extracción para la exportación sin valor agregado
Luego de extraído de una u otra manera el mineral, sin transformación o poco transformado (por ejemplo litio purificado micronizado para la fabricación de baterías de automóviles eléctricos) habiendo causado daños o no, se exporta a los clientes (por ejemplo, terminales automotrices de China o Estados Unidos) donde, siguiendo con el ejemplo, el litio se incorporará a los demás elementos que componen la batería del automóvil eléctrico.
Entonces la explotación mineral integra un círculo negativo en la relación entre los países ricos en recursos naturales, con economías primarizadas y subdesarrollados, pueblos pobres, generalmente con funcionarios corruptos y megaminería.
Extracción para su industrialización
Aquel círculo negativo se supera cuando los países llegan a un estadio de industrialización significativo, donde a la explotación minera se suma el valor agregado, dando mano de obra y acelerando y sosteniendo el crecimiento económico, aumentando el PBI y reduciendo la desigualdad entre los países.
¿La Argentina será el mayor productor del mundo?
El excitante título que dice: “Litio: Argentina será el mayor productor del mundo, con 12 proyectos en marcha” (Florencia Lendoiro. Revista Apertura) nos alegra por un instante, hasta que se defina claramente el “modelo”. Ser el mayor “productor” del mundo no significa ser un pais económicamente rico. Mucho menos poder aspirar a tener un alto PBI per capita. A modo de ejemplo servirían muchos países de Latinoamérica pero como paradigmático y extremo se suele mencionar el caso del Congo.
La República Democrática del Congo es el principal reservorio mundial y exportador de cobalto, el mayor productor mundial de tantalio, el cuarto productor más grande del mundo de cobre, el séptimo productor mundial de estaño y oro, de donde se han extraído la mayor cantidad de diamantes en el mundo, sin embargo, siendo uno de los países del planeta con la mayor producción mineral, tiene uno de los PBI per capita más bajo del mundo con 577, 21 dol/año. Claro que la colonia primero y la república después no pudo o no supo crear industrias que aportarán valor agregado a tanta riqueza mineral que Dios le dio.
En Jujuy la mayor parte de la población se opone a las explotaciones mineras a cielo abierto
En la provincia de Jujuy hay una mayoritaria oposición a las explotaciones mineras en general. Por la destrucción del medio ambiente, los perjuicios al paisaje, los daños al turismo y en especial por la cuestión del agua potable que se ve significativamente reducida por la manera de extracción de la megaminería y de la minería a cielo abierto, dejando sin agua para el consumo a la población en general y en especial a la producción agropecuaria, está aceptado que se necesitan 2 millones de litros de agua para producir 1 tonelada de litio afirma el geólogo jujeño Fernando Días. Todo ello a cambio de una escasa contratación de mano de obra local y magros beneficios económicos que deja tanto a la provincia como a la nación.
Los indígenas, además, y principalmente, se oponen por razones culturales. Las heridas a la tierra son rechazadas en base a las creencias de los pueblos, a su identidad, a su cosmovisión y espiritualidad.
El motivo de las movilizaciones sociales en Jujuy
Medios de comunicación de nuestro país y del exterior y expertos y observadores provinciales afirman que la convulsión que hay en la provincia de Jujuy no obedece a un tema policial como es el de los cortes de ruta y que el Decreto 8464 del PE de esa provincia modificando la Ley Contravencional no ha sido sino un recurso que “enmascara” la verdadera intención de Ejecutivo y legislativo provincial que sería la de “excluir” al segmento más resistente de la sociedad las multinacionales del litio. Y las protestas son parte de esa resistencia pacifica.
El conflicto dominial con los pueblos originarios
Relacionado con esa causa, está el conflicto dominial subyacente de los territorios pertenecientes a los pueblos originarios en cuyas entrañas -las de sus tierras ancestrales -se encuentra la riqueza mineral que se pretende extraer. Así las cosas, el gobierno y los legisladores radicales, del Pro y del Partido Justicialista, de común acuerdo, impulsaron y llevaron a cabo nada más ni nada menos que una reforma de la Constitución Provincial. ¿Cómo se llegó a tamaño consenso? ¿Será acaso una exigencia de las multinacionales del litio?
Las normas del Derecho Internacional Público y de la legislación nacional y provincial
El convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, en sus artículos 6, 7, 10, 15, 29 y 32, sostiene que los Estados no sólo deben consultar sino obtener el consentimiento de los pueblos originarios cuando se trate de cualquier proyecto que afecte su hábitat.
El art. 32 inciso 2 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas que sostiene: “Los Estados celebrarán consulta y cooperarán de buena fe con los pueblos indígenas interesados por conducto de sus propias instituciones representativas a fin de obtener consentimiento libre e informado antes de aprobar cualquier proyecto que afecte a sus tierras o territorios y otros recursos, particularmente en relación con el desarrollo, la utilización o la explotación de recursos minerales, hídricos o de otro tipo.”
La Constitución Nacional Argentina, en su art. 41, consagra “el derecho de todo habitante a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas…” y en su art. 75, inciso 17 “reconoce la preexistencia étnica y cultural, garantiza el respeto a su identidad, educación bilingüe e intercultural, personería jurídica de sus comunidades, posesión y propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupan”.
La Ley nacional 25.675 en su artículo 20 y 21 afirma que las autoridades deben institucionalizar diversos modos de consultas de manera obligatoria… cuando se afecte significativamente el medioambiente.
Frente a esos grandes avances normativos ¡la reforma jujeña pretende retroceder 500 años!
Los “custodios de la naturaleza” y sus razones
“En un mundo fuertemente secularizado -dice el Papa Francisco-, los pueblos indígenas tienen mucho que enseñar a la humanidad...”
“El principio cardinal de todas las religiones es el amor por nuestros semejantes y el cuidado de la creación. Me gustaría destacar un grupo especial de personas religiosas, la de los pueblos indígenas”, dijo el Papa el viernes 8 M.
Los indígenas son custodios
Su Santidad señaló el papel que tienen los pueblos indígenas en la ecología y la sostenibililidad. “Aunque representan solo el 5% de la población mundial, cuidan de casi el 22% de la superficie terrestre... ayudan a proteger aproximadamente el 80% de la biodiversidad del planeta”.
“Los pueblos originarios son los principales defensores de la Naturaleza” dice el Papa Francisco. Desde su cosmovisión el hombre y el agua, la tierra y los seres vivos están íntimamente ligados. “El hombre es tierra que anda…” dice con el poeta en Laudato si. La relación de amor, respeto y sacralización de la naturaleza forma parte de su identidad y de la vida de sus comunidades. La cosmovisión indígena tiende a poseer una visión integradora de la vida y una concepción abarcativa e inclusiva de la realidad, presente en principios tales como los “opuestos complementarios” (caos-cosmos). Tunupa el dios quechua y aimará, tiene por misión armonizar “el orden cósmico que se acopla al caos que es la tierra, armonizándola en el proceso creador” (Kush).
La Iglesia Argentina: por la justicia y la paz
En sendos comunicados se pronunciaron los obispos jujeños y a propósito del conflicto de Jujuy y de la desaparición en el Chaco la Conferencia Episcopal Argentina bajo la presidencia de Monseñor Oscar Ojea dijo: “En estos días, los argentinos volvemos a enfrentarnos bajo el signo de la violencia. Frente a estos hechos que nos acongojan, como pastores y como argentinos, hacemos nuestras las palabras de nuestro hermano obispo de Jujuy: Hay que construir puentes a recorrer para encontrarnos y no dinamitarlos… Todo se puede lograr con el diálogo y todo se pierde cuando la palabra cede el paso a la violencia. Es fatigoso el camino del diálogo, pero hay que transitarlo y escucharnos pacientemente haciendo lugar a las distintas voces de los actores de nuestra vida social.”
Y nos invita a todos a participar en las celebraciones por la Patria y en celebración a elevar “una súplica por la paz y la justicia que brote de lo profundo de nuestro corazón creyente.”
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